Están radiantes de felicidad y se les nota. Se miran, ríen y dejan en claro que la complicidad con la que Laura y Antonia –sus personajes en 100 días para enamorarse– conquistaron al público sigue intacta. Carla Peterson (45) y Nancy Dupláa (49) construyeron una amistad de ficción que traspasó la pantalla y, si bien se reconocen muy diferentes, son conscientes de que una brilló gracias a la otra. Un dúo imbatible que –junto a un elenco de excelentes actores– se convirtió en la figura absoluta de la última entrega de los Martín Fierro. La tira que protagonizaron junto a Juan Minujín y Luciano Castro fue la gran ganadora de la noche. Carla se llevó el premio a Mejor Actriz (en la misma terna estaba Nancy) y la novela se quedó además con las estatuillas por Autor/ Libretista, Actriz de Reparto, Mejor Actor y Mejor Ficción Diaria. Como frutilla de la torta, subieron a recibir el Martín Fierro de Oro. Una gala inolvidable que merecía un after-party, también memorable, del que ¡HOLA! Argentina fue testigo.
Yo estoy por cumplir ocho años con Martín (Lousteau). Además, nos encontramos de grandes, pero hablamos mucho y trabajamos lo que nos va sucediendo
Llevo diecinueve años con Pablo (Echarri) y obviamente pasamos crisis, que no solucionamos pidiéndonos días.
-¿Cómo fue trabajar juntas?
Nancy: Hermoso.
Carla: Un sueño. Nancy: Hacía mucho que no nos veíamos, desde que habíamos trabajado en Montaña rusa. En realidad, yo me la crucé a Carla en un mismo lugar en dos situaciones diferentes: saliendo de un supermercado con mi hijo Luca (19) –de bebé– en brazos. Y después me pasó lo mismo con mi hija Morena (15), también muy chiquita. Capaz vos ni te acordás, Carlita. Carla: Sí, me acuerdo que nos cruzamos, pero como yo no había sido madre todavía no lo puedo "medir" con ningún hijo. [Se ríe].
Nancy: Y años después nos encontraron teniendo que contar la historia de dos mejores amigas –casi hermanas– y ese desafío dependía mucho de nuestra química, la energía de la una con la otra, de la empatía… Algo que pasa o no pasa.
Carla: Teníamos la intuición de que iba a pasarnos, pero el día a día te puede llevar para cualquier lado y por suerte, nos llevó al mejor lugar.
–Desde afuera, se las ve muy diferentes.
Nancy: Somos muy distintas, pero nos complementamos muy bien. Como si yo necesitara lo que tiene Carla para ordenarme, para bajar un poco mi energía.
–¿Desde un principio supieron que la novela iba a ser un éxito?
Carla: Creo que nos empezó a pasar los primeros días en los que nos pusimos en acción. Al principio, tenés la intuición, sentís que hay algo en lo que te reconocés, con historias que una también necesita o que le gustaría ver o contar. Esto nos pasó a todos. Y creo que también le pasó al público y por eso nos acompañó tanto.
Nancy: Logramos algo que pasa cada vez menos y es que la gente se siente delante de un televisor a una determinada hora y vea todo el capítulo sin parar o retroceder, como pasa con las series.
–¿Ustedes veían la novela?
Nancy: Sí, nos gustaba mucho el resultado final, nuestra interacción, las otras historias.
Carla: La historia de los más jóvenes, el aula del colegio, el trabajo de Maite (Lanata) que para muchos no era un tema cómodo.
Nancy: Incluso la historia de Carla y Juan (Minujín), eso de llegar a un momento de la vida en pareja y hacerte otras preguntas y replanteos también podía incomodar un poco.
–¿En qué se reconocen parecidas o iguales?
Carla: En cómo nos tomamos el trabajo, con mucha responsabilidad y también con mucha alegría. A las dos nos gusta trabajar en equipo y ninguna siente que puede hacer sola su trabajo.
Nancy: Tiramos para el mismo lado.
Carla: Armamos un equipo y cada uno ocupó su posición dentro de la cancha para ganar el partido. Nos gusta construir entre todos.
–¿Discutieron alguna vez?
Nancy: No, nunca.
Carla: Había mucha alegría, mucho disfrute… También había momentos en que nos teníamos que dar fuerza porque grabar una tira diaria es muy cansador.
Nancy: Las tiras que duran tanto inevitablemente tienen mesetas.
–¿Cómo vivieron las reacciones del público?
Carla: Nos agradecían mucho que habláramos de cosas que habitualmente no se tocan en la tele… Hablar de verdad de las relaciones entre hombres y mujeres, entre mujeres y mujeres, entre hombres y hombres.
Nancy: Las tiras argentinas suelen ser muy conservadoras, quieren caerle bien a todo el mundo. En 100 días… nos jugamos para mostrar realidades que si te las perdés, te quedás afuera de lo que está pasando.
Carla: También había parejas que nos decían: "Nos pasó lo mismo, nos tomamos 100 días".
–¿Les pasó en la vida real tomarse tiempo con sus parejas para superar alguna crisis?
Nancy: Yo llevo diecinueve años con Pablo (Echarri) y obviamente pasamos crisis, momentos difíciles que solucionamos desde otro lugar. Y cada día –quizás por eso llevamos tantos años juntos– los problemas se resuelven mejor porque vamos a lo más profundo. Paramos, conversamos a fondo, por ahí son días de guerra para volver a vivir un subidón divino.
–¿Ese es el secreto del éxito?
–Ese es uno de los secretos, la relación y las grandes charlas van de la mano. El buen sexo también es una de las claves fundamentales.
–¿Y vos, Carla?
–Yo estoy por cumplir ocho años con Martín (Lousteau), mucho menos que Nancy. Además, nos encontramos de grandes, pero hablamos mucho también. Ahora las energías están puestas en nuestro hijo Gaspar (6) y si no trabajamos lo que nos va sucediendo, cuando el chico sea más grande y nos reencontremos con Martín, va a ser complicado.
–La carrera del actor suele tener éxitos y fracasos. ¿Cómo los viven?
Carla: Con los años aprendés a entender qué significan los éxitos y los fracasos. Cuando te va bien, lo disfrutás, te olvidás un poco de que estás trabajando, pero sabés que es algo que sucede muy pocas veces en la vida de un actor. Trabajar con Nancy es un placer enorme y entendés por qué la quiere tanta gente y, cuando entra al canal, salen de todos lados para saludarla, para besarla.
Nancy: Creo que a las dos nos interesa el éxito, pero también estamos atentas a otras cosas: nos gusta pasarla bien, nos ocupamos de que haya buen clima…
Carla: Los fracasos son algo más de nuestra profesión, pero yo nunca sentí fracasar. Cada vez que elegí un lugar para trabajar busqué rodearme de gente que me hiciera bien, pero obviamente cuando algo no funciona es más difícil porque no hay alegría.
Nancy: Alguna vez te cruzás con alguien que es más negativo, que tiene una energía que no podés penetrar y resolver eso es un trabajo extra que me gusta hacer. Lo mismo que pasa en las relaciones de pareja sucede en el trabajo. Por suerte, todos –Juan, Luciano y Carla–, cuando veíamos que algo no estaba funcionando, enseguida levantábamos el teléfono para hablarlo.
–Esta noche arrasaron con los premios, pero ¿cómo se llevan con los galardones, las nominaciones?
Carla: Siempre es un buen momento para reencontrarse. Nos ponemos todo encima, nos vemos divinas… [Se ríe].
Nancy: ¡Claro! Después de estar varios meses con la "joggineta" puesta. Los premios son muy subjetivos, no a todo el mundo le gusta lo mismo y si partimos de ahí…
Carla: Lo que está bueno es tener nuestros premios, alimentar nuestra industria, nuestros programas, nuestros actores. Cuanto más reales sean los premios y mejor estén organizadas las ceremonias, más se festeja. En definitiva, se trata de que haya más ficciones, más trabajo para los actores. Después, quién es mejor, quién es peor, quién ganó, quién perdió, eso no es real porque no habríamos ganado nada si no hubiéramos hecho este programa entre todos como un gran equipo.
–¿Cómo manejan estar un año tan expuestas y después "guardarse" por un tiempo?
Nancy: ¡Maravilloso! [Se ríe]. Igual, pasa cada vez menos eso de guardarse porque no hay tanto trabajo, pero no nos podemos quejar. Tenemos la suerte, la buena estrella, de poder de decirles que no a algunos proyectos y no cansar al público con nuestra imagen. Somos dos privilegiadas.
–¿Les da miedo el después cuando se termina un proyecto?
Nancy: Difícil imaginarse el después porque siento que todavía nuestras carreras están en la cresta de la ola. Si sabés que esto en algún momento puede terminarse y lo llevás con dignidad, tenés un terreno ganado.
Carla: Yo prefiero enfocarme siempre en que va a estar todo bien y pensarme como las estaciones del año o el sol que sale, se esconde y vuelve a salir. ¡Si no, sería una locura! Vivir siempre con el sol encima de la cabeza es imposible. Necesito guardarme.
Nancy: Hay que recargarse para poder volver a dar lo mejor de uno.
Producción: Romina Giangreco para agencia RFG Stylecoaching y Caro Marafiotti. Maquillaje: Emmanuel Godoy. Peinado: Diego Impagliazzo. Agradecimientos: Hilton Buenos Aires y su chef pastelero Gustavo Nari; Fabián Zitta, Adrián Brown, Joyería Jean Pierre, Oscar de la Renta by L´academie boutique, Valdez, Rugen-Premium Furniture Rental, Sentido Buenos Aires y Casa Chic.
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