El pueblo con los mejores salames del país ideal para una escapada de fin de semana
Oncativo está ubicada a 90 kilómetros de la capital cordobesa y se destaca por su deliciosa gastronomía; cuáles son las actividades para disfrutar del lugar
- 3 minutos de lectura'
Se acerca el fin de semana y la mayoría de las personas que viven en grandes ciudades prefieren disfrutar de un lugar tranquilo, respirar aire puro y estar en contacto con la naturaleza. En esta oportunidad, te presentamos una novedosa opción para que elegir a dónde ir no se convierta en un dolor de cabeza.
Oncativo es una pequeña localidad cordobesa que se ubica a 64 kilómetros de la ciudad de Villa María, 76 km de la capital provincial y 628 km de la Ciudad de Buenos Aires. Se destaca por su deliciosa gastronomía, sobre todo por sus salames. Debido a esto es que los agostos de cada año se celebra la Fiesta Nacional del Salame Casero, un evento que reúne turistas de todo el país, que además de deleitarse con los más sofisticados sabores, pueden aprender del proceso de elaboración.
Aquella festividad, organizada por el Club Deportivo y Cultural Unión de Oncativo, tiene como objetivo elegir al “Rey del Salame”, título que se le adjudica a la persona que cate con mayor precisión el chacinado y pueda determinar con exactitud los ingredientes y las proporciones que este contenga.
La localidad agroindustrial, la cual tiene un total de 13.295 habitantes, no solo llama la atención por sus embutidos especiales, sino también por su historia, que tuvo sus comienzos con la llegada de inmigrantes europeos a la zona, entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Asimismo, es famosa porque en parte de su territorio se dio la “Batalla de Oncativo”, un enfrentamiento del 25 de febrero de 1830 donde el ejército del General Paz venció a las tropas de Facundo Quiroga.
Qué hacer en Oncativo
Entre los atractivos del lugar, no puede faltar un recorrido por el patrimonio cultural, entre las que se encuentran las casonas antiguas, capillas, un oratorio brocheriano, el parque industrial y el museo privado de la maquinaria agrícola.
Además, está La Casa del Giganotosaurus Carolini, el emblemático museo donde está la famosa réplica del esqueleto de un dinosaurio encontrado por el paleontólogo local Rubén Carolini en el sur argentino, en 1993. Para asistir al mismo, podrás hacerlo los sábados y domingos de 19.30 a 21.30 horas.
Pero eso no es lo único que hay para hacer. Es que también cuenta con un teatro inaugurado por el pionero don Miguel Aimar en 1929; el antiguo edificio (1913) de la primera usina eléctrica del pueblo y la segunda de la provincia; y un cementerio que ostenta por sus increíbles panteones y bóvedas.
Asimismo, no podés irte de la ciudad sin visitar la gomería Levis Oldani. La exhibición privada perteneciente a la familia Oldani está ubicada sobre Ruta provincia E79, lugar que fue creado por Luis Oldani con la intención de contar su historia laboral. Además, cuenta con donaciones de vecinos de antiguas maquinarias y herramientas.
Cómo llegar a Oncativo
Desde el Obelisco, punto céntrico de la Ciudad de Buenos Aires hasta Oncativo, hay un total de 622.4 kilómetros, lo que equivale en auto a 7 horas y 21 minutos. Para llegar, tenés que tomar la Ruta Nacional N.º 9 y, una vez en Rosario, Santa Fe, seguir por la Autopista Rosario-Córdoba hasta el ingreso al pueblo.
Temas
Otras noticias de Lugares
Posada exitosa en Brasil. La montó un inglés aventurero en una zona mágica y poco conocida
París, los imperdibles. De Le Marais a la nueva Galería Dior y las terrazas de Lafayette, los paseos con más onda
Bariloche gourmet. Goulash, fondue, frutos rojos, hongos, liebre, jabalí… Ocho restaurantes para disfrutar este verano
- 1
Racismo: las cuatro futbolistas de River siguen presas en San Pablo y podrían pasar Navidad tras las rejas
- 2
Las confesiones de Julián Álvarez: por qué decidió irse del City, qué aprendió en River y cómo ser uno más pese a los 70 millones de euros
- 3
Milei y Sturzenegger se aprestan a darle un fuerte golpe al “club de la obra pública”
- 4
La historia de Despegar: la incómoda fila que provocó una idea de US$1700 millones