El sencillo truco para eliminar la acidez de la salsa de tomate
Expertos en gastronomía coincidieron que el bicarbonato de sodio es un gran aliado para combatir el pH de este plato, apto para acompañar las pastas u otras opciones; cómo hacerlo
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En la gastronomía, una buena salsa es un complemento ideal para acompañar unas pastas caseras. Con un tiempo de elaboración, como así también de la elección de los mejores productos, esta preparación -de origen italiano- tiene varios pasos fundamentales para que la misma tenga cuerpo y sabor.
Idealmente, las salsas de tomate -o más conocida como tuco- son preparaciones que se elaboran con una base de cebollas y ajíes trozados en cubitos. Tras agregar la parte líquida de la receta, la misma se cocinará a fuego lento, con el agregado de varias especies y condimentos que le den un sabor especial y original.
Luego de salpimentar a gusto, algunas personas prueban la salsa para ver si se adecúa a su gusto. Uno de los problemas que pueden aparecer y dejar insatisfecho al cocinero es la acidez. Este componente le da un gusto agrio a la preparación y, por ende, se deberán tomar cartas en el asunto para que desaparezca.
Al desconocer sobre el tema, las personas recurren al azúcar como neutralizador de la acidez. Al tratarse de una cuestión meramente química, este ingrediente no solo que no la aplacará, sino que le cambiará el gusto a la salsa.
Bicarbonato de sodio: la solución contra la acidez
En sencillos pasos, el bicarbonato de sodio brindará una solución eficaz contra el problema de la acidez. Expertos en la materia aclararon que su inclusión es sencilla y no requiere de un paso extra o complejo que pueda engañar a los usuarios.
Una vez preparada la salsa, con las cebollas y el ají rehogado, se deberá buscar una cuchara -preferentemente las de té- para agregar una pizca del bicarbonato de sodio. Esto no solo desactivará la acidez, sino que también realzará los condimentos.
Al revolver la preparación, el bicarbonato se disolverá de manera correcta y se fusionará con la salsa de manera tal que el pH se equilibrará y el gusto de la salsa volverá al estado normal.
En caso de que al probarla se siente un gusto final levemente ácido, repetí la fórmula con una pequeña dosis de bicarbonato que combatirá por completo este problema que aqueja a las personas y contamina de cierto modo la receta.
Otras alternativas para equilibrar el gusto de la salsa
En caso de no conseguir bicarbonato de sodio en algún supermercado o comercio, existen otras alternativas viables para combatir la acidez. Una de ellas es la zanahoria. Primero se deberá retirar la cáscara con un pelapapas o un cuchillo. Luego, se podrá rallar o cortar en pequeñas ruedas que le darán una dulzura natural a la salsa. Se deberá tener en cuenta que la consistencia de esta verdura tardará unos minutos extra en ablandarse.
Otra variante es la leche o crema. Agregarle un pocillo de este ingrediente, alivianará el pH y le dará un cuerpo especial a la salsa que pasará de color rojo a rosa. En este caso puntual, se deberá reforzar la sal, pimienta y condimentos para que no quede un gusto insulso y olvidable.
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