Era princesa, dejó todo por amor y ahora hace las compras como una plebeya más
Mako, la ex princesa japonesa, se instaló con su marido en su nuevo hogar en Nueva York y fue sorprendida mientras compraba toallas en un comercio
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La princesa Mako de Japón está probando por primera vez la vida como plebeya en la ciudad de Nueva York, donde ahora vive con su nuevo esposo, Kei Komuro, después de renunciar a su título real el mes pasado.
La hija mayor del príncipe heredero Fumihito y sobrina del emperador reinante Naruhito fue vista durante el fin de semana por primera vez desde que cambió el Palacio Imperial de Tokio por las brillantes luces de la Gran Manzana.
La exprincesa, de 30 años, que ahora se hace llamar simplemente Mako Komuro, hizo un viaje a la tienda Bed, Bath & Beyond el viernes para comprar algunos artículos esenciales para el nuevo hogar conyugal de la pareja en el barrio de Hell’s Kitchen. Allí pasó cerca de una hora y media comprando toallas de baño, perchas, canastas organizadoras, algunas toallas de papel y otros artículos.
Mako estuvo sola durante la salida, empujó su propio carrito de compras por la tienda y no la acompañó ningún guardaespaldas. Estaba vestida con un abrigo largo de color verde bosque, un top negro y jeans azules anchos, un look mucho más informal que el atuendo modesto y formal que usaba regularmente.
En un momento del viernes, Mako parecía estar perdida en la gran ciudad y tuvo que pedir direcciones a varias personas, a menudo caminando de un lado a otro en una calle varias veces hasta que se orientó. No parecía demasiado perturbada por no saber a dónde iba, pero estaba decidida a seguir con sus recados. Finalmente, regresó a su departamento alrededor de las 6 de la tarde, donde su esposo la recibió en la entrada para ayudarla con sus bolsas de compras.
Mako se casó con su novio de la universidad Kei Komuro en Tokio en octubre después de un compromiso de ocho años, a pesar de que muchos en su país natal no apoyaron el romance. La pareja fue fotografiada saliendo de la capital japonesa el domingo pasado, con una multitud de espectadores y fotógrafos presentes, con destino a Nueva York.
Las especulaciones iban desde si la pareja podría permitirse vivir en Manhattan hasta cuánto dinero ganaría Komuro y si la ex princesa terminaría apoyando financieramente a su esposo. Habían estado viviendo juntos en un modesto apartamento de Tokio antes de mudarse a Nueva York, donde Komuro trabaja como abogado en el estudio Lowenstein Sandler LLP, con sede en Nueva Jersey.
Después de su llegada al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, se vio a la joven pareja saliendo de la terminal mientras flanqueada por un destacamento de seguridad japonés y por agentes de la policía local. Tomaron su equipaje y luego los llevaron a su nuevo hogar en Manhattan, un departamento alquilado de una habitación en una torre residencial de lujo que incluyen gimnasio, estudio de yoga, sala de proyección, spa, un simulador de golf, terrazas con parrilla y mesas de ping-pong, una biblioteca y un hall atendido las 24 horas.
La ubicación, justo en el corazón de la sección Hell’s Kitchen de Manhattan, está cerca de famosos lugares de interés de la ciudad de Nueva York, como el Central Park y el Lincoln Center.
LA NACION
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