Eleonora Wexler: "No soy competencia para las mujeres"
Debutó como actriz a los ocho años y no paró más: participa de cuatro proyectos para TV y hoy se destaca en el San Martín con Umbrío
Debutó a los ocho años en Annie, y a partir de entonces llevó adelante una prestigiosa trayectoria que consolidó a través del tiempo hasta posicionarse como una de las grandes actrices argentinas. En un gran momento, por estos días protagoniza Umbrío, en el Teatro General San Martín, donde se pone en la piel de Julia, una directora de escuela con una posición sólida y un matrimonio en apariencia perfecto, aunque detrás de esa fachada de éxito y felicidad se ocultan la mentira, el engaño y la manipulación.
"Los personajes de Umbrío aparentan una cosa y a medida que transcurre la obra se empieza a desenmascarar su costado oscuro. «Umbrío» significa donde no llega el sol. Es una obra muy perturbadora", sintetiza.
A su vez, para televisión ya comenzó a grabar Golpe al corazón, un culebrón que podrá verse próximamente por la pantalla de Telefé que aborda distintas historias relacionadas con la violencia de género. También tendrá una participación especial en la prometedora Un gallo para Esculapio, la nueva miniserie de Underground y TNT, con dirección de Bruno Stagnaro, que se meterá con el mundo de la riña de gallos y el de los piratas del asfalto.
Por si fuera poco, para fines de agosto se estrena Pensando en él, una película que hace foco en la visita a nuestro país del poeta bengalí Rabindranath Tagore, donde Wexler interpreta el rol protagónico de la escritora Victoria Ocampo, su anfitriona.
Madre de Miranda, de 13 años, aclara que está sola, tiene tres perras y vive en Beccar. "Siempre había vivido en departamento, nunca en casa, y no lo cambio por nada. Es todo como más tranquilo, me encanta. Siempre que llego a mi casa tengo la sensación de que estoy de vacaciones."
-¿En qué momento decidiste que querías dedicarte a la actuación?
-A los 14 tuve una crisis, me planteé seriamente si quería continuar, y justo me llamaron para hacer un reemplazo en una comedia musical. Entonces sentí que realmente tenía ganas de hacerlo. Sé que tuve una infancia diferente, me crié en un mundo de adultos, con muchas responsabilidades. Después hubo un trabajo interior para no irme detrás de cada uno de esos personajes que hacía y encontrarme yo.
-¿Te independizaste muy joven?
-Sí, a los 19 me fui de la casa de mis padres, me alquilé un departamento en Once, y a los 22 me pude comprar mi primer departamento.
-Alguna vez dijiste que cada personaje te llega por algo. ¿Por qué creés que te llegó el personaje de Julia que interpretás en el San Martín?
-Seguramente para mostrar algo que tengo que mostrar...
-¿Tu costado oscuro?
-No sé si mío. Quizá sea para mostrar cierta oscuridad en algo que el público tenga establecido, como este matrimonio que se sostiene dentro de determinados parámetros, donde en apariencia está todo bien, cuando en realidad sólo es así en la cáscara. Entonces digo: tengo que mostrar esto. ¿Por qué? Son motivos personales... pero sin dudas el personaje de Julia me llegó por algún motivo.
-Interpretaste románticas sin remedio y sobre todo villanas memorables. ¿De dónde viene tanta intensidad en tus personajes?
-Está en los genes. Soy ariana, con ascendente y luna en leo. Todo fuego, fuego, fuego a full. Vine así de fábrica. Es algo de las tripas, tiene que ver con algo muy interno. Me da la sensación de que eso traspasa... por eso llegan los personajes que llegan.
-El público femenino siempre te respetó, parece que está mayormente de tu lado. ¿Lo sentís así?
-Sí, totalmente, siento el afecto de las mujeres, porque creo que no soy competencia. No tengo una imagen de supermujer, soy una mina normal y mi trabajo prevalece sobre todo lo demás.
-Estás sin pareja: ¿cómo la llevás?
-Bien, tranquila. Siento que estoy pasando un buen momento, o sea, no necesito completarme con alguien si no estoy realmente enganchada. No necesito tapar mi hueco, porque me banco mi propia soledad. Creo que en definitiva todos estamos solos, y después uno elige acompañarse. No tengo ningún problema en estar sola, disfruto del tiempo en soledad, de leer un buen libro, de verme una buena película o una buena serie, de estar en casa tranquila. Disfruto de mis amigos y de mi familia.
-¿Hacés terapia?
-Sí, desde hace bastante. Hice distintas terapias, porque siento que con el trabajo que hago son fundamentales. Ahora estoy haciendo una terapia que trabaja más desde la integridad como ser, cuerpo/mente/espíritu. Se trata de ser sincero con uno mismo, preguntarse quién es uno, sacando todo con lo que te fuiste contaminando. Si bien podés ir para atrás con algunas cosas, no va a revolver el pasado, sino que trabajás fundamentalmente con el presente, está buenísimo.
-¿Qué reflexión te merecen el amor y la vida en pareja?
-Creo que lo más lindo es estar enamorado. El amor es uno de los estados más lindos que uno puede tener y estar en pareja es una de las cosas más lindas que te pueden pasar, aunque de la convivencia no estoy tan segura. No sé si volvería a convivir ahora, la convivencia me parece un poco desgastante. Me gusta mucho mi espacio, mi lugar, mi tranquilidad, y está bueno si el otro tiene lo suyo también. Nos encontramos y pasamos buenos momentos (digo esto y el año que viene estoy conviviendo).
-¿Las rupturas las tomás como un fracaso o como algo inevitable?
-En un principio uno lo toma como un fracaso, y después se va dando cuenta de que no. En realidad creciste, el otro creció para otro lado, y es preferible esa ruptura antes que seguir con algo que no nos hace felices a ninguno de los dos.
-¿En qué crees?
-En el amor, en la vida, en los afectos, que para mí son lo más importante de mi vida; creo en la integridad y en las bases sólidas que uno va teniendo de chico. Creo en la amistad, en la sinceridad.
-La sinceridad no siempre es sencilla...
-No, tiene su precio.
-¿Y siempre elegís pagarlo?
-Depende con quién. Con gente muy amiga sí lo voy a ser, siempre. Hay gente con la que no vale la pena ser sincero. ¿Para qué?
-¿De qué cosas estás segura?
-De mi profesión, de ser una buena amiga.
-Para terminar: ¿alguna frase de cabecera?
Carpe diem. Disfruta el día.
En la línea del malbec
A la hora de elegir su bebida favorita, Eleonora no lo duda: "Disfruto mucho de un buen malbec en la cena -asegura-. Durante el día me encanta tomar limonada con jengibre y menta. Esta buenísima, superfresca, y es perfecta para la garganta. También disfruto mucho del mate, lo primero que hago cuando me levanto a la mañana es hacerme unos mates".
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