Los mejores consejos sobre cómo y dónde guardar los embutidos para que duren más tiempo
Son grandes aliados en la mesa de muchos argentinos y algunas veces se echan a perder por una mala conservación; qué hacer para que no pierdan su calidad y sabor
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En Argentina, los embutidos y las carnes frías son protagonistas indiscutidos de numerosas mesas, formando parte de la gastronomía cotidiana. Desde las clásicas pizzas hasta las tradicionales picadas que acompañan una buena copa de vino, estos productos ocupan un lugar esencial en las cocinas. La mayoría almacena alguno en la heladera, siempre listo para complementar una comida rápida o improvisar una tabla para compartir. Sin embargo, es fundamental conocer las mejores formas de conservarlos. A continuación, se detallan los métodos más efectivos para almacenar estos alimentos, junto con algunos consejos claves para mantener su frescura y sabor.
Según los especialistas, la manera más adecuada de conservar los embutidos es mantenerlos enteros. Al cortarlos, como en el caso del jamón, chorizo o salame, estos productos tienden a secarse al entrar en contacto con el aire, un problema similar al que ocurre con los quesos. Por ello, se recomienda cortar solo la cantidad necesaria, cubrirlos con su propio envoltorio y guardarlos en un lugar fresco y protegido de la luz, como la heladera.
Como consejo adicional, para garantizar el sabor y la frescura de los embutidos se recomienda colocarlos en un plato cubierto con papel film o en un tupper hermético, de esta manera estarán protegidos del aire. Asimismo, es importante que, en el caso de tener varios, separarlos en recipientes diferentes, ya que de esta forma se puede evitar que se mezclen los aromas y así disfrutar mejor de cada sabor.
Cómo hacer para conservarlos por más tiempo
Cuando se busca conservar los embutidos por más de un par de semanas, una opción recomendada es utilizar bolsas de vacío. Este método no solo protege los alimentos al evitar que se sequen, sino que también los resguarda del moho, preservando su frescura y calidad. Este consejo es especialmente útil para quienes compran grandes piezas, como una pierna de jamón, que puede tardar más en consumirse.
Por otro lado, para los que desean prolongar la conservación de los embutidos durante varios meses, lo más adecuado es combinar el envasado al vacío con la congelación. Esta estrategia resulta especialmente práctica al aprovechar ofertas en el supermercado, ya que en muchas ocasiones es más económico adquirir grandes trozos en lugar de pequeños paquetes. Con estos tips, se puede disfrutar de los embutidos favoritos durante más tiempo, sin sacrificar su sabor ni su calidad.
Los mejores trucos para guardar verduras en la heladera
No solo existen tips para conservar bien los embutidos, sino también para las verduras, un aliado esencial en la cocina. Con las técnicas adecuadas, es posible mantener frescos vegetales por más tiempo, asegurando que estén siempre listos y llenos de sabor para cada comida. En este caso, todo depende del tipo de alimento, ya que algunas pueden conservarse fuera de la heladera, mientras que otras requieren refrigeración para durar más tiempo.
Por ejemplo, vegetales como la cebolla, el ajo y la papa pueden mantenerse perfectamente a temperatura ambiente y si se colocan en una bolsa de plástico perforada, su vida útil se extenderá al permitirles respirar. Sin embargo, hay que tener cuidado con las frutas como la manzana y la banana, que desprenden gas etileno, acelerando la maduración y descomposición de otros alimentos. Sobre esto, la cuenta de Instagram Vostokfrío compartió recomendaciones sobre cómo conservar de manera segura diversas frutas y verduras en la heladera y el freezer:
- Lechuga: se marchita rápidamente a temperatura ambiente, por lo que es mejor guardarla en la heladera, dentro de un recipiente hermético o una bolsa con cierre.
- Espinaca: al igual que la lechuga, la espinaca se conserva mejor en la heladera.
- Brócoli: debe almacenarse en un recipiente o bolsa de plástico para mantener su frescura y nutrientes.
- Zanahoria: sin lavar y cortando toda vegetación de la punta, se recomienda guardarla en una bolsa hermética, sin aire, y colocarla en la parte más fría de la heladera.
- Raíces y tubérculos: sacar las hojas y guardarlas en una bolsa de plástico. Para una conservación más corta, de hasta dos semanas, pueden dejarse sueltos en el cajón de las verduras.
- Repollo: las cabezas sin cortar pueden dejarse sueltas en el cajón de las verduras, pero si están cortadas, es mejor guardarlas en un recipiente sellado o una bolsa hermética.
- Zapallo o calabaza: se deben almacenar fuera de la heladera, a temperatura ambiente y lejos de frutas que producen etileno.
- En el freezer: vegetales como el ajo, acelga, berenjena, brócoli, zapallo, papa, perejil, zanahoria, coliflor o espinaca pueden congelarse. Es preferible cortarlos previamente y guardarlos en recipientes o bolsas de plástico.
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