Este es el método más efectivo para eliminar el sarro de las canillas
Existe una técnica casera para limpiar la grifería sin químicos; de qué forma estos procedimientos sencillos pueden mejorar el estado de los artefactos sanitarios en poco tiempo
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La acumulación de sarro en las canillas es un problema común que afecta tanto a la estética como al funcionamiento de las instalaciones en el hogar. Con el paso del tiempo, los minerales presentes en el agua, como el calcio y el magnesio, se adhieren a las superficies metálicas y generan esas molestas manchas imposibles de quitar. Aunque la industria ofrece una amplia gama de productos químicos para combatir este inconveniente, cada vez más personas optan por soluciones caseras, económicas y ecológicas que son igual de efectivas.
En el mundo de la limpieza, el vinagre blanco ganó notoriedad por su capacidad para eliminar la suciedad acumulada en superficies, y el sarro de las canillas no es la excepción. Un artículo publicado en el sitio especializado The clinic collective demostró que la acidez natural del vinagre es capaz de disolver las sales minerales que forman los sedimentos sin necesidad de recurrir a productos agresivos.
Para aplicar este método, simplemente se debe llenar un atomizador o rociador con partes iguales de vinagre blanco y agua, y rociar la solución sobre las canillas. El siguiente paso consiste en dejar actuar durante unos minutos y luego frotar con un cepillo o paño. Este proceso es eficaz y también prolonga la vida útil de las griferías, ya que evita la acumulación de residuos que pueden dañarlos a largo plazo.
Para quienes buscan optimizar la limpieza, el uso de herramientas específicas, como un cepillo de dientes viejo, puede marcar la diferencia. En los rincones y detalles más pequeños de las canillas, este tipo de cepillo es ideal para aplicar este método, al facilitar la tarea sin necesidad de adquirir implementos profesionales.
Distinguir las manchas de sarro de otras impurezas en las canillas es crucial para aplicar el tratamiento adecuado. Estas manchas, a diferencia de la simple suciedad o las de agua, suelen presentarse como depósitos duros y blancos que se adhieren firmemente a las superficies metálicas. Estas formaciones calcáreas son especialmente resistentes al frotamiento normal y no se disuelven con agua. Además, el sarro puede presentar una textura granulada o cristalina al tacto, diferente de las manchas más suaves o pegajosas que pueden ser causadas por jabón o residuos orgánicos. Si al intentar limpiarlas con productos comunes no se observa una mejora significativa, lo más probable es que sea sarro.
Otros métodos para combatir el sarro
Si bien el vinagre es una de las opciones más populares, existen otras alternativas caseras igualmente útiles. Todas las soluciones recomendadas por un sitio especializado en limpieza tienen propiedades únicas que permiten abordar el problema del sarro desde diferentes ángulos, y siempre evitan el uso de productos industriales.
- Limón como disolvente natural: el ácido cítrico presente en el limón fue empleado durante siglos para limpiar superficies y eliminar residuos difíciles. Un estudio publicado en Springer Link respalda el uso de este fruto para combatir depósitos minerales. Para usarlo, basta con cortar un limón a la mitad y frotar su parte jugosa sobre las zonas afectadas. Tras dejarlo actuar unos minutos, el sarro se desprende con mayor facilidad al frotar nuevamente.
- Bicarbonato de sodio y vinagre blanco: la combinación de bicarbonato y vinagre genera una reacción química que resulta altamente eficaz para disolver el sarro. Al mezclar ambos ingredientes en un recipiente, se produce una espuma que penetra en las capas más profundas del depósito mineral. El bicarbonato, además, actúa como un abrasivo suave, lo que facilita la eliminación de los sedimentos sin dañar las superficies.
- Sal gruesa y vinagre: este método, un poco más abrasivo, es ideal para casos en los que el sarro ya alcanzó un grosor considerable. Al mezclar sal gruesa con vinagre se obtiene una pasta que se puede aplicar directamente sobre la zona afectada. Luego de dejarla actuar por unos minutos, basta con retirar la mezcla con agua tibia y secar con un paño limpio.
- Pasta de dientes para áreas pequeñas: en superficies más reducidas o difíciles de alcanzar, la pasta de dientes resulta ser una herramienta inesperada pero efectiva. La textura abrasiva de la pasta permite frotar y eliminar el sarro sin necesidad de ejercer demasiada fuerza, y es especialmente útil en rincones donde los métodos tradicionales no suelen llegar.
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