Viven hace poco tiempo en la ciudad, llegaron con la idea de invertir en gastronomía y en menos de un año llevaron a un restaurante al top de las preferencias de la ciudad
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Imaginemos a unos 30 mil habitantes que promedian los 40 años, la mitad de ellos son extranjeros y todos viven en una de las pocas comunidades en el sur de la Florida - son algo más de 8 kilómetros cuadrados- que todavía mantiene cierto “ambiente” de las afueras de la gran ciudad. Eso imaginado es Miami Lakes. Conocida como una de las zonas residenciales más bellas de la región por sus calles arboladas y sus más de 100 parques. En ella, calidad de vida, belleza escénica natural, ambiente cultural vibrante y animada vida nocturna. ¿Cómo llegan dos tucumanos a crear allí un restaurante que en menos de un año se convierte en el suceso gastronómico de la temporada? Tres argentinos en Miami tienen la respuesta.
Un trío emprendedor que lo hizo posible
Para que Amazonia Nikkei naciera era necesario que tres argentinos se juntaran. Nicolás Malkind y Matías Gorban, ambos provenientes del Jardín de la República, conocieron a Agustina Dapolito, el hada madrina que reunió voluntades y dio vida a la idea. Pero la historia comienza mucho antes.
Matías Gorban nació y vivió toda su vida en Tucumán hasta hace dos años que se mudó a Miami. Casado con Priscila, tiene una bebe de un año llamada Galit. Detrás de Matías, llegaron sus padres que se reparten mitad del año allá y acá. Una de sus hermanas también vive hace un año allí con su esposo y sus 3 hijos. Una infancia amable y colorida se vio impactada por la muerte de uno de sus hermanos en un accidente automovilístico. A pesar de ello, sus padres impulsaron a la familia hacia adelante. Matías estudió economía para tener las mejores herramientas para su gran pasión: emprendedor. En Argentina fundó canchas de fútbol, una sandwichería típica de la gastronomía tucumana, la primera cervecería artesanal del norte llamada Porter Brew House y más adelante una segunda marca llamada TBC (Tucumán Brewing Company). Una destilería y una fábrica de alimentos siguieron la cadena de emprendimientos. Cuando llegó la pandemia, sus negocios sumaban 150 empleados. No fue nada fantástico, pero pudo parar la pelota y reflexionar sobre qué quería de su futuro.
Nicolas Malkind, su gran amigo de toda la vida, también tucumano, organizaba los torneos de futbol en las canchas que poseían. Más tarde adquirió la primera franquicia de TBC. Llegó a Miami un poquito después de Matías con su esposa Lourdes. Ni bien sucedió se pusieron a trabajar par encontrar un emprendimiento viable de hacer juntos.
A Agustina Dapolito, la tercera socia de Amazonia Nikkei, Matías la conoció recién llegado a Miami. “Fue un ángel para nosotros -recuerda Matías-. Desde que llegamos ella y Alejandro, su marido, nos ayudaron un montón: incluirnos en sus grupos de amigos, invitarnos a todas las celebraciones, llevarnos a conocer lugares, aconsejarnos, etc. Ella ya tenía experiencia gastronómica allí. Emigró sola hace 8 años. Al principio trabajo para una gran empresa multinacional en otro estado, hasta que decidió mudarse a Miami y emprender en gastronomía”.
No se dedicaron a las empanadas
La idea de Amazonia surgió en una charla común, todos hacían gastronomía pero ninguno se había especializado en comida nikkei. “En Estados Unidos -sigue Matías- además del concepto es tan o más importante la locación. En Miami es muy fácil identificar si la zona es turística, comercial o residencial, también hay que tener en cuenta la demografía y la procedencia de los ciudadanos que habitan cada zona. Armamos varios conceptos que nos gustaban y salimos a buscar el local, cuando encontramos el sitio que tenemos en Miami Lakes nos encantó y empezamos a hacer un estudio de mercado sobre la población que habitaba y sobre la oferta gastronómica que existía. Con esa información nos dimos cuenta de que Amazonia podía ser una gran oportunidad porque faltaba algo de este estilo en la zona”.
Más allá de la pujanza y los encuentros favorables, el comienzo presentó muchos desafíos. “Argentina es un país complejo, y cuando llegás acá creés que nos podemos llevar el mundo por delante y que deberíamos tener éxito seguro en Estados Unidos, lamentablemente esa no es la realidad. Si bien aquí hay una población enorme con gran poder adquisitivo, mucho consumo, turismo, etc., es un país súper competitivo y las reglas son muy distintas, entonces lleva tiempo adaptarse y entenderlas. Nuestro mayor desafío fue conseguir el local, estábamos en una época muy particular ya que Florida se manejó muy libremente durante la pandemia y eso generó que se vuelva muy tentador tanto para el extranjero como para los ciudadanos de otros estados: vino mucha gente de Nueva York y California con la que es muy difícil competir por la estructuras que tienen y porque además los precios de los alquileres subieron de manera considerable por el aumento de la demanda”.
- ¿Qué retos enfrentaste allí?
- El primero fue el social. En Tucumán tenemos muchos amigos y nos frecuentamos mucho, teníamos miedo de aquí no poder tener eso que nos encantaba. Por suerte había algunos que habían llegado antes que nosotros y rápidamente pudimos encontrar grupos espectaculares donde sobran los asados, el fútbol y el truco. El siguiente reto fue el nacimiento de Galit. La medicina no es fácil aquí, los costos son muy elevados y el seguro médico es algo muy difícil de entender, los doctores no son tan cálidos, por lo que fue todo un desafío, por suerte todo salió bien.
- ¿Cómo fue la experiencia de atravesar la pandemia?
- La primera mitad la pase en Argentina y fue durísimo. En Tucumán cerraron los restaurantes, aún con muy poquitos contagios. Fue por tres meses en la primera etapa y después hubo dos o tres más. La segunda mitad de la pandemia la pase en Miami, pero creo que no es comparable porque cuando llegué ya existían las vacunas y pudimos comenzar una vida casi normal.
-¿Creés que hay algo en el ADN argentino que nos favorece en el camino de afincarnos en otro país y crear un negocio?
- Es una pregunta compleja, por un lado, como te conté, creemos que sí nos fue bien en Argentina nos debería ir bien en todos lados y eso no es cierto. Si bien vivimos en un país complicado, los otros sean difíciles o no, tienen sus propias reglas, lleva tiempo entenderlas y adaptarse. Por otro lado. creo que el argentino tiene algunas características muy buenas. Nuestra resiliencia es muy importante, porque al principio cuesta mucho, pero esa fuerza hace que no dejemos de intentar y logremos salir adelante, también creo que los argentinos somos muy creativos. A veces, por falta de recursos, no tenemos acceso a ciertas cosas que con el ingenio y la creatividad logramos resolver, entonces cuando llegamos a un país con más posibilidades podemos, usando nuestra creatividad, lograr grandes cosas.
El furor peruano japonés
Amazonia es un restaurante fusión de comida peruana japonesa. Los tres son fanáticos del estilo nikkei y los tentaba innovar en ese sentido. “Particularmente creo que la gastronomía peruana es una de las mejores del mundo por la diversidad de insumos autóctonos y sabores -cuenta-, creo que como argentinos deberíamos imitar un poco el camino que hicieron para desarrollar mejor nuestra propia gastronomía aún más. Tenemos muy buen capital humano así que solo faltaría aprovechar todos los recursos que nos da nuestra naturaleza”.
-¿Cuál fue el primer paso, luego de contar con el local?
-Hicimos un curso a distancia con un gran sushi man argentino llamado Federico Iwakuni que nos enseñó un montón y a la hora de inaugurar contratamos una serie de consultores para que nos asesoren un poco más porque es una gastronomía bastante compleja por la variedad de insumos que maneja. Antiguamente se asociaba al argentino que emprendía en el exterior siempre con parrilladas, creo que esto cambió hace ya algunos años, hoy hay grandes emprendedores argentinos por el mundo con un montón de conceptos diferentes. No descarto en un próximo proyecto hacer algo nuestro, pero no me imagino una parrilla tradicional, me imagino algo más cercano a la fusión de nuestras comidas tradicionales con técnicas de otras gastronomías.
El día de la inauguración formal del local, se acercó Francis Xavier Suárez, el actual alcalde de la ciudad de Miami, de una manera imprevista. Además de participar del evento, él mismo preparó sushi, cocteles y cocinó para los invitados.
- ¿Qué lectura hacés de la plaza gastronómica de Miami?
- Creo que es enorme. Miami tiene más de 5 millones de habitantes y recibe alrededor de 30 millones de turistas por año. También hay mucha competencia por lo que no es fácil. Gran parte de los restaurantes no sobreviven dos inviernos. Los elevados alquileres y el costo del personal diría que son los dos mayores desafíos a surfear.
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