Eliot Ness, el célebre detective parodiado en Los Simpson que pasó de la gloria a la tragedia
Logró derrocar al imperio de Al Capone; aplaudido por la sociedad, se le encargó la búsqueda de un temible asesino serial, pero su fracaso lo llevó a una terrible depresión
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Decenas de películas como Los Intocables, de Brian De Palma; parodias en series como Los Simpson y libros best sellers cuentan la historia del detective que terminó con el infame Al Capone, para muchos, dueño de Estados Unidos a principio de 1920. Eliot Ness tuvo una vida llena de aventuras, grandes victorias y, también, sentidas tragedias.
Nació un 19 de abril de 1903 en un humilde barrio de Chicago. Hijo de padres noruegos, Peter y Emma, que trabajaban en el rubro de la panadería, trabajó duro para estudiar y graduarse en la Universidad de Chicago en Negocios y Derecho, en 1925.
Según detalla el libro de Oscar Fraley, Los Intocables, Ness escuchó una frase de su padre que lo marcó paa siempre: “Esta ciudad, hijo, tiene tres millones de habitantes y medio millón de autos; tiene de todo y absolutamente todo está en manos de la mafia”. Todo era cierto. En tiempos de Ley Seca, una medida que prohibía la fabricación y venta de alcohol, Al Capone, conocido como Scarface, creó un mercado negro de bebidas apoyado en 125 millones de dólares al año que se destinaban a sobornos.
El crimen organizado manejaba las calles y ningún círculo del poder estaba limpio: policías, jueces y políticos estaban salpicados por la sombra de la mafia.
Eliot Ness, por recomendación de su cuñado, Alexander Jamie, ingresó al sistema penal en 1926. Un año más tarde, se unió al Departamento del Tesoro. Allí trabajó con los agentes de la Oficina de Prohibición de la ciudad, conocidos en la jerga como “los 300 fuertes” de Chicago.
El entonces presidente, Herbert Hoover, le encomendó al procurador, George E. Q. Johnson, la tarea de designar al escuadrón para terminar con la mafia de Al Capone. Pese a una trayectoria corta contra el crimen, Johnson eligió a Eliot Ness para que dirija la operación.
Ness comprendió que Scarface contaba con respaldo político y policial para poder hacer fluir su mercado negro. Así propuso la creación de un equipo que estuviera limpio. ¿El objetivo inicial? Reducir los ingresos de Al Capone hasta el punto de que no pudiera destinar más dinero a sobornos. Creía que, de esta manera, terminaría con su imperio. Para dejar completamente afuera a los oficiales corrompidos, Johnson le dio “vía libre” a Ness para actuar sin supervisión.
El Imperio
Para 1928, Ness estimó que Al Capone tenía ganancias anuales por US$120 millones, y que un 75% pertenecía al mercado ilegal del alcohol. En ese entonces, el líder mafioso tenía una red que contaba con 20 cervecerías trabajando los 365 días del año, distribuía whisky, su segundo mayor ingreso, y otros licores.
Como no podía ser de otra manera, a medida que Ness y su equipo de 10 oficiales incorruptibles desmantelaban algunas operaciones, Capone intentó sobornar a los integrantes del equipo. Por eso, Eliot brindó una conferencia de prensa donde aseguró que su equipo no sucumbiría ante la ilegalidad de los pagos de la mafia. Tras esta declaración, los titulares de los periódicos apodaron al equipo como Los Intocables y expresaron: “Ness y sus jóvenes agentes han demostrado a Al Capone que son incorruptibles (untouchables, en inglés)”.
El equipo siguió cortando los suministros de alcohol, reduciendo los ingresos y podando la ramificación creada por Scarface. Los esfuerzos de Ness repercutieron fuertemente en las operaciones y comenzaron a obtener pruebas que todavía eran insuficientes para enjuiciarlo. En 1929, los Intocables detectaron un transbordo de grandes cantidades de alcohol que se llevaría a cabo en Filadelfia y tendría la presencia de Capone.
En esa transacción, Al Capone fue reconocido y capturado por Ness. Esta fue la prueba concluyente para detenerlo y llevarlo a juicio, luego de que un funcionario de Hacienda, Arthur Madden, ordenara revisar los miles de documentos contables de la organización. Sin embargo, no era suficiente para condenarlo con fuerza y solo obtuvo la condena de un año de prisión, que se redujo a 10 meses por buena conducta.
Finalmente, en 1931 Al Capone fue acusado de 22 casos de evasión fiscal y de cerca de cinco mil violaciones de la Ley Seca. Fue condenado a once años de cárcel.
De la fama a la tragedia
Luego de acabar con el hampa y el temible Capone, Ness se convirtió en una de las personalidades más famosas del país. Con la abolición de la Ley Seca en 1935, tomó un nuevo rumbo hacia Cleveland, nombrado director de Seguridad Pública. Allí estuvo a cargo del caso del “asesino de los torsos”, una historia similar a la de Jack el Destripador.
Los dos primeros cadáveres fueron encontrados el 23 de septiembre sin brazos ni cabeza. Este hallazgo causó conmoción y le siguió otra decena de crímenes más. En total se encontraron 12 cadáveres de ambos sexos decapitados y mutilados. Bajo una gran presión social y mediática, Ness intentó hallar al culpable con desesperación y llegó a ordenar el incendio de un poblado donde se habían producido los asesinatos, lo que arrasó con cientos de viviendas de personas en medio de la Gran Depresión.
Con el avance de la investigación, apareció un sospechoso llamado Francis Sweeney, un médico diagnosticado con problemas psicóticos y con las habilidades para descuartizar a sus víctimas. El supuesto asesino serial pertenecía a una de las familias más poderosas de Cleveland y su tío era el diputado más importante del Estado. Sin embargo, Ness pudo interrogarlo y las pruebas del polígrafo indicaron que Sweeney mentía, aunque no era una prueba contundente. Según trascendió, al retirarse de la habitación, el sospechoso le dijo a Ness: “¿De verdad cree que soy el asesino? Entonces, pruébelo”.
El aclamado detective nunca lo consiguió. Además, el mismo Sweeney apoyado por su familia se internó en un psiquiátrico y Ness jamás pudo juzgarlo. Desde su reclusión, el supuesto asesino de los torsos se dedicó a martirizar a Ness con cartas y mensajes que, sumados a la crítica social que recibió por sus acciones, llevaron al famoso detective a un pozo depresivo que derivó en una fuerte adicción al alcohol.
Ness dejó el puesto en 1942, con el prestigio totalmente arruinado luego de intentar una carrera política que apenas pudo empezar.
En medio de una depresión, Eliot Ness tuvo tres casamientos y dos divorcios. Finalmente, murió de un infarto agudo de miocardio a los 54 años, con la salud totalmente deteriorada, paradójicamente, por el consumo de alcohol que él mismo combatió durante toda su carrera. Para culminar con el trágico desenlace, sus cenizas quedaron olvidadas hasta 1997 en un garaje abandonado, hasta que las esparcieron en un lago del cementerio de Cleveland.
El Barón de la Cerveza
El 16 de marzo de 1997 se estrenó en Estados Unidos uno de los capítulos más conocidos de Los Simpson: “Homero contra la prohibición”. Se trata de un episodio que muestra cómo, luego de un confuso hecho, Bart termina ebrio, por lo que se decide prohibir el alcohol en Springfield. Ante esto, Homero monta un sistema paralelo de producción clandestina de cerveza en el sótano de su casa.
Para enfrentar al “Barón de la Cerveza”, las autoridades deciden contratar a Elio Pez, una parodio de Eliot Ness, que buscará como sea desarticular la astucia de Homero.
The Daily Telegraph lo describió como uno de los 10 mejores episodios de la serie.
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