El “Tesoro de los Alacranes”: los arqueólogos revelarán la verdad detrás del barco “de la fortuna” hundido hace 300 años
Un grupo de investigadores mexicanos, colombianos y españoles se unieron para estudiar el millonario hallazgo que podría descifrar cómo eran los vínculos comerciales en la época de las colonias
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Desde la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) del Centro INAH de Campeche, México, informaron esta semana que comenzó el estudio sobre el gran Tesoro de Alacranes, un botín de oro, esmeraldas y diamantes que se hallaron en 2018 en un galeón del siglo XVIII, el cual se hundió en las inmediaciones de la Península de Yucatán.
A 130 kilómetros del puerto de Progreso, en el estado de Yucatán, se encuentra un gran cementerio de navíos de la época colonial española, debido a la presencia de cayos y arrecifes de coral que resultaban en muchos casos mortales. De momento se localizaron 39 galeones que dieron un pantallazo sobre la vida y los vínculos comerciales en los antiguos virreinatos. Sin embargo, Ancla Macuca fue el más jugoso, ya que en su interior contenía un botín millonario.
Luego de obtener los restos de ese buque, desde el museo iniciaron un análisis exhaustivo sobre cada joya, con el fin de obtener información certera de estas lujosas pertenencias que se dirigían hacia Europa.
Entre los elementos se hallaron “anillos, dijes, botones, mondadientes, cadenas, así como relacionados con la liturgia católica: aplicaciones a mantos, medallas, rosarios, (oro y coral rojo), relicarios y cruces”, según indicaron desde el Museo de Arqueología Subacuática El Fuerte de San José El Alto, entre otras piedras preciosas. Todas eran provenientes de Colombia, Brasil y de México.
En diálogo con la agencia de noticias EFE, Helena Barba, responsable de la Oficina Península de Yucatán, de la institución antes mencionada, señaló: “Lo llamamos el Tesoro de Alacranes [por el arrecife que lleva ese nombre] y se compone de 420 piezas que forman parte de una investigación interdisciplinar, donde converge el trabajo de arqueólogos, estudiosos de la joyería, gemas, metales e ingenieros”.
Según indicaron desde el medio Arqueología Mexicana, se cree que el navío provenía desde Colombia, con artículos de oro de 24 quilates, de las minas ubicadas allí o en Venezuela, al igual que con esmeraldas y diamantes del Brasil. En su ruta marítima, habría recogido más elementos de oro de las minas de Oaxaca en México, pero su final fue próximo, ya que nunca llegó al viejo continente.
Esta joyería no estaba terminada, por lo que se presume que algún propietario las transportaba hacia España para que algún orfebre les diera el retoque final. Incluso, remarcaron que algunas de las esmeraldas eran falsas y que solo se trataba de vidrio verde.
Por su parte, Helena indicó que reconocieron la antigüedad del galeón “porque los clavos que estaban adheridos a la madera que ya no existe son de una alineación de cobre que se inventó y empezó a usar a finales de 1780″.
Según explicó la responsable de esta área, solo se exploró el 5% del arrecife de Alacranes, por lo que en el fondo marino pueden existir muchos más buques. “Lo que más resalta de ese naufragio es su tesoro, que apenas es el 1 % del cargamento que seguramente estará en la parte del arrecife, que hoy está plagado de corales de fuego y permanecerá así el resto de su vida material”, agregó.
El estudio de estas piezas con un importante valor histórico se realiza con un equipo interdisciplinario de Colombia, México y España. Asimismo, cualquiera puede visitar el Museo de Arqueología Subacuática El Fuerte de San José El Alto, ya que el tesoro de Alacranes se expone para toda la comunidad.
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