Como corresponsal recorrió el mundo, pero ningún país le fascinó tanto como la Argentina y decidió quedarse; hoy le apasiona hablar del país en los medios internacionales, aunque sostiene que “el carácter argentino es difícil de comprender”
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Peter Schouten se siente afortunado. A lo largo de su vida, el neerlandés tuvo la oportunidad de salir al mundo y descubrir rincones maravillosos de un planeta impregnado de paisajes, sabores, voces, y costumbres fascinantes. Sus estudios en Relaciones Internacionales y Periodismo le permitieron aventurarse por caminos impensados en donde tuvo el privilegio de trabajar para los primeros ministros neerlandeses, Jan Peter Balkenende y Mark Rutte (el actual líder de los Países Bajos) y ser testigo directo de eventos extraordinarios, como la asunción del rey Guillermo en 2013. También fue portavoz de War Child durante varios años, una ONG internacional que ayuda a los niños envueltos en desalmadas contiendas adultas que los exponen a un riesgo físico y emocional extremo.
Durante sus tantos viajes las postales surgieron, una y otra vez, tan cautivantes como perturbadoras. La belleza de la Tierra se hizo presente en numerosas ocasiones y, sin embargo, nada lo encandiló tanto como la Argentina: “Esto sucedió hace muchos años, en el 2006, antes de trabajar para los primeros ministros. Hice una pasantía en la embajada holandesa en Buenos Aires. Siempre había querido conocer el país y me enamoré al instante”, cuenta el hombre de 40 años. “Pude viajar mucho y ver mucho en mi vida, pero todavía no encontré un país en el mundo que se parezca a la Argentina”.
“Primero por su naturaleza. Desde las llamas en el norte hasta los pingüinos en el sur. ¡Impresionante! ¡Tan hermoso! Ya sea que te encuentres en Iruya, Iguazú o Patagonia, uno siente que está en otro planeta. Después, Buenos Aires. Nunca me canso de recorrer y absorber la magia de todos esos hermosos y diferentes barrios de la ciudad. La dinámica, la arquitectura, el casco antiguo, todo es increíble. Cada uno de los barrios tiene sus historias y parecen una ciudad en sí misma. Puedo caminar por la capital argentina durante horas y en cada ocasión mis ojos están bien abiertos, asombrados”, continúa con una sonrisa.
“¡Y luego están las costumbres de los argentinos! Lo que realmente me atrae mucho es que pareciera que aquí hay más horas en un día. Como si la jornada comenzara de nuevo alrededor de la merienda. A su vez, es lindo ver que los argentinos hacen mucho uso de la ciudad: la caminan y la disfrutan sentados en los tantos cafés. Buenos Aires me inspira para mi trabajo: la ciudad es mi oficina. Es el escenario de una obra, a veces muy cruel, en la que los personajes principales intentan sobrevivir. Al mismo tiempo, los restaurantes y pubs están llenos de gente. Los sentidos se estimulan aquí durante todo el día. A veces, me noto felizmente agotado a causa de todos los estímulos que recibo de una urbe que no descansa”.
Dejar Países Bajos, un país que mira a la Argentina no solo por la reina Máxima
Tras su primera experiencia argentina, el país del sur quedó grabado en el corazón de Peter. Las travesías continuaron, los aprendizajes culturales se multiplicaron, pero nada menguaba su anhelo por regresar al suelo porteño.
Fue así que, en noviembre de 2018, el neerlandés canceló todos sus asuntos en los Países Bajos y tomó una decisión drástica: mudarse a Buenos Aires.
Para la familia y las amistades la noticia fue impactante. Vivir en un lugar a 11 mil kilómetros de distancia, fuera de Europa, ¡en América Latina!, para muchos se oyó descabellado: “La verdad la pasamos mal en ese momento. Sabía dónde terminaría y tenía muchas ganas de hacerlo, pero atravesar un cambio tan radical no es fácil. Por fortuna mi madre pudo visitarme dos veces y he recibido a muchos amigos ¡Argentina sigue siendo muy popular entre los holandeses!”.
Al avión embarcó listo para la aventura, aunque con ciertos temores. Como periodista, Peter contaba con una vasta experiencia, pero ahora quería lanzarse como corresponsal, algo que nunca antes había hecho.
Buenos Aires lo recibió tal como la proyectaba en su imaginación: vibrante. Una vez instalado, la intensidad de la ciudad, junto a su estado de ánimo enaltecido, resultaron en un combo imparable que lo impulsó en su intención de desarrollarse profesionalmente de manera inmediata.
“Traía una energía positiva que me ayudó a insertarme de a poco, partiendo de la nada, en el mundo de la corresponsalía. Hasta el día de hoy llevo realizados numerosos trabajos periodísticos en diversos temas como el Mundial de Tango, cuestiones de LGTB, cobertura de la legalización del aborto. También cuento con apariciones en la televisión argentina para hablar de Países Bajos y viceversa, cuando estoy de visita en mi tierra de origen. Por supuesto, cubrí la Copa del Mundo (en diez días trabajé en treinta producciones de medios) y también disfruto mucho hablar de gastronomía, viajes, economía. Afortunadamente, hoy Holanda presta mucha atención a los asuntos argentinos, y ya no solo por la reina Máxima. El país es extremadamente popular entre los turistas holandeses”, continúa Peter, quien en los últimos dos años no solo se desempeñó como corresponsal para Argentina, sino para Ecuador y Venezuela, donde ha entrevistado a Juan Guiado, entre otros.
“También fue genial poder entrevistar a André Rieu, así como al alcalde de Rotterdam (Ahmed Aboutaleb) y al ministro de Asuntos Exteriores (Wopke Hoekstra). Todos vinieron por acá. Estoy totalmente de acuerdo con el alcalde, que dijo que su ciudad, pero también quizás el resto del mundo, ha ignorado a Argentina durante demasiado tiempo”.
Un carácter nacional complejo: la Argentina del pasado vs. la progresista
Los meses transcurrieron efervescentes. La cotidianeidad dejó entrever las grietas y los claroscuros de una urbe fragmentada, pero, para Peter, el espíritu argentino combativo comenzó a sobresalir por sobre cualquier otra característica de su nueva patria.
Más allá de las penas, más allá de las injusticias evidentes y de las pobrezas, el neerlandés reveló como nunca antes una capacidad para alzar las voces y no invisibilizarse, aun a pesar de las opresiones y de luchar tantas veces contra viento y marea.
“Sin embargo, creo que Argentina tiene un carácter nacional complejo, difícil de comprender, dual. A veces siento que cuanto más tiempo vivo aquí, más complicado se vuelve. Por supuesto que sé que la situación económica es muy difícil en este momento, pero desearía que todos miren más hacia el futuro en vez de al pasado. Hay mucha nostalgia aquí en la atmósfera; el anhelo de varios argentinos por el pasado es un freno a cualquier modernización. Sin una idea de futuro, la vida siempre será un recuerdo. ¡Espero que esta mentalidad de la añoranza cambie pronto! Incluso, en la televisión, a menudo se ve la `receta tradicional de la abuela´ en los programas de cocina. ¡Me encantaría ver la empanada moderna o del futuro! ¿Cómo sería?”, ríe. “Pero al mismo tiempo, para ser justos, también me siento a comer una buena pizza porteña de El Cuartito”.
“Y, como contracara, veo a su vez en los argentinos una nación de naturaleza progresista fuerte y, en lo personal, me resulta agradable observar cómo se presentan y debaten acá los temas de género, derechos LGTB, aborto, entre otras cuestiones. Eso habla mucho de esta tierra y su gente; las ganas de avanzar”, dice pensativo.
Otra lucha argentina: ¿Somos el centro de atención o no somos importantes?
Con el paso del tiempo, Peter se fundió en una ciudad colmada de enigmas de carácter, tantas veces difícil de explicar a sus amigos holandeses. De todas las incógnitas que poco a poco emergieron en su amada Buenos Aires, la lluvia, tal vez, haya sido una de las mayores. ¿Por qué si llueve relativamente poco, el argentino se obsesiona tanto con el agua que cae del cielo? Hasta el día de hoy, Peter no tiene respuestas certeras: “Me impresiona mucho y tal vez nunca lo entienda. Empieza a llover y algo de tu día se cancela. Quizá sea porque en Países Bajos llueve seguido y estamos acostumbrados, pero eso de cancelar cenas y citas enseguida... ¿por qué?”
“En otro orden de las cosas, algo que encuentro fascinante es la lucha interna de los argentinos entre el sentimiento de superioridad, ese ser el ombligo del mundo, directamente opuesto al `vivimos en el culo del mundo´. ¿Somos el centro de atención o no somos importantes?, se preguntan acá. Para mí el centro del universo es solo otro lugar en el universo. Aparte, ¿qué importa realmente? Encuentra tu propio lugar en el mundo. ¡Argentina tiene mucho que ofrecer! ¡Usa ese potencial!”
Calidad humana argentina: gran corazón, mucha energía y un dinamismo especial
Peter no solo se enamoró de un país, sino de su gente y, en particular de Guillermo, un ser que considera maravilloso y que hace del suelo argentino una tierra más hermosa aún.
Gracias a él, el corresponsal forjó un círculo de amistades que considera fantástico, y con quien disfruta de largas conversaciones profundas, de la vida y el mundo: “Todos tienen un gran corazón. Siento que las personas acá son muy sociables y que se interesan por el prójimo. Hay mucha energía y un dinamismo especial entre los argentinos”.
“Por supuesto, de los habitantes de este país llama mucho la atención la pasión que le ponen a ciertas cosas, como el fútbol o las manifestaciones. Eso es un cliché, claro, pero es muy impresionante. En relación a las manifestaciones me pregunto cómo podría una multitud impactar si todos expresaran lo mismo. Y, aun estando de acuerdo, cada grupito tiene sus propias canciones, bailes, slogans, banderas, es un gran barullo de sonidos. Lo mismo sucede en el fútbol: los hinchas de un mismo equipo cantan cosas diferentes. Todo es caótico, pero muy argento”.
“Me gusta mucho, por otro lado, ver un compromiso social bastante fuerte. Se crean muchos proyectos para ayudarse mutuamente en estos tiempos difíciles. He visto muchas iniciativas excelentes”, asegura Peter, quien comparte sus trabajos y aventuras en su Instagram, @peterbuenosaires. “También me agrada que el país está lleno de talento creativo en los campos del arte, la música, la literatura. Fue inspirador descubrirlo”.
Una Argentina que enseña que nada debe darse por sentado
El mundo, como el universo de los libros, contiene una cantidad de historias humanamente inabarcable: no podemos verlo todo, así como no podemos leerlo todo. Peter Schouten, sin embargo, siente que en su vida tuvo la dicha de explorar mucho más de lo que hubiera imaginado en sus sueños de la infancia y adolescencia. Y, en sus aventuras, tiene la certeza de que su mayor fortuna llegó la primera vez que tocó suelo argentino para comenzar a reescribir su propia historia.
“Argentina me despertó y me enseñó a darme cuenta de que muchas cosas no deben darse por sentadas. En Países Bajos encuentro que la pasión, la lucha y el movimiento social son mucho menores que en Argentina. He cubierto temas como el debate sobre el aborto para los medios holandeses, por ejemplo, y observo que en mi país de origen las personas dejan que alguien más se siente, decida y arregle todo, con la seguridad de que será para el progreso. Esto, no involucrarse, puede ser un peligro en un futuro y generar una sociedad dormida en una instancia donde es necesario despertar”.
“En Argentina también aprendí a vivir de otro modo la música, con sus tradiciones ¡y su cumbia! Nunca olvidaré el concierto de Damas Gratis en Luna Park, ¡genial!”, dice entre carcajadas. “Y, por supuesto, también encuentro inspirador cómo Buenos Aires y el resto del país han sido construidos por tantos grupos diferentes de inmigrantes. Eso, a quienes venimos de otras tierras, nos da la inmediata sensación de estar en casa”.
“Encuentro fascinante ver cómo ahora, en parte debido a los desarrollos geopolíticos (la escandalosa guerra de Rusia contra Ucrania), el mundo se está volviendo más consciente de la fuerza y las oportunidades que hay aquí en Argentina, pero también en el resto de América Latina. Espero sinceramente que Argentina vuelva a participar plenamente en el escenario mundial. Eso es lo que se merece este país y su maravillosa gente. Y como hay tanto interés por Argentina en los Países Bajos, me gustaría hacer una entrevista con el presidente argentino Alberto Fernández. Tengo mucha curiosidad por cómo ve el lugar de Argentina en el mundo. ¿Me invitás señor presidente?”, concluye.
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Argentina Inesperada es una sección que propone ahondar en los motivos y sentimientos de aquellos extranjeros que eligieron suelo argentino para vivir. Si querés compartir tu experiencia podés escribir a argentinainesperada@gmail.com . Este correo NO brinda información turística, laboral, ni consular; lo recibe la autora de la nota, no los protagonistas. Los testimonios narrados para esta sección son crónicas de vida que reflejan percepciones personales.
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