Electrofitness, la nueva forma de verse bien
El entrenamiento a base de electrodos llegó a la Argentina y es un boom entre las celebrities y los cultores del cuerpo tonificado
Cinthia llega y se calza el traje y el chaleco de neoprene negro lleno de electrodos. Cerca suyo, una persona toma el control remoto y le da unas indicaciones. Parece vestida para una película de ciencia ficción o a punto de entrar en una especie de realidad virtual paralela. Y algo de eso hay: está por empezar una clase de gimnasia, más precisamente para una sesión de electro fitness, la gran novedad del mundillo deportivo y la nueva moda entre las celebrities y bellezas locales como Silvina Luna que lo promocionan incansablemente a través de sus cuentas de Twitter e Instagram.
Cinthia no es una celebrity –no en el sentido estricto, al menos–, pero practica desde hace unas semanas la gym de las más famosas para llegar espléndida al verano. La fórmula parece simple: 10 en 20. Traducida significa estar 10 puntos en tan sólo 20 minutos, es decir, el tiempo que demanda mover los 350 músculos del cuerpo en forma simultánea casi sin haber transpirado, pero con la sensación de haber hecho una hora y media de un entrenamiento superintensivo.
Si hace algunas temporadas el crossfit era la disciplina de moda, con un entrenamiento exigente similar al que se realiza en una base militar, hoy ese lugar de privilegio es ocupado por el entrenamiento por electroestimulación muscular (EMS) que desembarcó en la Argentina de la mano de Just Body en octubre.
La empresa, especializada en insumos deportivos y estéticos, abrió varias franquicias para la práctica de esta gimnasia en Cañitas, Vicente López y Villa del Parque. Y próximamente inaugurarán otras tantas en Pilar, Patio Bullrich y Rosario. También anunciaron que la cadena Sport Club será la primera en tener los electrodos en algunos de sus gimnasios.
Pero para los que no quieren ni pisar uno, por falta de tiempo o de interés, pueden pedir que un personal trainer les lleve el traje, el chaleco y el control a la casa porque el sistema es inalámbrico y portátil. "El gran salto se dio a partir de la eliminación de los cables. Antes el traje estaba conectado a la máquina y no tenías mucha autonomía de movimiento. Esto hoy se eliminó porque es una conexión Wi-Fi que trabaja con una aplicación multiplataforma con una gran variedad de opciones de entrenamiento y programas personalizados. Esto supuso una evolución y revolución, porque a los que no les gusta encerrarse en un gimnasio pueden entrenar en casa o al aire libre, como en una plaza", dice Jorge Nure, dueño de Just Body.
La app que se conecta al traje tiene 50 programas de entrenamiento salud y belleza, y permite entrenar a dos personas a la vez. La pantalla táctil de 10 pulgadas permite, entre otras cosas, "grabar la sesión" y tiene una función de administración diaria para seguimiento de los progresos en las sesiones de entrenamiento.
En realidad, los electrodos son viejos conocidos de los deportistas de alto rendimiento que los utilizan para recuperarse de lesiones y como complemento del entrenamiento y de las mujeres que alguna vez los probaron en algún centro de estética en una búsqueda desesperada de lograr tonicidad muscular sin esfuerzo. La novedad es que saltaron a los gimnasios y se potencian con movimientos y ejercicios propios del fitness.
"El electro fitness combina el entrenamiento físico personalizado con la electroestimulación muscular. Con sesiones de sólo 20 minutos, este método promete activar de manera intensa y simultánea el 100% de los músculos. Se trabaja de forma activa. Esta combinación única conduce a un aumento adicional de tensión, produciendo así unos resultados de entrenamiento altamente eficaces y a un nivel inalcanzable con métodos convencionales", explica Nure, que recomienda dos sesiones por semana como máximo.
Por lo pronto, Cinthia está fascinada con los resultados. Ella se reconoce como una "probadora compulsiva" de todo lo que surge alrededor del fitness y asegura que este sistema es uno de los más efectivos: "Soy de probar todo lo nuevo. Hice plataforma vibratoria, kangoo jumps, crossfit –enumera–, pero en las pocas sesiones que llevo veo una reducción notable de la grasa corporal y sobre todo pude tonificar partes complicadas como la parte interna de los muslos. Además, lo combino con una bicicleta especial que tira calor", cuenta. En realidad, esa bicicleta es una tecnología desarrollada por Just Body en la Argentina que combinada con los electrodos maximiza y potencia resultados.
"Se llama Thermobike y es una bici fija que de la cintura para abajo, tiene 26 cámaras infrarrojas que generan calor y hace que quemes más grasa y mejores la celulitis de forma muy rápida. Es un sistema único que desarrollamos acá", explica Nure.
Pros y contras
Según varios estudios a nivel mundial, sólo el 8% de la población va al gimnasio. Y entre las razones que explican esta falta de interés por pisar estos lugares de entrenamiento físico están las lesiones, la falta de tiempo y el no ver resultados importantes a corto plazo. "El EMS elimina estas tres variables: no hay lesiones, 20 minutos equivalen a dos horas de entrenamiento intensivo y los resultados son realmente notables en muy pocas clases", asegura Nure.
Otras ventajas de este sistema –dice su impulsor en el país– es la posibilidad de personalizar el entrenamiento. "El personal trainer puede controlar cada grupo muscular mediante el ajuste de la intensidad según las metas individuales. Por ejemplo, si se tiene que trabajar más la parte abdominal se intensifica esa zona. Con EMS se logran resultados visibles y tangibles en muy poco tiempo. En cuatro o seis clases ya se nota la diferencia", afirma el director de Just Body.
¿Las desventajas? Sin duda, su elevado precio: un paquete de 10 sesiones cuesta entre 4000 y 5000 pesos, según la franquicia. "Puede parecer elevado, pero muchos me dijeron que una clase de tenis te sale 350 pesos y si a eso le sumás el alquiler de la cancha, más o menos superás eso por sesión y no tenés el entrenamiento que te da esto", justifica Nure, que de todas maneras confía en que cuando la tecnología se popularice, los precios bajen, tal como ocurre siempre ante cada novedad que revoluciona el mundo del fitness.
Un claro ejemplo de esto podrían ser las plataformas vibratorias, que cuando surgieron, allá por 2008, eran inaccesibles para la mayoría y hoy forman parte de las máquinas que pueblan las grandes cadenas de gimnasios. El epicentro del boom de esta disciplina está en España, donde hay más de diez cadenas cada una con varias sucursales esparcidas por todo el país. Allí surgió hace unos ocho años y también se popularizó de la mano de las famosas de ese país. En la Argentina, aunque es toda una novedad, ya se declaran fanáticas del método de entrenamiento las modelos, actrices y deportistas como Luciana Aymar. Y se rumorea que el cantante Ricky Martin lo pidió en su estada en la Argentina, hace muy pocos días, para no abandonar su exigente entrenamiento.
Los trajes, que tienen un sistema antibacteriano, se adaptan a todos los cuerpos y tamaños: hay cinco talles de bodies y seis de chalecos, para que puedan hacer este entrenamiento desde personas muy delgadas hasta las que tienen un cuerpo robusto. Además, los chalecos tienen tiras ajustables que hacen que se adapten mejor a cualquier contorno corporal.
Mientras se saca el "traje de buzo", como lo llama, Cinthia asegura que termina agotada después de cada sesión. "Me gusta venir porque en menos de media hora ya estoy afuera. El gimnasio me aburre, pero esto me gusta porque no me demanda tiempo. Igual, que sean pocos minutos no significa que no lo sientas. Al contrario, es un entrenamiento exigente porque las contracciones de los electrodos se sienten con cada movimiento que hacés", decribe. Por lo pronto, enero la tendrá enfundada en el "traje de buzo", con la esperanza de lucir un cuerpo renovado cuando salga del mar y se tire de cara al sol.