Por qué mi planta de interior se marchita
Si bien cada una es un mundo, hay maneras de identificar los problemas que tienen y así poder solucionarlos de manera sencilla y rápida; una por una las razones por las cuáles se debilitan
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Las plantas de interior son más que un toque de naturaleza en nuestras casas: nos brindan belleza, frescura y hasta mejoran nuestro estado de ánimo. Sin embargo, mantenerlas saludables no siempre es tarea sencilla y es importante saber qué hacer cuando se encuentran debilitadas.
Cuando se habla de una planta marchita, se refiere a una que perdió la rigidez de sus hojas o tallos y presenta un aspecto lánguido y decaído, casi enfermizo. El marchitamiento es una señal de que algo no está bien: la planta sufre por la falta o exceso de ciertos elementos esenciales, como el agua o la luz, o quizá por otras condiciones de su entorno. Entender las razones por las que ocurre es el primer paso para solucionar el problema.
Riego inadecuado
Una de las causas más comunes por las que las plantas de interior se marchitan es el riego inadecuado, ya sea en exceso o por falta de agua. Es importante conocer las necesidades de riego de cada planta. Algunas requieren suelo siempre húmedo, mientras que otras necesitan que se seque un poco entre riegos. La regla general es comprobar la humedad del sustrato antes de regar: si está seco a unos dos o tres centímetros de profundidad, es hora de darle agua, según a la web especializada Gardener’s World.
Ambiente seco
El ambiente dentro de las casas puede ser demasiado seco para ciertas plantas, especialmente en invierno o en verano cuando la calefacción y el aire acondicionado reducen la humedad del ambiente. Para aumentarla alrededor de las plantas, se pueden agrupar, utilizar un humidificador o pulverizar agua sobre sus hojas de forma regular. También colocar un plato con agua cerca de las plantas ayuda a mantener un ambiente más húmedo.
Calidad de la tierra
La calidad del sustrato influye directamente en la salud de las plantas. Un sustrato pobre o compactado no permite un buen drenaje ni una adecuada circulación de nutrientes y oxígeno, lo cual puede causar que la planta se marchite, de acuerdo al sitio de jardinería Plant Club. Es recomendable cambiar el sustrato cada cierto tiempo y asegurarse de usar una mezcla adecuada para plantas de interior. Si el sustrato está muy compacto, se puede aflojar ligeramente o considerar trasplantar la planta a una maceta con tierra nueva y aireada.
Ubicación incorrecta
La ubicación también es clave para el bienestar de las plantas. Demasiado calor, corrientes de aire o temperaturas extremas pueden hacer que se marchiten. Es importante mantener las plantas en un lugar donde no reciban corrientes de aire directas ni estén cerca de fuentes de calor. La mayoría de las plantas prefieren ambientes estables, con temperaturas moderadas.
Falta o exceso de luz
La luz es fundamental para la fotosíntesis, pero cada planta tiene sus propias necesidades lumínicas. Algunas se marchitan por no estar suficientemente al sol, mientras que otras sufren si están expuestas a luz directa de forma prolongada. Se deben observar las necesidades de cada especie, de acuerdo al medio especializado The Spruce. Si la planta tiene hojas quemadas, probablemente necesita menos luz o una iluminación indirecta. En cambio, si las hojas están amarillentas o caídas, es posible que necesite más tiempo de exposición.
¿Qué plantas de interior se marchitan más fácilmente?
No todas las plantas son iguales. Algunas son más susceptibles al marchitamiento debido a sus necesidades más exigentes:
- Helechos: Necesitan alta humedad y riego frecuente. Son plantas que requieren un ambiente húmedo y constante, y si el ambiente se seca demasiado, pueden empezar a marchitarse rápidamente.
- Calatheas: Sensibles a los cambios de temperatura y humedad. Estas plantas son conocidas por su belleza, pero también por lo exigentes que pueden ser. No soportan bien las corrientes de aire ni los cambios bruscos de temperatura, y necesitan una humedad alta y constante.
- Orquídeas: Requieren condiciones específicas de luz y riego. Las orquídeas necesitan un equilibrio entre luz y sombra, además de un riego preciso. Su sustrato debe ser especial para permitir una buena aireación de las raíces, y el agua debe ser suficiente sin encharcar.
Por otro lado, algunas plantas son más resistentes y toleran mejor las condiciones variables del interior:
- Sansevieria: Resiste la falta de riego y la luz baja. Esta planta es extremadamente adaptable, capaz de soportar largos períodos sin agua y crecer en condiciones de poca luz.
- Potus: Muy fáciles de cuidar y toleran distintas condiciones. El potus es una de las plantas más resistentes para interiores. Puede prosperar tanto en condiciones de luz baja como moderada, y tolera olvidos ocasionales de riego.
- Zamioculca: Requiere poco riego y es muy resistente a la sequedad y a la luz baja. Esta planta almacena agua en sus tallos y raíces, lo que le permite sobrevivir largos períodos sin riego. Además, no necesita mucha luz, por lo que es perfecta para rincones oscuros.
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