Expertos revelan por qué a muchas personas les gusta el olor a nafta
Esta atracción puede responder a varias razones que van desde los recuerdos hasta su composición
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Para gustos no hay esquemas y el olor a nafta suma tanto admiradores a los que les encanta su particular aroma, como adversarios a los que les resulta repugnante y no soportan estar cerca de este combustible por mucho tiempo, ya que se trata de un producto que contiene más de 150 sustancias químicas mezcladas.
Para muchos, resulta impresionante el hecho de que esta mezcla de hidrocarburos derivada del petróleo resulte tan atrayente y que cause todo tipo de sensaciones neuronales, incluso al no estar en contacto directamente, sino sintiendo levemente el aroma en el aire. No obstante, esta singular atracción por el olor a nafta está respaldada por distintas hipótesis científicas que propusieron especialistas en el tema.
¿Qué dicen los expertos sobre el gusto del aroma de la nafta?
Según los investigadores de la Universidad de Liverpool, en Reino Unido, la razón por la predilección al olor de la nafta tiene un respaldo químico, fisiológico y psicológico.
Fenómeno de Proust
Esta teoría afirma que el olfato evoca emociones con mayor eficacia más que cualquier otro sentido del ser humano, debido a que el sistema olfativo se encuentra cercano a partes del cerebro cuya función es el control de las emociones y la estructura de la memoria.
El olor a nafta lo percibieron la mayoría de las personas en algún momento de su vida. El gusto por este aroma puede estar directamente relacionado con el recuerdo de una vivencia positiva, como lo es un viaje por ruta, en el que la esencia estuvo presente y cuya memoria evoca nostalgia.
El bulbo olfatorio posee un sinfín de conexiones que son partícipes de la formación de la memoria y en cómo responde la parte emocional ante aquellos recuerdos, lo que tiene como consecuencia que los olores formen reminiscencias sentimentalmente fuertes en nuestro subconsciente.
El benceno
Otra de las hipótesis que tomaron fuerza en la preferencia positiva por el olor a nafta es el benceno, un producto químico usado como solvente en la síntesis de diversas sustancias. Este combustible se añade a la nafta para mejorar el rendimiento del motor y posee un aroma dulce que logra impactar a la mayoría de personas con un sentido del olfato particularmente sensible.
El sustento que más respalda esta teoría recae en el gran porcentaje de personas que afirman tener atracción por el olor al esmalte de uñas y a la pintura, productos comerciales que tienen benceno. Es normal y común tener gusto por este olor naturalmente dulzón, de hecho, en siglos pasados se le añadía benceno a distintos productos direccionados a la estética para brindarles la propiedad aromática característica de la sustancia.
No obstante, el benceno es muy peligroso al ser inhalado en altas concentraciones o por permanecer expuesto a este por un largo plazo, por lo que es altamente tóxico para los humanos. Según expertos de la universidad inglesa, esta sustancia química puede producir alteraciones en la memoria a corto plazo, problemas de atención y terribles migrañas.
Vía mesolímbica
La vía mesolímbica es un factor clave en la neurobiología de la adicción, ya que es por ese conducto que el cerebro produce sensaciones placenteras que inicia un ciclo de retroalimentación que le da fuerza a determinados detonantes de placer como los son los videojuegos, el sexo, las drogas y, en este caso, la nafta.
Ojo con la exposición a la nafta
La exposición a la nafta puede derivar en varios riesgos para la salud. De acuerdo con el Texas Department of Insurance, la inhalación prolongada de este combustible puede “provocar irritación en la nariz y en la garganta, dolores de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, confusión y dificultad para respirar”.
Por otro lado, al estar en contacto con la piel de manera repetida puede desembocar en irritaciones, erupciones, enrojecimiento, piel agrietada e hinchazón.
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