Manteles floreados, almohadones en colores neutros con lettering, alfombras tejidas con hilados reciclados y telas estampadas por metro son algunas de las propuestas para renovar el dormitorio, living y jardín
LLUVIA DE ALMOHADONES. Cántaro es un estudio de arquitectura y diseño, que además de desarrollar proyectos de vivienda e interiorismo, tiene su propia línea de mobiliario y productos de decoración. “Nuestra inspiración rectora para todo lo que hacemos nace de la búsqueda de la armonía, la simplicidad, traduciéndose esto en una estética liviana”, explican desde la firma. Sus almohadones son confeccionados con géneros como el algodón y el lienzo en tonos crudos, blancos, y grises, con guardas y lettering a color.
LA MESA ESTÁ SERVIDA. Omna Deco es una tienda rosarina (hace envíos a todo el país) que rinde culto a la buena mesa: “Todo lo que elegimos para nuestra tienda es lo que tendríamos en nuestra casa”, cuenta el equipo. Las piezas son hechas a mano y de edición limitada, y entre ellas se destacan los manteles: los medianos (1.50 x 2 metros) son una para una mesa de seis personas, los largos (1.50 x 2.40 metros) cubren una de entre 8 y 12 comensales y los XL (1.50 x 3 metros) sirven para más de 12. También hay manteles con géneros importados y una línea llamada “Macanudos”, ideal para uso diario: no se manchan ni se planchan. Los distintos modelos están confeccionados en lino, percal, poliéster y algodón, y todos tienen doble costura reforzada.
CON LOS PIES EN LA TIERRA. Fantasy, la última colección de alfombras de Vanina Mizrahi está compuesta por piezas tejidas en telar mecánico con hilados 100% recuperados: son plásticos que se traman con dibujos hechos a mano alzada y raporteados en computadora. Entre los diseños, todos reversibles, se pueden encontrar motivos florales, geométricos y de inspiración andina o árabe: “Es una colección para divertirse con la deco: uno puede cambiar el estilo con un amplio colorido de diseños", cuenta Vanina. Vienen en tres medidas (1.20 x 1.80, 1.80 x 1.80 y 1.80 x 2.70) y al ser resistentes al agua son ideales para jardines, terrazas y galerías.
TIRARSE A LA PILETA. Los toallones de Ünique tienen un doble uso: para secado y como lonas. Están confeccionadas en 100% algodón estampado con motivos geométricos y en su cara interior tienen doble felpa de 300 gramos, lo que garantiza una rápida absorción de la humedad. Miden 0,75 x 1,50 y vienen con cordones marineros para enrollar y colgar de la mochila o bolso de playa. “El producto surge por la necesidad de llevar a la playa una lona y a la vez una toalla, para poder secarse o sacarse la sal del mar, cosa que una lona no hace”, explica Pamela Keselman.
CORTE Y CONFECCIÓN. “La inspiración de estas telas viene de la naturaleza, los animales, el mar, los minerales, el movimiento de las plantas, sus flores, lo orgánico”, explica la artista plástica Ana Fuchs, quien lleva parte de su obra al mundo textil, tiñendo y estampando los géneros de manera artesanal: el tussor, el lienzo y la gasa son algunos de ellos. Pueden comprarse por metro y utilizarse para la confección de manteles, caminos y almohadones, entre otras piezas.
DESCANSO MULLIDO. Quiero-esto! diseña productos textiles con estampas de artistas plásticos nacionales e internacionales a partir de la conciencia ambiental y el comercio justo. “Creemos en la responsabilidad social proyectando interacciones con los talleres de arte de alguno de los barrios de más bajos recursos de nuestra región”, sostienen desde la marca. Algunos de sus pufs (1.40 x 1.80) fueron intervenidos con obras de Garavato, Gustavo Oldemar Cimadoro y Laura Riolfi. Todos son confeccionados con lona anti desgarro (100% poliéster) con una funda interior 100% de algodón.