Erica Rivas & Rodrigo de la Serna: Amor de actores
Se conocieron a finales de 1998, cuando trabajaban en un programa de Canal 13 cuya trama los condujo al altar, de ficción. Un tiempo después iniciaron otra tarea conjunta en Campeones, donde con el paso de los capítulos se enamoraron. Dos años después nació Miranda
Aunque cada uno sabía del otro, se miraban con ojos chispeantes y se intercambiaban amables reconocimientos ("Es muy buen mozo", "Qué buen actor", "Es muy bonita"," Qué bien trabaja"), pero el hecho de estar en pareja les planteaba razonables limitaciones. Erica Rivas y Rodrigo de la Serna se conocieron personalmente a finales de 1998 trabajando en un programa de ficción de Canal 13, cuya trama los condujo nada menos que al altar. Todavía guardan en un video el capítulo donde se casaron. Un tiempo después iniciaron otra tarea conjunta en el teleteatro Campeones, un escalón consagratorio en sus carreras y donde, capítulo más capítulo menos, otra vez parecido a la ficción, nació el amor. La entrevista se realizó en la casa a medio reciclar de ambos, en el tranquilo barrio de Villa Ortúzar, una tarde de mayo de fuerte lluvia, en el mismo comedor en el que 7 meses antes ocurrió el nacimiento de Miranda de la Serna, la primogénita de los Rivas-De la Serna. Admiten como su fecha aniversario el 21 de septiembre de 1999 y eligen como matrimonio modelo el de sus abuelos, Leonel Raúl y Eder, los de Rodrigo, y los de Erica, Francisco y Clara "porque después de tantísimos años de matrimonio se los ve bárbaros".
-¿Quién se le declaró a quién?
Rodrigo de la Serna: -Uff, eso de declarar, tiene tono de indagatoria policial. En fin, realmente sí hubo una declaración, se la hice yo a ella y Erica te podrá decir mejor qué fue lo que le dije.
Erica Rivas: -La verdad fue muy raro, porque cada uno estaba en historias diferentes. Yo me estaba separando, no andaba con el mejor ánimo del mundo y juro que nunca percibí que él estaba detrás de mí y mucho menos que le gustaba. Rodrigo asegura que yo daba señales clarísimas de que eso sucedía... Sería algo medio histérico, ¿no...?
R. de la S.: -Yo no pronuncié la palabra histeria, la dijo ella sola. Pero tengo que agregar una corrección: el que estaba muerto era yo. Y cuando no había motivos para estar cerca, me los inventaba. Pero hete aquí que cuando, al final, le largué todo lo que sentía, ella no pareció sorprenderse y una de las primeras cosas que dijo fue que a ella le pasaba lo mismo.
-En cada pareja suelen existir frases que se festejan mutuamente, que se las celebran como geniales. ¿Tienen de ésas?
ER: -A mí me gusta y me ayuda cuando Rodrigo me dice: Curtite, nena.
-¿Qué quiere decir Rodrigo con eso?
ER: -El me está diciendo tenés que vivir esto, pasarlo, comprometerte con el asunto. A mí me ayuda porque suelo tener miedo por lo que pueda llegar a pasar -miedo real o miedo puro de la imaginación- pero me gusta esa frase y me da impulso.
R. de la S.: -A mí me gusta cuando ella viene y me dice, a veces sin decirlo, vení, vení, y me abraza porque se dio cuenta de que necesito un abrazo. Es una frase tierna, aunque no tenga palabras, como quien dice qué lindos somos.
-Si cualquiera de los dos, con estos pocos años de experiencia se convirtiera en consejero o consejera matrimonial, ¿qué le dirían a alguien que estuviera por casarse?
R. de la S.: -Yo no estoy en condiciones de darle consejos a nadie. Simplemente diría que sean consecuentes con sus sentimientos y sus deseos.
ER: -Yo les diría que busquen consejos en sus abuelos. A nosotros nos fue muy bien con eso. Mis abuelos, los papás de mi mamá, son un referente impresionante: mi abuelo, que tiene 84 años, está enamoradísimo de mi abuela. Y ella es como un hada, una mariposa de colores, es increíble que exista una mujer así. Ella habla y parece decir monólogos escritos por García Márquez y él la mira extasiado. Cuando estamos adelante yo lo codeo a Rodrigo para que observe lo embobado que está mi abuelo y digo, ojalá que podamos ser así. En fin, confío en que eso esté dentro nuestro. La abuela de Rodrigo, que también es divina, nos aconseja siempre que tengamos paciencia, porque, dice, la paciencia es un regalo de los más importantes...
R. de la S.: -Y calculo que, sobre todo, me lo dice a mí, porque sabe lo impaciente que soy.
-¿Qué dicen los demás -amigos, familiares, conocidos- de ustedes como pareja y cuánto les importa lo que opinen?
ER: -Todos están contentos...
R. de la S.: -Mi abuelo me felicita porque dice que elegí tan bien. Y eso para mí es muy importante, porque si mi abuelo, que es un maestro, opina que Erica es bonita, inteligente y que me saqué la lotería con ella, yo estoy hecho. Y encima, desde el nacimiento de Miranda, todos están babosos.
ER: -Nunca nos enteramos que hayan dicho algo feo de nosotros. Al contrario, mi hermana me dijo que me merecía a un hombre como Rodrigo.
-¿Cuánta importancia le dan al dinero en la pareja?
ER: -Me parece que no demasiada...
R. de la S.: -Le damos la importancia que merece. Coincidimos en que es importante tener un techo, porque eso hace a la instalación de la familia. Buscamos que las necesidades básicas estén cubiertas, como para alcanzar una vida digna, pero en el nivel material no mucho más que eso.
ER: -La nuestra es una carrera difícil y resulta casi imposible pensar en el futuro. Cada vez que tenemos un poco de plata de más, la gastamos en cosas que nos dan felicidad...
R. de la S.: -Y si, de paso, se puede planificar algo medianamente, no está mal hacerlo. Pero no hay planificación, no hay quien maneje el tema económico en la casa, la plata que entra es la plata de la familia y todo eso, con tanta inestabilidad, imaginate, lo vamos piloteando mes a mes y a veces semana a semana.
-A la institución matrimonial, ¿qué clase de cuestionamientos le hacen?
R. de la S.: -Yo tengo un tema, que las instituciones no me simpatizan mucho. A lo mejor, en este caso, lo que me molesta es la palabra, pero que dos personas estén juntas y formen una familia me parece maravilloso.
ER: -Yo pienso que la decisión de cada uno debe quedar por encima de la decisión de las instituciones. Dos personas únicas crearon un vínculo único, ¿qué tienen que venir a decir háganlo así, tomen estas pautas, acepten estas reglas? En estos tiempos hay infinidad de maneras de juntarse y todas me parecen válidas si es que, antes, los de la pareja se escucharon a sí mismos. Yo recuerdo que en el momento en que teníamos que tomar decisiones muchos nos decían: tomate tus tiempos, respetá los espacios, reconocé las individualidades, pero lo pensamos y nos dimos cuenta de que cada cosa la queríamos hacer juntos. Eso fue lo decisivo.
-¿Alguna vez dijeron del otro "es la mujer o el hombre de mi vida"?
R. de la S.: -Es una frase común, ¿no?, pero yo se la dije a ella. Lo sentí y lo siento así.¿Qué vas a decir , si no, cuando estás frente a alguien que te gusta, sus ojos, su familia y querés compartir con ella todo un proyecto de vida?: que es la mu- jer de tu vida. No hay menos que eso.
ER: -Yo también le digo a Ro que es el hombre de mi vida. A lo mejor parezco un poco cursi, pero él me hace ser como me gusta ser, me ayuda a encontrar lo que quiero, no deja que me abandone.
-¿Son de esas parejas que se cuidan de no consumir ciertos alimentos como cebolla, ajo o condimentos especiales que luego se notan en el aliento?
R. de la S.: -Mirá, diste en el clavo, ¿o te habían comentado algo?. Uno de los más serios problemas de nuestra pareja es que Erica odia el ajo y a mí me encanta.
(Risas)
ER: -Pero no es por el aliento, es porque me cae mal. En serio.
R. de la S.: -Yo soy el que habitualmente cocina en la casa y mucho más en los últimos meses desde que estoy sin trabajo. Y entonces le cocino a ella sin ajo.
-¿A qué llamarían la felicidad? ¿Creen que existe? ¿La buscan?
R. de la S.: -Creo que la felicidad existe como horizonte y soy de aquellos que la busca permanentemente.
ER: -La felicidad es algo que tiene que ver con el equilibrio, con el bienestar interior, con la seguridad de haber hecho las cosas como las quería, con haber sido fiel a nuestras necesidades.
-Hay una cosa frecuente en las parejas: que alguno hable en primera persona -yo hice, yo compré- aun cuando se refiera a episodios de los dos. ¿Lo hacen? ¿Creen que es una mala costumbre?
ER: -Los dos lo hacemos...
R. de la S.: -Pero yo lo hago más, ¿eso se llama egocentrismo, no...?
ER: -Por ahora no nos molesta demasiado, tal vez en un futuro nos moleste más.
-¿Alguno mintió en la pareja y fue descubierto?
R. de la S.: -Permanentemente mentimos. Por ejemplo, en este momento: yo tengo 48 años y por un problema hormonal parezco menos.(Risas)
R. de la S.: -Ninguna mentira grave, sólo mentiritas domésticas; si aparece el aceite volcado, y alguien pregunta, ¿qué pasó con el aceite?, hacerse el disimulado y decir: no sé, ¿qué aceite?, yo no fui.
ER: -¿Sabés qué pasa?: somos actores los dos y, por lo tanto, bastante exagerados. A veces sucede que contamos la misma historia en versiones diferentes y aunque sabemos que no es así no nos desmentimos. Pero esa forma de invención, de agregarle cosas nuevas a las historias, es casi casi una elección estética.
-¿Cuál es el más romántico de los dos?
ER: -Tampoco es que seamos tan románticos, pero a nuestra manera los dos lo somos...
R. de la S.: -Sí, igual de románticos. Creo que la felicidad existe como horizonte y soy de aquellos que la busca permanentemente...
ER: -Pero lo que creo que nos puso definitivamente románticos fue el nacimiento de Miranda: lo más amoroso que podemos pensar es que ella nos eligió a nosotros y que, en algún punto, nosotros la elegimos a ella. Miranda nos unió para que seamos los padres de ella: sabíamos que iba a suceder y aceptamos ese premio del amor.
-En el momento del nacimiento de la niña, ¿se plantearon una estrategia de educación para ella?
ER: -Desde su nacimiento, elegimos muchas cosas. Por ejemplo, que naciera en esta casa, en un parto llamado natural, con la asistencia de un médico y dos parteras. Y así fue. Tomamos la decisión porque tuvimos un problema grave con la obra social de actores.
R. de la S.: -¿Te das cuenta?: otro conflicto con la institución, en este caso con la institución médica clásica. Todo fue un desastre hasta que pudimos distanciarnos.
ER: -Me decían palabras tremendas: desgarro, hemorragia, episiotomía, me hacían sentir mi condición de primeriza y me estimulaban los temores. Hasta que dimos con este médico naturista y nos convenció de que se podía hacer de una manera distinta.
R. de la S.: -Nació a las 11 de la noche.Toda la casa estaba muy limpia, la habíamos preparado asépticamente. Comenzamos el trabajo dentro de la bañera con agua. Luego Erica decidió tenerla en la cocina, fuimos los dos, en un momento yo me senté en un banquito, Erica se puso encima mío y, en un momento, Miranda salió. Nació re-feliz, sin gritar...
ER: -Mirando todo a su alrededor, haciendo honor a su nombre. Fue una experiencia extraordinaria, única, de confianza en nuestros cuerpos y en Dios.
R. de la S.: -Fue un acto de extraordinaria confianza en la pareja porque si nosotros la habíamos gestado también nosotros podíamos hacernos cargo de ayudarla a nacer. Yo le corté el cordón, con mucho conocimiento de lo que hacía, y sabiendo el momento difícil que significaba, porque en ese momento al cortarle el cordón se le quita su única vía de respiración y se habilita la respiración pulmonar. He hablado con muchos hombres y en general, aunque asistan al parto, les dicen, vas a ver que el hombre casi no interviene. En este caso no fue así, la presencia de los dos fue fundamental para que naciera.
ER: -Nosotros estuvimos ahí para ayudarla, para darle paz y para decirle que venía a un lugar para nacer.
-¿Y en estos 7 meses de vida confirmó con su carácter esa manera tan pacífica de llegar al mundo?
ER: -Cada uno tiene el carácter que tiene. Ella no es una beba pacífica, es nerviosa. Pero lo que le dimos no se lo saca nadie y fue el derecho a que nazca tranquila, que su nacimiento no sea una cosa traumática. Para nosotros fue muy importante que naciera con la luz apagada, sin gritos, sin palmadas para provocar el llanto, sabiendo que ese momento crea unas condiciones que tendrán influencia toda la vida...
R. de la S.: -El tema es que el padre no es pacífico... (Risas) Ahora nos preparamos para una crianza no tradicional, que sepa que tiene derecho a llorar, a gritar, a ser nerviosa, a hacerla sentir confiada.
ER: -Nos gustaría que en un futuro fuera a una escuela distinta de lo convencional, con filosofía antroposófica, para que sienta más procesos que resultados en la enseñanza.
-¿Planean tener más hijos?
ER: -Sí.
R. de la S.: -Sí.
-¿Les gusta mirarse en televisión? ¿Les gusta mirar al otro? ¿Se critican?
ER: -A mí me encanta mirarlo...
R. de la S.: -Por favor, sé sincera...Es que el trabajo en Okupas me tuvo demasiado afuera de casa... Fue difícil para los dos, pero nos gusta mucho vernos. Y, en parte, si nos miramos es también para criticarnos.Yo confío mucho en la palabra de Erica.
-En la casa, ¿quién de los dos es el que maneja el control remoto del televisor?
ER: -Me parece que los dos igual, porque generalmente vemos televisión cuando nos estamos acostando. No tenemos cable, así que no es mucho lo que podemos zapear...
R. de la S.: -Erica se duerme enseguida, yo soy más insomne, así que el control queda en mi poder o, mejor dicho, yo quedo bajo su control.
- Profesión: actriz
- Edad: 26 años
- Hija de: padres casados
- Hermanos: dos mujeres y un varón
- Inicios: desde los 13 años en teatro pero como aficionado. Profesionalmente, desde los 19 años.
- Signo en el horóscopo: Sagitario: "la combinación de fuego y fuego es...un incendio"
- Trabajo actual: En El sodero de mi vida
- Hincha de: Huracán."Mis abuelos se conocieron en un baile de ese club y la familia, en gran parte, está marcada por la presencia del club".
- En la intimidad, a él le dice: Roco
- En el afuera, ella lo presenta a él: "Mi compañero".
- Profesión: actor
- Edad: 25 años
- Hijo de: padres divorciados
- Hermanos: uno, de 20 años
- Inicios: a los 13 años en un taller de teatro en la escuela secundaria. "Por eso, no es que hubo un día en que decidí que sería actor, sino que, sencillamente, se fue dando."
- Signo en el horóscopo: Aries
- Trabajo actual: (a finales de mayo último): no tiene. Se lo ve por Canal 7, los martes a la noche, en la repetición de la serie Okupas.
- Hincha: de Boca
- En la intimidad, él a ella le dice: "Eri, Gorda, Gordita".
- En el afuera, él la presenta a ella: " Mi mujer, mi compañera, Erica".
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