La última y alarmante predicción de Stephen Hawking antes de su muerte

Pese a que Stephen Hawking murió el 14 de marzo de 2018, los “pronósticos” que hizo sobre lo que sería el mundo con la existencia de la inteligencia artificial (IA) retumban hoy en día.

Tiempo antes de que el ChatGPT y los sistemas de automatización formen parte de la vida cotidiana de los seres humanos, el astrofísico se adelantó y vaticinó algo terrible para la humanidad. En 2012 y en diálogo con la BBC, mencionó que “el desarrollo de una inteligencia artificial completa podría significar el fin de la raza humana”.

En ese sentido, explicó que aquella innovación tecnológica despegaría por sí sola y se rediseñaría a un ritmo cada vez mayor: “Los humanos, que están limitados por una lenta evolución biológica, no podrían competir y serían reemplazados”.

Por otra parte, en 2015 advirtió a la humanidad sobre los peligros de permitir que la IA crezca aún más. “Temo que la IA pueda reemplazar a los humanos por completo”, indicó en una entrevista con la revista Wired. Incluso en su libro Breves respuestas a las grandes preguntas sugirió que podríamos volvernos tan “tontos como piedras” en comparación con las máquinas si no nos mantenemos en alerta.

“Podemos enfrentarnos a una explosión de inteligencia que en última instancia resulte en máquinas cuya inteligencia supere a la nuestra en más de lo que la nuestra supera a la de los caracoles. Es tentador descartar la noción de máquinas altamente inteligentes como mera ciencia ficción, pero esto sería un error, y potencialmente el peor error de todos los tiempos”, escribió.

Según él, una IA muy avanzada llevaría a la automatización de trabajos y a la toma de decisiones independientes, lo que desembocaría en situaciones que influirían en cuestiones económicas, éticas y, especialmente, de seguridad. Allí es donde el científico señalaba que estos avances tecnológicos podrían tomar el control del mundo y provocar la destrucción de la humanidad.

Otras predicciones de Stephen Hawking

El brillante hombre de ciencia, que padeció durante muchos años Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), realizó varias predicciones antes de su muerte. Además de referirse a la IA, también le dio importancia a otras problemáticas como el cambio climático y la creación de virus mortales, cuestiones que en la actualidad no pasan desapercibidas.

El físico consideraba el calentamiento global como una de las amenazas más fuertes para la vida en el planeta. Así, advirtió sobre el aumento de las emisiones de efecto invernadero que, provocadas por el hombre, estaban calentando la tierra a un ritmo alarmante. El hombre de Cambridge adelantó que el calentamiento global traería sobre el planeta inundaciones, sequías y tormentas más intensas, amenazando la habitabilidad de muchas regiones.

Por otra parte, también alertó sobre el peligro que puede traer aparejada la manipulación genética de virus con fines médicos. Mencionó que, además, si esos microorganismos caen en manos equivocadas podrían ser utilizados como armas químicas.

En una entrevista en 2001, el astrofísico pronosticaba en una entrevista en The Telegraph que sería un virus con efectos altamente mortales para los seres humanos lo que provocaría el final de nuestra especie, y no una bomba atómica. En ese contexto, aseguró que estaba “más preocupado, a largo plazo, por la biología que por las armas nucleares”.

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