El truco para tener sábanas más limpias y suaves
Se suelen poner amarillentas o jamás recuperan su brillo original; cómo lograr que queden como en los hoteles
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¿A quién no le complace sumergirse en el descanso sobre sábanas limpias, suaves y con un aroma encantador? A menudo, se piensa que los hoteles poseen algún secreto para lograr este nivel de confort, pero en realidad existe un método sencillo al alcance de todos.
Lo más destacado es que podemos llevar a cabo este truco utilizando dos productos comúnmente presentes en la limpieza del hogar: bicarbonato de sodio y vinagre. Aunque algunos prefieren la lavandina durante el ciclo de lavado para obtener resultados similares, se debe tener precaución, ya que podría dañar las sábanas.
El mejor truco para que las sábanas queden limpias y suaves
El truco más eficaz para mantener las sábanas limpias y suaves implica simplemente colocar en el lavarropas las sábanas, el detergente, media taza de bicarbonato de sodio y media taza de vinagre en lugar del suavizante. La cuenta Remedios en Casa (@remediosencasa) asegura que esto “elimina olores, realza los colores y suaviza las telas” y destaca que “no huele a vinagre”.
Por lo tanto, para garantizar que las sábanas se mantengan impecables y conserven su suavidad con el tiempo, basta con lavarlas de esta manera. Se recomienda lavarlas solas, sin otras prendas, y sin llenar el tambor al máximo para permitir que el agua circule correctamente entre los tejidos. Sin embargo, se debe tener precaución para no malgastar agua.
La frecuencia adecuada para cambiar las sábanas de la cama es semanal, aunque se aconseja hacerlo antes si se ensucian por cualquier motivo. En el caso de sábanas de algodón, se sugiere lavarlas en agua caliente a unos 60ºC, ya que este tejido no se daña a esa temperatura y garantiza una desinfección completa.
Para asegurar un secado eficiente, se recomienda aprovechar la luz del sol siempre que sea posible, ya que, además de eliminar gérmenes, proporciona un aroma fresco y agradable. En días fríos, el secarropas es una opción viable, aunque se reconoce que puede dañar los tejidos. Para contrarrestar este efecto, una solución práctica es colocar tres bolas de papel aluminio junto a las sábanas para prevenir la electrificación perjudicial para las fibras.
Tras el lavado y el secado, se puede aplicar un perfumador de textiles con función antiarrugas para mantener las sábanas frescas y suaves. Para quienes prefieran una opción casera, pueden preparar su propio perfumador mezclando una taza de vinagre, aceite esencial con el aroma deseado, una cucharada de suavizante de ropa o incluso acondicionador para el cabello, y medio litro de agua.
Cómo limpiar el colchón
En cuanto a la limpieza del colchón, esta va más allá de la simple higiene: es una cuestión de salud que afecta directamente a la calidad del sueño. Aunque no siempre somos conscientes, los colchones acumulan millones de ácaros, organismos diminutos que se alimentan de piel muerta y pueden provocar alergias y problemas respiratorios.
Es fundamental realizar una limpieza adecuada del colchón para evitar la proliferación de ácaros y garantizar un ambiente saludable para dormir. Además, se aconseja reemplazar el colchón cada 10 años, ya que con el tiempo tiende a deformarse, afectando negativamente la calidad del sueño y la salud en general.
Para limpiar y desinfectar correctamente el colchón, se recomienda seguir un proceso paso a paso. En primer lugar, se debe preparar una solución de medio litro de agua fría y tres cucharadas de detergente líquido para crear espuma. Luego, se aplica la espuma generada en la zona afectada con una esponja.
Se frota suavemente la mancha con movimientos circulares hasta que comienza a desaparecer. Se debe evitar mojar demasiado el colchón; se utiliza la espuma con moderación y luego se retira el exceso con un paño limpio y seco. Después de tratar las manchas visibles, se esparce bicarbonato de sodio por toda la superficie del colchón utilizando un tamizador.
El siguiente paso implica rociar vinagre uniformemente sobre el colchón utilizando un pulverizador y dejar que actúe durante unos 45 minutos. Posteriormente, se rocía nuevamente agua oxigenada o vinagre por secciones del colchón y se frota con una esponja limpia. Este proceso se repite en todas las áreas del colchón hasta cubrir toda la superficie.
Finalmente, se aspiran los restos de bicarbonato de sodio. Si es posible, se deja el colchón al sol durante una hora para que se seque completamente. Si persisten los olores, se espolvorea bicarbonato de sodio sobre el colchón, se cubre con plástico y se deja actuar durante la noche. Por la mañana, se aspira el bicarbonato y se rocía un poco de desinfectante.
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