¿Alienígena?: el misterio detrás de las esferas que un astrónomo considera restos de una nave extraterrestre
El profesor de la Universidad de Harvard busca confirmar la existencia de los extraterrestres, pero un nuevo estudio puso contra las cuerdas la teoría de que provienen del exterior de la Tierra; de qué se trata
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El físico teórico estadounidense especializado en astrofísica y cosmología, Abraham Loeb, más conocido como Avi Loeb, ha impactado al mundo con sus descubrimientos, ya que en la mayoría busca afirmar la existencia de vida extraterrestre.
Es por esto que en junio del 2023 preparó una expedición para rastrear objetos que pudiesen tener un origen alienígena. Como resultado del proyecto encontró unas esferas, de las que dijo que no provenían de la tierra. Sin embargo, otro estudio podría acabar con su teoría.
La trayectoria de Loeb
El científico, profesor de la Universidad de Harvard y director del Proyecto Galileo, estuvo en la búsqueda de confirmar la existencia de los extraterrestres, dedicándose a investigar y publicar diferentes textos sobre la exploración espacial.
Fue así como publicó el libro Extraterrestrial: The First Sign of Intelligent Life Beyond Earth, que traduce en: Extraterrestre: La primera señal de vida inteligente más allá de la Tierra, en 2021. Allí argumenta la existencia de una nave espacial alienígena llamada Oumuamua. A partir de ese descubrimiento, se dedicó a buscar pruebas, lo que lo llevó a investigar las esferas que halló hace unos meses en el Océano Pacífico.
La nave espacial alienígena Oumuamua
Uno de los objetivos del proyecto Galileo, que encabeza el astrofísico Loeb, es hallar la evidencia de inteligencia tecnológica extraterrestre a través del estudio y análisis de objetos como el Oumuamua, que significa “mensajero de lejos que llega primero”, en hawaiano.
El Oumuamua es un objeto extraño que el científico estadounidense considera procedente de más allá de nuestro sistema solar. No obstante, muchos científicos lo han considerado un cometa o un asteroide.
”Probamos muchas alternativas plausibles y la más factible es que Oumuamua debe ser un cometa y que los gases que emanan de su superficie están causando las pequeñas variaciones en su trayectoria”, indicó en su momento David Farnochhia, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
Sin embargo, Loeb tiene sus propias teorías, las cuales van encaminadas a descubrir, finalmente, la vida alienígena, llegando a la hipótesis de que el objeto es en realidad una nave extraterrestre.
Previo al acontecimiento del Oumumua, el 8 de enero de 2014, se observó en Nueva Guinea, Estados Unidos, una brillante bola de fuego que sobrevoló el Océano Pacífico Sur, lo que el astrofísico también quiso investigar por su lado.
Esto lo llevó a determinar que la bola de fuego también había llegado de más allá de nuestro sistema solar. El meteorito fue bautizado como IM1 (Interstellar Meteorite -1).
En vista de tantos objetos desconocidos, fue que Loeb se decidió a organizar una expedición en junio de 2023 para localizar objetos que pudieran ser procedentes de equipos tecnológicos extraterrestres.
Por lo tanto, se acercó al Océano Pacífico con su equipo, buscando posibles restos de la bola de fuego, IM1, en el marco del proyecto Galileo, el cual lidera. Un dato importante es que este proyecto está financiado con más de 1.5 millones de euros gracias a donaciones privadas de varias fundaciones y personas, entre ellas el magnate de las criptomonedas Charles Hoskinson, según informa el director del Observatorio Astronómico Nacional de España, Rafael Bachiller, a través de El Mundo.
Fue gracias a la expedición que el astrofísico descubrió medio centenar de esferas metálicas, de las que afirmó que su origen era de fuera del sistema solar, concluyendo que podrían ser partes de una nave extraterrestre.
La composición de los elementos encontrados fue de una pequeña cantidad de níquel y una alta abundancia de berilio, lantano y uranio, una combinación que no se ha encontrado en otros artefactos que hayan impactado sobre La Tierra, lo que lo llevó a ‘reafirmar’ su teoría.
No obstante, la comunidad científica se ha mostrado escéptica respecto de las afirmaciones de Loeb, ya que se considera que carecen de fundamento, según explica Bachiller.
El argumento que refutaría la teoría de Loeb
El físico Patricio A. Gallardo, de la Universidad de Chicago, reveló un nuevo estudio que podría refutar la teoría de Loeb respecto de la procedencia de lo que dijo eran “esférulas metálicas” que encontró en el Océano Pacífico.
Gallardo resolvió que la composición de los objetos hallados es similar al de diversos contaminantes de origen terrestre. Esto debido a que la gran cantidad de berilio, lantano y uranio son típicas de las cenizas que se producen al quemar carbón. Lo que implicaría que los objetos pueden ser provenientes de industrias como centrales eléctricas o máquinas de vapor.
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