LA NACION

Una abuela fue la protagonista de una ingeniosa broma navideña y su reacción se convirtió en viral

El amigo invisible es una gran solución para los regalos de Navidad; algunos le suman diversión con insólitas ideas que, en este caso, hicieron virales los gestos de asombro de una mujer

  • 4 minutos de lectura'
LA NACION
Los regalos elegidos por la familia sorprendieron a la abuela por el parecido con objetos de su propio hogar
Los regalos elegidos por la familia sorprendieron a la abuela por el parecido con objetos de su propio hogar

Se suele jugar en el trabajo, en el colegio, entre compañeros de alguna actividad o en familia. En todo el mundo, el amigo invisible o “Secret Santa”, como lo llaman en Estados Unidos y en algunos países europeos, se popularizó como una de las mejores alternativas para hacer regalos cuando los grupos son numerosos, cuando se quiere promover vínculos entre desconocidos o se desea agregar diversión a un intercambio de regalos y también cuando los presupuestos no alcanzan.

Entre las fechas en las que se juega al amigo invisible, la Navidad se destaca como una de las celebraciones en las que resulta furor debido a que, entre otras razones, reduce la cantidad de obsequios a uno solo por persona y, por eso, permite concentrar la búsqueda y el dinero en un único regalo, algo que alivia a la mente y a la cuenta bancaria. Además, puede ser una oportunidad para alegrar la mesa navideña. Un clip viral de TikTok así lo demuestra.

Download

El escenario del video es el comedor de un hogar en España. La mesa repleta de platos dulces señala que son más de las doce, que el brindis pasó hace rato y que es el momento de abrir los regalos. “Hacedlo en su casa”, aconseja @juanmasaurus, el tiktoker que compartió una divertida grabación familiar en su perfil, donde cuenta con cerca de ochenta mil seguidores. La frase que acompaña las imágenes revela el sentido del video desde el principio, con un detalle que le dio una vuelta de tuerca al popular juego: “Nos regalamos para el amigo invisible cosas que tiene mi tía abuela en su casa”.

Mientras la cámara enfoca en primer plano los gestos de la protagonista, distintos miembros de la familia abren sus obsequios en medio de un clima festivo de cantos, gritos y aplausos. Ante el primer objeto desenvuelto, la tía abuela se queda paralizada y unas palabras interpretan la actitud: “Le salta una alarmita”. Luego, el asombro frente a una canasta de porcelana con flores le provoca decir que es igual a una suya, pero los presentes no le hacen caso. “Empieza a cortocircuitar”, aclara el creador de las imágenes. Se abren un par de regalos más que dejan atónita a la víctima de la broma, quien repite sin parar la frase “lo tengo igual en casa”, pero que no pierde el entusiasmo y continúa aplaudiendo con expectativa, esperando el próximo.

“Qué coincidencia, de verdad, eh”, comenta la protagonista sorprendida por las semejanzas con sus cosas. “Aquí pensé que la perdíamos”, se lee en el video cuando una de las invitadas abre una botella de mimbre que genera que la tía abuela se apoye sobre la mesa y se tape la cara con las manos, incrédula al ver los adornos de su hogar convertidos en regalos.

En la siguiente escena, tras la revelación del secreto, lejos de estar molesta, la mujer aparece riéndose a carcajadas mientras la familia cómplice aplaude y hasta le hace la ola. “Le dijimos que era una broma y casi se mea de risa”, concluye la filmación que hasta el momento acumula más de 235 millones de reproducciones.

Aunque la costumbre se utiliza en todo el mundo, no se conoce con certeza el origen del amigo invisible. Algunos aseguran que se trata de la evolución de un juego romano que se celebraba en el festival de Saturnalia. Otros ubican su creación en Venezuela en el siglo XIX, donde se lo comenzó llamando “compadre secreto de papelito”.

En Estados Unidos se cree que esta tradición, a la que denominan “Secret Santa”, apareció en la década del setenta, cuando un millonario comenzó a regalar dinero de forma anónima a personas que lo necesitaban. En Escandinavia también tienen su propia teoría fundamentada en el antiguo juego “julklapp”, en el que los amigos invisibles son considerados los duendes ayudantes de Santa Claus y en el que cada paquete lleva un acertijo, un poema o una dedicatoria que sirve como pista para descubrir a quién va destinado el obsequio.

LA NACION
Cargando banners ...