El curioso método para ejercitar la memoria que no requiere ningún esfuerzo

La pérdida de memoria se puede dar por una gran cantidad de factores a lo largo de la vida. Sin embargo, existen diferentes ejercicios para fortalecer las funciones cognitivas y hay una que no requiere ningún tipo de esfuerzo para sorpresa de todos.

Las funciones de la memoria comienzan a preocupar al ser humano a medida que pasan los años, pero los especialistas brindan un gran abanico de ejercicios para incorporar en el marco de hábitos saludables. Una persona puede realizar ciertos ejercicios, como hacer 25 minutos de bicicleta fija o consumir algunos alimentos como el té verde o arándanos. Sin embargo, pocos saben de los beneficios que tiene el descanso a la hora de memorizar algo.

Cuando se intente memorizar una información nueva, lo mejor es hacer una pausa de 10 a 15 minutos para incorporar de manera efectiva ese nuevo conocimiento. Esto, por supuesto, sin grandes distracciones como un celular.

La primera vez que se realizó un estudio al respecto fue en 1900, cuando el psicólogo alemán Georg Elias Müller y su estudiante Alfons Pilzecker les pidieron a los participantes que aprendiesen una lista de sílabas sin significado alguno. Luego lo dividieron en dos grupos: a la primera mitad le pidieron que aprendieran inmediatamente el contenido de la segunda lista, mientras que a la segunda mitad, le dieron un total de seis minutos para descansar antes de aprenderla.

Lo curioso de este experimento fue la notable diferencia entre ambos resultados. Los que se tomaron un pequeño descanso recordaron cerca del 50% de la lista, mientras que el otro grupo recordó un 28%. Esto dio lugar a entender que la información recién aprendida es frágil a los pocos minutos de ser codificada, sin embargo, un pequeño descanso puede mejorar el rendimiento a la hora de memorizar.

Otro estudio que también demostró los beneficios del descanso fue el del investigador de la Universidad de Edimburgo, Sergio Della Sala, y el de la Universidad de Misuri, Nelson Cowan, donde le ofrecieron a los participantes una lista de 15 palabras y los pusieron a prueba 10 minutos más tarde. Pero en esta ocasión, a algunos los mantuvieron ocupados con más pruebas cognitivas, mientras que a los otros los dejaron descansar en una sala oscura.

En esta oportunidad, los que descansaron lograron triplicar el número de palabras que recordaron, de un 14% a un 49%. La dupla de investigadores continuó con este tipo de estudios y llegaron a la conclusión que el descanso corto, en pacientes sanos, también ayuda a mejorar la memoria espacial. E incluso, el recuerdo les duró a los participantes una semana después de haber aprendido el contenido. Este ejercicio resultó tan beneficioso que fue efectivo tanto en jóvenes como en personas mayores.

Con este nuevo tip, las personas que deban estudiar para un parcial, recordar una lista de supermercados, aprender la ubicación de una calle o lo que necesite memorizar; pueden tomarse un descanso de 15 minutos sin ningún tipo de distracción para que su mente asimile de mejor manera esta nueva información. Si bien no se sabe exactamente por qué el descanso es beneficioso, las nuevas informaciones pasan por un período de consolidación y se guardan en un lugar en la memoria a largo plazo.

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