Recientemente, recibieron un premio que reconoce su larga trayectoria como padres de acogida; para ellos, la parte más gratificante de la crianza temporal es reunir a los niños con sus familias
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Fue en 1978 cuando Robert Isdael y su esposa, Margaret, acogieron a una niña por primera vez. Desde entonces, la pareja británica cuidó a más de 150 niños como “padres de acogida”, ofreciéndoles su hogar a chicos cuyas familias biológicas no pueden hacerse cargo de ellos.
A algunos los cuidaron por años, mientras a otros solo por unos días. Y aunque ambos ya tienen 80 años, no piensan en “jubilarse”. Actualmente, de hecho, un bebé de solo 8 meses está viviendo con ellos. Ante la pregunta de cómo hacen para seguir cuidando a recién nacidos, Margaret dijo, sonriendo: “¡No lo sé! Simplemente, disfrutamos haciéndolo y no puedo imaginarme no hacerlo ahora”.
La pareja -que lleva 58 años casada y tiene dos hijos- recibió recientemente un premio que reconoce su larga trayectoria como padres de acogida. El galardón fue entregado por el Condado de Lincolnshire, ubicado en el este de Inglaterra, donde viven desde 1991. “Es realmente una lección de humildad. No se trata de nosotros, se trata de los niños que cuidamos, ellos son los más importantes”, indicó Robert Isdael tras recibir el premio.
Michelle Sawmynaden, del Servicio de Crianza de Lincolnshire, les rindió homenaje y dijo que estaba “asombrada” por ambos. “Su dedicación al servicio de acogida durante 46 años fue absolutamente increíble”, expresó. “La diferencia que han marcado en la vida de los niños ha sido fantástica. Muchos de esos niños regresaron a sus familias biológicas o han sido adoptados”, agregó. Para Robert Isdael, lo importante es permitirles a los niños “vivir lo que es ser parte de una familia”. Están ahí “para darles un período provisional de seguridad”, sostuvo.
La pareja todavía recuerda a la primera menor que cuidaron: una niña de 14 años. Ella permaneció con ellos solo una semana antes de ser devuelta a sus padres biológicos. A lo largo de los años, atendieron a niños con diversas necesidades, incluido un niño que se sometió a un trasplante de riñón. Ambos pasaron semanas en el hospital cuidándolo.
“Mantenerse en contacto”
Para estos padres de acogida, la parte más gratificante de la crianza temporal es reunir a los niños con sus familias. “La gente dice, ‘¿cómo puedes entregarlos?’. Bueno, eso es parte de lo que hacemos y, a veces, cuando entregas [a un niño], los padres adoptivos o biológicos se mantienen en contacto y dicen lo agradecidos que están. Eso en sí mismo es una recompensa”, señaló Robert Isdael. Recientemente, a Margaret y Robert se les pidió que fueran padrinos de una niña que habían cuidado.
Niña adoptiva
En 1987, la pareja adoptó a una niña llamada Kim después de tres años cuidándola como padres de acogida. “Simplemente nos gustó”, explicó Margaret.
Kim nació con síndrome de Down y una afección cardíaca compleja. Cuando nació, los médicos dijeron que no viviría más de nueve meses. Pero, murió en 2005, a los 21 años. Sus padres adoptivos viajaron con ella por todo el mundo. “Ella nos enseñó mucho. Era encantadora, tenía buen sentido del humor e iba a todas partes con nosotros”, recordó Robert Isdael.
A pesar de su avanzada edad, ambos aseguran que no tienen planes de jubilarse e insisten en que continuarán cuidando niños mientras su salud lo permita.
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