A 60 kilómetros de Belo Horizonte, un museo a cielo abierto alberga obras de arquitectura y de arte contemporáneo, además de ser un jardín botánico de una singular exuberancia y riqueza de flora local y exótica. El Instituto de Arte Contemporáneo y Jardín Botánico Inhotim, así se llama, ocupa unas 140 hectáreas que proponen un recorrido paisajístico de primera calidad, con galerías para visitar e instalaciones, esculturas y objetos de arte de grandes artistas contemporáneos para descubrir. Es quizás el museo a cielo abierto más grande de Latinoamérica.
Por los años ochenta, el empresario de la minería brasileño Bernardo de Mello Paz se instaló en Brumadinho, departamento de Minas Gerais, para desarrollar un emprendimiento privado donde fue reuniendo obras de arte. Con el correr de los años, Inhotim comenzó a invitar escuelas y grupos cerrados, para transformarse en 2006 en un espacio cultural abierto al público, que hoy es reconocido también como jardín botánico y organización civil de interés público.
ARTE CONTEMPORÁNEO
La colección de Inhotim abarca pinturas, esculturas, dibujos, fotografías e instalaciones de más de 60 destacados artistas brasileños e internacionales. Se pueden apreciar más de 700 obras de arte en exposición, que fueron realizadas desde los años 60 en adelante, y se exhiben a cielo abierto en el jardín botánico o también dentro de las galerías. El predio posee 23 galerías diseñadas por reconocidos arquitectos, cuatro de las cuales están dedicadas a exhibiciones temporarias, que permanecen por dos años y luego son reemplazadas por nuevas adquisiciones. Además, cada año se inauguran proyectos individuales y hacen de Inhotim un lugar en constante evolución. La galería de Doug Aitken es una experiencia en sí misma, ya que uno puede escuchar el sonido del centro de la Tierra por medio de micrófonos ultra sensibles colocados a unos 200 metros de profundidad.
Otros artistas destacados que exponen allí: Cildo Meireles, Miguel Rio Branco, Adriana Varejão, Doris Salcedo, Víctor Grippo, Matthew Barney, Rivane Neuenschwander, Valeska Soares, Lygia Pape, Carlos Garaicoa, Cristina Iglesias, entre otros.
EL JARDÍN BOTÁNICO
El Instituto Inhotim está ubicado en una región boscosa tropical sumamente rica en biodiversidad, pero es también uno de los ambientes más amenazados. Esto último lo transforma en un lugar único donde la conservación y la sustentabilidad toman gran fuerza. Así, 42 de las 140 hectáreas de bosques semipersistentes son ocupadas por jardines, y otras 200 corresponden a áreas protegidas.
Los jardines de Inhotim exhiben la lujuria de la flora brasileña, que se complementa con especies exóticas que se fueron adquiriendo y adaptando perfectamente al lugar. El paisajismo logró destacar y valorizar la vegetación con recorridos por medio de senderos, escaleras, patios y hasta enormes lagos que crean diferentes ambientes y sensaciones, amalgamándose con las obras de arte en todas sus formas y realzando la riqueza de la flora brasileña en toda su exuberancia.
A partir del año 2010, Inhotim es reconocido como jardín botánico con una de las colecciones más grandes del mundo, que incluye unas 5000 especies. Se destacan dos familias: las Arecáceas, con más de 1000 especies y variedades diferentes de palmeras; y las Aráceas, cuyos géneros Zantedeschia, Philodendron y Anthuriumse presentan en más de 400 variedades. Una de las "figuras" del jardín es sin duda la Amorphophallus titanum o flor cadáver, que tiene uno de los peores olores del mundo y florece cada muchos años.
También posee un vivero, y dentro de esta área se realizan investigaciones y actividades educativas enfocadas en la conservación. Por su parte, las disciplinas de paisajismo y de botánica dentro de Inhotim se unieron para diseñar jardines temáticos, que sirven de marco a las colecciones. Así se crearon siete jardines temáticos, como el Jardín de los Sentidos, el Jardín Desértico, el Jardín Pictórico, entre otros, para mayor el interés del recorrido. Inhotim bien vale un viaje exclusivo a conocerlo y son necesarios, al menos, dos días para recorrerlo y disfrutarlo.
Los restaurantes, el centro de visitantes, la organización del lugar y la precisión y buen gusto con que todo fue realizado complementan este único y original museo-parque brasileño.
Cuatro nuevos y ambiciosos proyectos se inauguraron en septiembre de 2018. David Lamelas (Argentina, foto), Paul Pfei?er (Estados Unidos), Robert Irwin (EE.UU.) y Yayoi Kusama (Japón) ocuparán las galerías temporarias. Se trata de obras de artistas que no son tan conocidos en Brasil y