Entre cuatro millones de ladrillos: cómo es recorrer la LEGO Fun Fest
Apenas entramos a La Rural, mi hija no pudo pensar en otra cosa: quería lanzarse de cabeza al "pelotero" de ladrillos LEGO. Y lo logró. Es que esta piscina da una tentadora bienvenida a la LEGO Fun Fest que se puede visitar en este predio hasta el 23 de diciembre. El furor por esta primera actividad no era sólo infantil sino que también era compartido por adultos -mamás y papás- que no con mucha timidez se animaban a echarse sobre el colchón de ladrillos de todas las formas, tamaños y colores para sacarse una selfie y subirla a Instagram bajo el hashtag #LEGOFunFestARG y así imprimirle la nostalgia de la propia infancia al recorrido por la experiencia.
Después de varias zambullidas y de construcciones, pasados unos cuarenta minutos, convencí a hija de pasear por los demás juegos. Una sección de mesas repletas de LEGO fue la primera estación en la que nos acomodamos junto con otras familias -hay que decir que los más grandes estaban igual de copados con el programa que los pequeños- para participar de un primer desafío que consistía en armar un robot en menos de seis minutos con toda clase de piezas: cilíndricas, triangulares, cuadradas y las clásicas rectangulares. Junto con los demás desafíos como el de Star Wars y el de NinjaGo donde se daban consignas e instrucciones claras, las demás estaciones proponían completa libertad para dejar libradas a la imaginación y a la creatividad las posibles construcciones de los más pequeños.
A medida que avanzábamos en el recorrido nos fuimos cruzando con distintas e impresionantes esculturas realizadas por completo con ladrillos como por ejemplo la del Guasón, la del guardia imperial de Star Wars y la de un león que invitaba a los niños a meterse dentro de la estructura para imitar el rugido del animal. Todas admiradas con la obligatoria foto de los niños junto a sus personajes favoritos.
Más adelante en el recorrido, Lego Friends y Lego City invitaban a construir ciudades con plazas, casas, edificios y toda clase de mobiliario urbano sin consignas establecidas. Una galería con pequeños visitantes artistas copaba el sector de arte. La estación de rampas de carreras era el imán de los amantes de los autitos mientras que el sector más fashion de la muestra, las construcciones monocromáticas, tenía fascinadas a las niñas que se dejaban llevar por el verde limón que inspiraba obras relacionadas con la naturaleza y el violeta que disparaba objetos vinculados con el amor.
Por último, el sector central estaba ocupado por un gran espacio destinado a construir el país. Un enorme mapa de la Argentina era el lugar donde se colocaban las obras terminadas. Allí, grupos de niños de entre ocho y doce años solos o acompañados por adultos se afanaban en culminar sus propias y originales ideas para el país. Desde las cataratas a la cordillera, pasando por el faro del fin del mundo y otros elementos icónicos de la Argentina. Hasta el ARA San Juan fue construido por los chicos.
Cómo visitarla
La entrada es por Sarmiento 2704 y la feria está abierta todos los días en horarios diferentes hasta el domingo 23 de diciembre: de lunes a jueves de 10 a 20 , y de viernes a domingo en dos turnos, de 10 a 14 y de 15 a 20. Los tickets se puedan comprar en el lugar o por Ticketek, a $500 (los chicos de 3 a 12 años), y a $650 (los mayores de 12). Los menores de 3 entran gratis. Hay 2x1 con Club La Nación.
Inés Rodríguez