Estas son las tres técnicas para quitar la grasa de la cocina con ingredientes caseros
Se tratan de métodos que permiten limpiar esta suciedad sin la necesidad de productos químicos, de manera sencilla y rápida; en qué consiste cada uno y cuál es su efectividad
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La cocina es el corazón del hogar, pero también uno de los espacios que más desafíos presenta a la hora de limpiar. La grasa acumulada en hornos y asaderas se convierte en un dolor de cabeza frecuente, ya que su textura pegajosa y su resistencia a desaparecer muchas veces desalienta a quienes se encargan de esta tarea. Afortunadamente, existen métodos efectivos y sencillos que pueden ayudar a solucionar este problema en tiempo récord y sin grandes esfuerzos.
Para entender cómo combatir este tipo de suciedad, es importante conocer su origen. La grasa proviene, principalmente, de la cocción de alimentos con aceites, mantecas y jugos que se evaporan y se adhieren a las superficies debido a las altas temperaturas. Con el tiempo, estas pequeñas partículas de grasa se carbonizan y forman una costra oscura y pegajosa que es difícil de eliminar. Si no se limpia periódicamente, la acumulación empeora y puede afectar hasta el funcionamiento del horno.
Mantener las superficies libres de grasa no solo es una cuestión estética, sino también de higiene y seguridad. La grasa acumulada puede convertirse en un foco de bacterias, atraer insectos y aumentar el riesgo de incendios en la cocina. Además, los residuos pegados pueden generar olores desagradables y hasta contaminar los alimentos, lo que hace que pierdan su sabor original.
1. Método con limón
Por suerte, no se necesitan productos caros o industriales para combatir estos inconvenientes. Existen métodos, como el uso de limón, que pueden eliminar la grasa de manera eficaz y segura. En particular, este cítrico es un aliado natural gracias a sus propiedades desengrasantes y antibacterianas. Su contenido ácido disuelve las partículas de grasa adheridas a las superficies, lo que facilita su eliminación sin necesidad de esfuerzo excesivo. Además, deja un agradable aroma fresco en la cocina, lo que lo convierte en una opción ideal para limpiezas frecuentes o cuando la grasa no está muy incrustada.
De acuerdo a la web de la especialista Rachel Ray, se debe cortar un limón por la mitad y frotar directamente sobre las superficies del horno o las asaderas. Se recomienda dejar actuar el jugo de limón durante 10-15 minutos. Luego, se utiliza un paño húmedo o una esponja suave para retirar los residuos. Si la grasa está más adherida, se puede calentar el horno previamente a una temperatura baja durante unos minutos para que el calor ayude a aflojar la suciedad. Finalmente, se enjuaga con agua tibia y se seca bien para evitar humedad residual.
2. Método con vinagre
Si se busca una solución más potente para grasas incrustadas, el vinagre blanco es otro clásico infalible. El ácido acético que contiene ayuda a disolver la grasa y eliminar bacterias y olores desagradables, lo que proporciona una limpieza profunda.
Para usarlo, el medio especializado The Spruce indica que se debe mezclar en un recipiente partes iguales de vinagre blanco y agua tibia. La solución se aplica sobre las superficies del horno o las asaderas con una esponja o un rociador. Se deja actuar durante 20 minutos para que la grasa se ablande. Luego, se frota con una esponja o un cepillo suave para remover la suciedad. Al igual que con el limón, se puede calentar el horno previamente para mejorar los resultados. Por último, se enjuaga con agua limpia y se seca con un paño para un acabado perfecto.
3. Método con bicarbonato de sodio
Para grasas muy adheridas o cuando se necesita una limpieza profunda sin dañar las superficies, el bicarbonato de sodio es otro aliado. Este limpiador versátil y efectivo actúa como abrasivo suave, lo que facilita despegar la grasa sin rayar ni dañar el material. Además, su poder alcalino neutraliza las grasas y aceites y no genera olores fuertes ni deja residuos tóxicos.
Para aplicarlo, se debe preparar una mezcla espesa de bicarbonato de sodio con un poco de agua, según recomienda el medio especializado Appartament Therapy. La pasta se aplica de manera uniforme sobre las zonas con grasa, siempre con una cobertura correcta de las superficies del horno o las asaderas. Se deja actuar durante al menos 30 minutos o, si la grasa está muy incrustada, incluso toda la noche. Luego, se frota con una esponja o un cepillo suave para despegar la suciedad. Los restos se retiran con un paño húmedo y, si es necesario, se repite el proceso para un resultado impecable.
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