El truco para limpiar sillones de tela y quitar para siempre el mal olor

Después de la cama y de la silla en la que trabajamos, siempre hay un sillón en casa en el que pasamos una gran cantidad de tiempo. Descansar, leer, recibir visitas y, sobre todo, ver televisión son algunas de las actividades que realizamos en este espacio que, por eso, suele ensuciarse más que otras áreas del hogar.

Allí no solo se acumula polvo, sino también restos de comida, pelos que perdemos, manchas de derrames accidentales y hasta también algún pequeño objeto que creíamos perdido para siempre, sin contar quizás con la presencia de una mascota que aporta una parte de la suciedad. Además, estos factores provocan también que el sillón pueda tener un olor desagradable. La pregunta, entonces, es si existe algún método para limpiarlo de forma casera y que logre que quede como nuevo. Y la respuesta es sí: se trata de un truco fácil y sencillo que solo necesita agua tibia, detergente, bicarbonato de sodio y una aspiradora.

El paso a paso para dejar el sillón como nuevo

Aspirar el sillón. Antes de comenzar el proceso de limpieza, es importante aspirar el sillón para eliminar la suciedad, el polvo y los restos de comida o pelo de mascotas. Utilizá un accesorio de cepillo suave para evitar dañar el tapizado y asegurate de aspirar en todas las grietas y rincones.

Identificar las manchas. Inspecciona el sillón en busca de manchas visibles y áreas con mal olor. Sobre cada uno de estos sectores, aplicá una solución casera de agua tibia y detergente y dejá actuar por unos minutos antes de continuar con la limpieza general.

Limpiar el sillón. Una vez que hayas pretratado las manchas, es hora de limpiar el sillón en su totalidad. Utilizá el agua tibia y rociala como si fuera un spray. Luego espolvoreá el bicarbonato de sodio, que es el ingrediente que absorberá los malos olores. Con un cepillo de cerdas suaves o una esponja frotá suavemente para despegar la suciedad y eliminar las manchas.

Enjuagar el sillón. Después de limpiarlo, es importante enjuagarlo para quitar cualquier residuo de limpiador y asegurarse de que no queden restos de suciedad o manchas. Utilizá un paño limpio y húmedo para enjuagar la superficie del tapizado y luego pasa un paño seco para evitar la formación de manchas de agua.

Volver a aspirar. Para acelerar el proceso de secado, podés ventilar el ambiente, lo que le quitará la humedad y hará que el aire limpio circule. Por último, pasadas unas horas, una vez que el sillón esté completamente seco, volvé a pasar la aspiradora para eliminar los restos de bicarbonato de sodio.

Utilizar ambientadores naturales. Además del bicarbonato de sodio, también podés utilizar otros ambientadores naturales para refrescar el aroma del sillón. Rociá una mezcla de agua y aceites esenciales sobre la tela del sillón para agregar un aroma fresco y agradable. Los aceites esenciales de lavanda, limón o eucalipto son excelentes opciones para eliminar los malos olores y dejar un perfume duradero. Como opción, también se puede pulverizar un poco de alcohol en el sofá, lo que hará que los olores desagradables desaparezcan para siempre.

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