Auroras australes: qué pasará en la Tierra luego del impacto de la tormenta solar en el fondo del mar
Tras la aparición de auroras australes en el Polo Sur, la NASA informó cómo seguirá la actividad del Sol; el último evento astronómico fue tan grande que afectó las profundidades del océano
- 4 minutos de lectura'
El máximo solar hace referencia a la tasa más alta de actividad del Sol durante un ciclo de 11 años, aproximadamente. Desde 2019, empezó el ciclo solar 25 y el Centro de Predicción del Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estima que el periodo de mayor actividad de esta estrella ocurrirá entre finales de 2024 y principios de 2026.
Por lo tanto, cada vez está más cerca y la prueba de esto fueron las tormentas solares que ocurrieron en el mes de mayo de 2024. La magnitud de estos eventos fue tan grande que afectaron las profundidades del océano. Los observatorios de las Redes Oceánicas de Canadá (ONC) están ubicados desde el Ártico hasta la Antártica y uno de sus compases cambió de dirección entre +30 y -30 grados.
El especialista en datos científicos Alex Slonimer pudo identificar que se debía al efecto del Sol. “Investigué si era potencialmente un terremoto, pero eso no tenía mucho sentido porque los cambios en los datos duraban demasiado tiempo y simultáneamente en diferentes lugares. Luego investigué si se trataba de una erupción solar, ya que el Sol había estado activo recientemente”, indicó en un comunicado.
Las tormentas geomagnéticas, en esta ocasión, también provocaron el avistamiento de auroras boreales en varios lugares de la Tierra y la interferencia en algunos satélites, encargados del funcionamiento de GPS, internet y otros aparatos tecnológicos.
“Durante las tormentas geomagnéticas, algunas frecuencias de radio se absorben y otras se reflejan, lo que genera señales que fluctúan rápidamente y rutas de propagación inesperadas, que se reproducen o multiplican en direcciones no planificadas. La radio pública y la de aficionados se ven frecuentemente perturbadas”, explicó la NASA.
En este episodio, algunos satélites, como los Starlink de Elon Musk presentaron perturbaciones en su señal y registraron altos picos de voltaje. También, la BBC reportó que los agricultores que usan tractores con GPS fueron afectados.
Sin embargo, los avances en la tecnología han permitido la posibilidad de tomar medidas preventivas para que las tormentas solares no afecten a gran escala la tecnología en la Tierra.
¿Qué va a suceder tras las tormentas solares?
“A medida que el Sol alcanza el pico de su ciclo de actividad, las probabilidades de que una tormenta de este tipo golpee la Tierra aumentan junto con los riesgos asociados, incluidos apagones, satélites inutilizados y teléfonos móviles y redes de GPS dañados. En los escenarios más extremos, algunas redes eléctricas podrían quedar fuera de servicio durante semanas o incluso meses”, advirtió la ONG Sociedad Planetaria.
Con la pronta llegada del máximo solar, el Sol podrá emitir una mayor cantidad de partículas energizadas, a través de grandes expulsiones de plasma y campos magnéticos conocidos como eyecciones de masa coronal, erupciones solares y aumento del viento solar.
Estas partículas podrían desencadenar tormentas geomagnéticas, grandes perturbaciones en la magnetosfera de la Tierra y provocar auroras boreales más fuertes. “La actividad solar está ganando fuerza, pero los científicos no pueden determinar si se ha producido el máximo solar hasta al menos siete meses después del hecho”, añadió Space.
¿Qué tipos de tormentas solares existen?
De acuerdo con la Noaa (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica), en total son cinco tormentas solares y su designación depende de la intensidad de los rayos X emitidos. Por ejemplo, hay unas etapas definidas por letras: X, la más poderosa; M, que son 10 veces más pequeñas que la anterior.
“Está la categoría C, las de clase B y finalmente las de clase A, que son demasiado débiles para afectar significativamente a la Tierra”, explica la organización. Los expertos explican que, afortunadamente, los tipos A y B son las más comunes y no implican riesgos devastadores.
Según la NASA, la aparición de estos eventos pueden producir algunos daños como problemas con los sistemas de navegación, apagones y satélites afectados. Además, las tormentas geomagnéticas pueden provocar la aparición de auroras.
Otras noticias de GDA
Más leídas
World’s Best Vineyards. Cuáles son las seis bodegas argentinas en el ranking que destaca a las mejores 50 del mundo
Experta. Es sommelier de carne vacuna y da una contundente definición sobre su producción a pasto o en feedlot
"Audaz maniobra". El sobrepaso con el que Colapinto ganó un importante premio que otorga la Fórmula 1
Golpes, fracturas y amenazas. Noche de terror en un country de Pilar por el ataque de un cruento grupo comando