Encadenados y aislados: denuncian que esclavizan monos para recolectar cocos
Encadenados. Explotados. Maltratados físicamente y despegados de su grupo de pertenencia. Así hacen su cuestionado aporte a la industria de la recolección de cocos en Tailandia decenas de pequeños monos, según la denuncia realizada por la organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA).
A raíz de la acusación de esta organización en defensa de los animales, basada en una investigación realizadas con cámaras ocultas, diversas empresas británicas que manejan unos 16.000 supermercados han decidido no comercializar más productos derivados de cocos provenientes del citado país del sudeste asiático.
PETA comunicó su investigación y la noticia de la decisión de los supermercadistas británicos a través de su página oficial. Allí, explicaron primero que su trabajo de recolección de información se extendió a ocho granjas de coco de Tailandia, donde vieron cómo los pequeños simios eran maltratados de modos diversos.
Explotación de los monos
La entidad informó que la capacidad de los monos para tomar cocos de los árboles es mucho más productiva que la de una persona. Los animales pueden recoger unos 1.000 frutos al día, mientras que el ser humano más capacitado en la tarea apenas puede recolectar unos 80 por jornada. Así es como, desde el punto de vista económico, los micos sean tan apreciados.
Sin embargo, PETA describe el costado más oscuro de explotación animal. "Son secuestrados de sus hogares, en la naturaleza, donde viven en grandes grupos sociales. Los mantienen encadenados y aislados, con muy pocas oportunidades de interactuar con otros monos. Estos animales inteligentes y sociales son tratados como máquinas para recolectar cocos", señala la entidad en las conclusiones de su investigación.
El informe también cuenta que muchos monos sufren la extracción de sus colmillos, para que sean menos peligrosos y también para que no intenten cortar las correas que los mantienen sujetos a un poste o a algún elemento fijo para que no se escapen.
"En otras regiones de cultivo de cocos, como Brasil, Colombia y Hawai, los cocos se recolectan utilizando métodos humanos -explica PETA y da detalles de las ventajas de la recolección humana-. Los estudios han demostrado que, además de no explotar a monos, estos métodos son superiores porque los animales no distinguen entre frutas maduras e inmaduras, y los cocos se magullan cuando los monos los tiran al suelo".
La investigación de PETA fue realizada en julio de 2019 por activistas asiáticos de la entidad. Visitaron cuatro "escuelas de monos", donde los animales eran forzados a recolectar estos frutos, destinados a hacer, entre otras cosas, leche de coco, un producto muy requerido en diversos lugares del mundo.
Para describir todo el horror vivido por estos ejemplares, PETA elaboró un video narrado con la voz en off del actor británico Peter Egan. Allí, se da cuenta de que los monos estaban sufriendo situaciones de "estrés extremo" y se exhiben imágenes de monos encadenados a neumáticos viejos o encerrados en pequeñas jaulas apenas más grandes que sus cuerpos.
En una declaración citada por la misma organización, la cadena de supermercados Waitrose, que integra 338 locales en el Reino Unido, confirmó que quiere poner fin a la explotación de los animales y resalta: "Como parte de nuestra política de bienestar animal, nos hemos comprometido a no vender nunca ningún producto que nos conste que procede del trabajo de los monos".
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