Insólito: descubrieron en Turquía piercings de hace más de 11.000 años
Por primera vez, vincularon objetos decorativos para el cuerpo que datan del Neolítico temprano y utilizaron los seres humanos nómadas mucho antes de convertirse en sedentarios
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Un grupo de arqueólogos turcos presentó el análisis de un conjunto de aros corporales de la Edad Media que hallaron en 2012 en el yacimiento Boncuklu Tarla, en el sureste del país euroasiático. Según indicaron los expertos, se trataría del primer registro de piercings en aquella región, ya que los más antiguos aparecieron en África y al sur de Asia, hace 12.000 años. Su funcionamiento y aspecto es similar a los actuales y advirtieron que aquellas poblaciones los utilizaban “como nosotros”.
Día a día, decenas de objetos antiguos se dan a conocer en los medios y entidades educativas de todo el mundo, en especial en países que resguardan a la perfección los vestigios de civilizaciones milenarias, como el caso de Turquía, sitio en donde se descubrió que los habitantes de Anatolia Suroriental ya usaban piercings hace 11.000 años.
Los piercings son aros de metal que sirven para decorar el cuerpo. Algunas comunidades los utilizan de forma cultural, mientras que otras solo por gusto o placer. Sin embargo, un reciente estudio arrojó como resultado que antes eran hechos de piedra y otros elementos naturales, pero que, de igual manera, hacían particulares al cuerpo humano.
Estos elementos de tamaño pequeño se hallaron en las orejas y en las bocas de las personas que fueron depositadas en sus respectivas tumbas, varios siglos atrás. Uno de los aspectos llamativos es que los dientes presentaron desgastes por el conocido adorno labret, que solía llevarse debajo del labio inferior.
La revista Antiquity, que publicó sobre este descubrimiento, informó que desde el Neolítico temprano ya se hacían incisiones y se colocaban estos piercings. Además, es la primera vez que se comprueba que se adherían al cuerpo, ya que en el sureste de Asia se encontraron por separado.
A pesar de que en el yacimiento de Boncuklu Tarla se enterraron habitantes de diferentes edades, los adultos son los únicos que portaban este tipo de objetos, diferente a los niños que no presentaron marcas o rastros de esto. Por esto, se especuló con que podría ser un símbolo que marcaba la edad mayor y los diferenciaba por sobre el resto. Incluso, señalaron que podría tratarse de estatus o por un papel concreto en la sociedad, con el que se aseguraba la protección y construcción de la persona.
En diálogo con CNN, la doctora Emma L. Baysal, profesora asociada de arqueología en la Universidad de Ankara en Turquía, informó que en el sitio desenterraron más de 100.000 ornamentaciones decorativas, junto con otros elementos que participaron de los rituales fúnebres en el Neolítico; y entre ellos, 85 piercings. Esto también definió algunas de las características de aquella gente, que pasó de ser nómada a sedentaria entre el 13.300 a.C al 7100 a.C.
En tanto, la arqueóloga explicó que las creaciones eran espectaculares, ya que muchas de ellas representaban animales y otras tantas no solo iban en la piel, sino que también se adherían a la ropa. Los científicos remarcaron que los piercings estaban hechos de sílex, piedra caliza, cobre y obsidiana. El más pequeño medía 7 milímetros de diámetro y el más grande 50. “Son la mejor fuente absoluta de información que tenemos sobre la gente de estos períodos, hasta que se invente la escritura y la gente se exprese directamente”, dijo.
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