La Cámara de Ámbar: creyeron haber encontrado la entrada a la misteriosa sala de “oro” que robó Hitler
Un grupo de buscadores de tesoros se ilusionaron al encontrar una compuerta en medio del bosque, en Polonia; el interés detrás del tesoro que albergó San Petersburgo y que era considerado “la octava maravilla del mundo”
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Uno de los grandes misterios que dejó tras de sí el final de la Segunda Guerra Mundial es el destino de la Cámara de Ámbar, la majestuosa habitación recubierta con paneles de ese mismo material y láminas de oro trabajados artísticamente, que se encontraba en un palacio en San Petersburgo y que fue desmontada y saqueada por el ejército nazi en 1941. La ostentosa mampostería fue trasladada a la ciudad alemana de Könisberg y, desde el año 1945, cuando culminó la contienda bélica, no se supo más nada de la Cámara.
Hasta hace poco tiempo, un grupo de cazadores de tesoros creyó haber encontrado en Polonia lo que podría ser una pequeña puerta de acceso a un búnker en el que estarían guardados los paneles que revestían esa magnífica habitación, que fueron valuados en poco más de 300 millones de dólares.
El lugar donde los rastreadores de tesoros supusieron que habían encontrado el acceso al sitio en el que se escondían los restos de la Cámara de Ambar se encuentra cerca de la ciudad polaca de Wegorzewo, al noreste de ese país. El problema con el que los buscadores se encontraron en un principio fue que, como esa compuerta no se había abierto durante decenas de años, se había acumulado mucha tierra sobre ella y había crecido allí un árbol. De modo que, en un primer momento, no se pudo acceder a ella, ni mucho menos abrirla.
“Podemos decir categóricamente que hemos logrado un gran avance en la búsqueda, puesto que gracias a un georradar profesional pudimos determinar la ubicación de un túnel subterráneo”, explicó en su momento al medio polaco RMF24 Bartlomiej Plebanczyk, del Museo de la Segunda Guerra Mundial de Mamerki, un asentamiento cercano a Wegorzewo.
“Después de excavar en el lugar indicado por el dispositivo, encontramos una trampilla que seguramente no se ha abierto desde la guerra”, señaló el director del museo, que añadió: “Han pasado varias docenas de años desde que se enterró la entrada. En ese momento, en la placa original de losa -de un metro y medio por un metro y medio que cierra la entrada-creció un árbol. Hasta que no se corte el árbol, no hay posibilidad física de abrir la entrada”.
El cuartel general de los nazis
Las posibilidades de que en ese lugar, ubicado en una zona boscosa cercano a Wegorzewo, se encontrara oculta la Cámara de Ámbar mandada a construir en el siglo XVIII por Federico Guillermo I de Prusia para el zar ruso Pedro I el Grande, tenía que ver con que en esa región de Polonia los nazis establecieron el cuartel general del frente oriental para las fuerzas terrestres de esa región.
Los estudiosos de la Segunda Guerra creen que entre 1940 y 1944 se construyeron allí, sobre una superficie de 200 hectáreas de la región de Mamerki, unos 30 refugios de hormigón armado, que fueron abandonados por las tropas alemanas en enero de 1945. Ante su inevitable derrota y el avance de los aliados, los nazis huyeron con tanta premura de territorio polaco que no tuvieron tiempo para destruir los bunkers ni para llevarse sus objetos. Y hay sospechas de que muchos tesoros saqueados por ellos se habían escondido ahí.
En el caso de la Cámara de Ámbar, los alemanes la habían saqueado del Palacio Blanco de Catalina la Grande, en la Villa de los Zares, cerca de San Petersburgo -Stalingrado en tiempos de la Segunda Guerra- y se sospechaba que la habían llevado hasta Könisberg, una ciudad que fue bombardeada y prácticamente destruida al final de la guerra. Y que quedaba a tan solo dos horas de Wegorzewo.
¿Qué se encontró en el bunker?
Para sumar mayor volumen al misterio, puede decirse que nunca más se encontró la Cámara de Ámbar y las posibilidades que consideran los que siguen su rastro es que haya sido destruida por las bombas o que los nazis la hayan llevado a otro lugar para mantenerla a salvo.
También se creyó que podría estar en cajas en el fondo del mar báltico, donde habría terminado luego de que los soviéticos hundieron el crucero de guerra alemán Karlsruhe, donde algunos creen que viajaba la lujosa habitación.
Como sea, la aparición de esta compuerta abría una nueva esperanza para el encuentro de esta habitación, que fue considerada en su momento, por su valor, sus componentes -ámbar, oro, joyas, fastuosos espejos, obras de arte- y su esmerado diseño, la octava maravilla del mundo.
Pero poco tiempo más tarde, el árbol fue arrancado de ese lugar en el que bloqueaba la trampilla de acceso y la losa fue abierta. Pero lamentablemente, según contó Plebańczyk, luego de realizar dos búsquedas en el interior del bunker, la Cámara de Ámbar no pudo ser hallada. Sin embargo, los buscadores de la Cámara no se da por vencidos y apuestan por poder hallarla en alguno de los refugios que todavía se encuentran escondidos en la zona de Mamerki.
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