Joyas mecánicas de todas las décadas desfilaron por las rutas de Uruguay en un evento que apunta a convertirse en una tradición esteña.
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En su primera edición, cerca de 50 vehículos deportivos participaron de las 100 Millas de Punta del Este en un fantástico recorrido “con vista al mar”. El punto de partida fue Las Cárcavas. Minutos después de las 15.30 los pilotos dieron luz verde a un trayecto de 160 kilómetros (100 millas) hasta la playa Brava de Punta del Este.
La caravana frenó por un coffee break en la galería de arte Walden Naturae, previo a la salida hacia la zona de la Península.
Las hermanas Julia y Margarita Tonconogny condujeron un BMW 2002 del año 1970, que le pertenece a su padre. “Fue amigarme de prepo con este auto que está totalmente preparado para rally, que no es tan fácil de maneja porque tiene caja alpina”, explicó la piloto, mientras disfrutaban del encuentro.
La línea de llegada fue en el predio donde se encuentra Aldebarán, la casa que perteneció a Amalita Fortabat, donde se construirá el complejo Amelie Ocean Residences.
La inscripción a la cita fue gratuita para los participantes, aunque el evento de cierre fue un exclusivo cocktail al que solo se pudo acceder con invitación. El selecto evento no impidió, no obstante, que durante todo el trayecto turistas y locales se pudieran acercar a ver los vehículos y seguir de cerca la competencia.
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