Tras debutar de largo a los 18 años, la futura Reina de los belgas sigue a la espera de “coronarse” con la primera diadema.
- 3 minutos de lectura'
Tras su debut de largo a los 18 años, a Elisabeth de Bélgica, la mayor de la generación de las futuras Reinas, solo le falta coronarse con la primera diadema. Y, de alguna forma, lo tendrá más fácil que sus compañeras herederas. El cofre belga, aunque muy valioso, es de los más pequeños de las Casas Reales de Europa. Aunque, al igual que la princesa de Asturias o Ingrid de Noruega, tampoco podrá agarrarse a la tradición buscando inspiración. Su posición –será por herencia directa, la primera soberana belga de la historia moderna– es muy distinta a la de sus antecesoras. Las últimas cuatro Reinas de los belgas –Astrid, Fabiola, Paola y Matilde– fueron consortes y no princesas belgas de cuna, así que cuando abrieron por vez primera el joyero real era para buscar su tiara nupcial.
TIARA DUCAL
Descartando la tiara “Imperio”, de uso soberano, y sumando estética (apropiada para su edad) y valor sentimental, nos inclinamos por tres diademas que se pueden utilizar también como collar: las tiaras “Laurel”, “Wolfers” y el “bandeau” de la Reina Astrid, sin olvidar la ducal de diamantes que el Gobierno español le regaló a Fabiola cuando se casó con Balduino (diciembre de 1960). Se trata de una corona de siete florones –había pertenecido a la Casa de Medinaceli– que puede usarse con rubíes, esmeraldas y aguamarinas, y lleva desaparecida veinte años, desde 2001, cuando la Reina Fabiola la usó por última vez, no conociéndose su destino desde entonces.
LA TIARA “WOLFERS” Y LA “GUIRNALDA DE BRABANTE”
Matilde de los belgas heredó la tiara de su tía política, esposa del Rey Balduino, y la estrenó en 2015, un año después de su muerte. La Reina Fabiola la recibió, en 1960, como regalo de bodas de los representantes de la industria del diamante de Amberes. La “Wolfers”, con más de 200 diamantes incrustados, fue una de las joyas favoritas de Fabiola y la llevó repetidamente a lo largo del reinado de su esposo, a veces, también, como collar.
Además de esta preciosa joya, se destaca la diadema de diamantes más usada por Matilde. Está decorada con hojas de laurel y bayas, se hace también collar y lleva el sello de la firma inglesa Hennel & Sons. Se diseñó en el período de entreguerras y fue el obsequio de los aristócratas belgas a la actual soberana con motivo de su matrimonio (1999) con el entonces príncipe Felipe. Conocida como “Guirnalda de Brabante”, Matilde la llevó por primera vez durante la visita a Bélgica de los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía en el año 2000.
“BANDEAU” DE LA REINA ELISABETH
La tiara de diamantes de la Reina Elisabeth de Baviera, sobrina de la Emperatriz Sissi y esposa del Rey Alberto I, fue realizada, en los años 20, en forma de “bandeau” para poder llevarla sobre la frente. Elisabeth se la regaló a la Reina Astrid, en 1935, con motivo del nacimiento de su hijo Alberto II, heredándola posteriormente Fabiola, Paola y, ahora, Matilde, quien la distinguió como su tiara nupcial (en la versión más sencilla), por lo que su hija, la princesa Elisabeth, podría reservarla, igualmente, para su boda.