Podríamos hacer el gastado chiste de "qué se puede hacer salvo ver películas". Pero en esta megacuarentena, ¿qué se puede hacer salvo ver películas? Los que nos dedicamos a escribir sobre cine cada semana tuvimos que recurrir a Internet. Y entonces apareció una idea: ¿qué tal educarnos un poco y divertirnos a la vez? En YouTube hay cientos, miles de películas que pueden contribuir a una "educación audiovisual". Por eso, seleccionamos algunos films de terror para entender la evolución del género.
1. Nosferatu (1924) Esta es graciosa. W. H. Murnau, genio del cine, hace su versión de Drácula con otro nombre y algunos cambios (transcurre en otro lugar que no es Londres) porque, amigos, los derechos costaban fortunas y entonces no era fácil andar probando el plagio. Menos mal: esta película que utiliza todos los recursos que el cine tenía entonces (virados a negativos, cámara marcha atrás, acelerados, ralentizados, filtros azulados o amarillentos) sigue dando miedo. El Conde Orloc de Max Schreck se volvió un icono de la maldad finalmente vencida por la luz y la inocencia. El clima ominoso y barroco contribuye a su efectividad sin pausa.
2. Vampyr (1932) Carl Dreyer es otro maestro y en esta película, también sobre vampiros, hizo algo sensacional: trabajó con actores no profesionales que "daban" el tipo de los personajes. El film es sonoro pero se planeó mudo; de allí el uso de intertítulos. Lo interesante es también la forma: Dreyer es un maestro en estirar los tiempos para reforzar sensaciones, y en combinarlos con cierto vértigo (una persecución al final) para crear una película de maneras musicales. Y de paso, toca el tema de la redención, constante en su filmografía.
3. M, el vampiro de Dusseldorf (1932) Primera película sonora de Fritz Lang, presenta al primer gran asesino serial del cine, un monstruo que asesina niños y termina perseguido tanto por la policía como por los propios delincuentes. El uso del leitmotiv musical (lo que silba el asesino) y los pequeños detalles (un globo que se escapa, una marca en un abrigo) permite combinar secuencias de acción con una sutileza que genera un miedo constante. El final tiene una dimensión política innegable.
4. El carnaval de las almas (1962) Rarísima única obra de Herk Harvey filmada con muy poco dinero y actores desconocidos que influyó (y cómo) en muchos cineastas que trataron la delgada línea entre la vida y la muerte. Las alucinaciones de una mujer que sufrió un accidente la llevan a situaciones de horror surreal mientras el mundo es cotidiano e indiferente. Aún con problemas (algunas actuaciones, sobre todo) sigue dejando al espectador en tensión constante.
5. La noche de los muertos vivos (1968) Clásico de clásicos de George A. Romero y fundador de toda una línea de películas de zombies (casi una novela en sí misma), este film es también una aproximación metafórica al tema de la discriminación racial, pura ironía finalmente. La combinación de lo que no se ve con esas manos terribles que entran en una casa cerrada sigue causando mucho miedo.
6. La masacre de Texas (1972) Basada lejanamente en la historia del caníbal necrófilo Ed Gein (igual que Psicosis y El silencio de los inocentes, flor de mito) el debut de Tobe Hooper, hecho con nada, es una cámara constante de horrores que satirizan la brutalidad de cierta sociedad americana "a la antigua". Los diez minutos finales son una joya en el uso del sonido como creador de pesadillas (y a pleno sol, además).
7. Re-Animator (1985) Esta adaptación de H. P. Lovecraft es muchas más cosas que una película de terror. Es sobre todo una comedia surreal y salvaje donde se apilan cadáveres que vuelven a la vida con una especie de suero milagroso. Pero todo está tomado en tono de farsa sangrienta, y aunque asusta, también permite una reflexión gozosa sobre el género.
8. En la boca del miedo (1995) Hablando de Lovecraft, el señor John Carpenter, quizás uno de los mayores cineastas contemporáneos y maestro del terror, toma ese universo y rompe la barrera entre la realidad y la ficción con una de sus películas temáticamente más complejas y, además, de las más efectivas como puro género. El fin del mundo transformado en una pesadilla virtual producto de una mente enferma. Quizás una obra profética.
Más horrores
Una buena cantidad de películas clase B o mudas del género aparece en un sitio al que hay que darle bolilla, www.archive.org. El problema consiste en que las copias no suelen estar subtituladas. Pero la selección de rarezas (de terror y de cualquier otro género, más filmes experimentales, documentales e incluso registros semi porno de strip teases) es inabarcable y provee una experiencia que muestra hasta dónde ha llegado el cine en casi 120 años de existencia.