El exsenador, que se convirtió en un referente de la lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), viajó a la localidad de Agustina, partido de Junín, para emitir su voto
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Hace instantes, Esteban Bullrich (54), el exsenador nacional de Juntos por el Cambio, tras recorrer 300 kilómetros, emitió su voto en la escuela de la localidad de Agustina, partido de Junín (Buenos Aires) y fue recibido por el intendente Pablo Petrecca y con aplausos por parte de los votantes, fiscales y autoridades de mesa del establecimiento.
Bullrich salió temprano de su casa en un country de la zona norte del Gran Buenos Aires y llegó a votar a las 11, en una camioneta Kia de color blanca, acompañado por su hijo, su enfermero y un asistente. En la escuela fue recibido por Pablo Petrecca, el intendente de Junín y un grupo de veinte personas que se acercaron a recibirlo con aplausos.
Dentro del establecimiento, el exsenador se mostró emocionado ante la ovación recibida. Tomó el sobre e ingresó al cuarto oscuro acompañado por su hijo mayor, Agustín y un policía. Minutos más tarde salió con la boleta y la depositó en la urna con la ayuda de su hijo. Tras emitir su voto, Bullrich dijo unas palabras de agradecimiento y manifestó que volverá en octubre para las elecciones generales.
Agustina es una pequeña localidad que se encuentra a 10 kilómetros de Junín, donde el exsenador fijó su domicilio en 2017, en un campo familiar vecino al pueblo, cuando se postuló como senador nacional por la provincia de Buenos Aires y derrotó a Cristina Fernández de Kirchner en una elección histórica.
El viernes, a través de sus redes sociales, el exsenador, que en 2021 fue diagnosticado de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), instó a los ciudadanos a que este domingo vayan a votar y adelantó que él recorrería 600 kilómetros en total para ejercer su derecho cívico. “Es el mayor acto de rebeldía”, dijo.
Horas antes de votar, tuvo un breve cruce de mensajes con LA NACION, en el que respondió cinco preguntas.
-Usted se encuentra legal y moralmente relevado del compromiso de votar, ¿para qué lo hace?
-Una vez más, no voy a renunciar al privilegio de elegir a quienes nos gobiernan.
-En su última aparición, en las redes sociales, pidió a la ciudadanía que vaya a votar, ¿lo inquietó el comunicado de la Cámara Nacional Electoral alertando sobre el riesgo de un ausentismo elevado en las primarias?
-Me preocupa mucho, por eso hice la convocatoria pública instando a votar. Creo que no ir a votar es rendirse, es dejar que las estructuras pagas nos dominen, que las minorías ganen peso. Eso daña nuestra democracia y hay que luchar contra ese mal. Y yo no me rindo.
-Como referente político de Juntos por el Cambio, ¿por qué no apoyó abiertamente a alguno de los candidatos de su espacio?
-Porque, dado mi propósito de unir a los argentinos, creí que expresar mi preferencia por alguno no era conveniente, que podía tener un efecto nocivo en nuestro espacio, y no querría hacer nada en ese sentido.
-En un escenario de creciente violencia e inflación descontrolada, ¿cuesta mantener la fe en el país?
-Una amiga dice que el dicho debería ser: donde hay esperanza, hay vida. Y yo creo lo mismo. Tenemos un gran país, gente extraordinaria, y una dirigencia que no ha estado a la altura de su pueblo, pero creo que eso va a cambiar. Como decía Steve Jobs, solo los locos que creen que pueden cambiar el mundo, son los que finalmente lo hacen.
-Anunció en las redes que el próximo 27 de agosto participará de la Media Maratón de Buenos Aires con el objetivo de recaudar fondos para su Fundación, en especial para realizar un ensayo que mostró buenos resultados, ¿qué expectativas tiene?
-Mi sueño es que podamos hacer un ensayo de un tratamiento que está dando buenos resultados en Europa, con Interluquina 2, para que veinte pacientes lo hagan acá. En gran parte para eso hacemos esta campaña.
Hace tres años que Bullrich fue diagnosticado de Esclerosis Lateral Amiotrófica, una enfermedad que afecta a 1 de cada 100.000 personas en el mundo (dos de los casos más famosos, Stephen Hawkings y Roberto Fontanarrosa). La ELA es una enfermedad neurodegenerativa progresiva. “Los nervios dejan de transmitir. El cerebro manda órdenes pero los músculos no responden. La cabeza funciona perfecto, sos muy consciente de cada cosa que va pasando”, explicó en una oportunidad Bullrich.
El 9 de diciembre de 2021, por sus problemas de salud, Bullrich renunció a su banca en el Congreso. “Esta decisión la tomo con todo el dolor del mundo”, dijo el entonces senador a través de “Háblalo”, la aplicación creada por Mateo Salvatto que facilita el habla de los que tiene dificultad en su comunicación, y luego se quebró en llanto.
Al año siguiente, el exsenador creó la Fundación que lleva su nombre y se convirtió en un referente de la lucha contra la enfermedad. Entre sus objetivos, además de brindar acompañamiento a los pacientes y sus familias, promover la investigación de tratamientos y encontrar una cura de la ELA.
Este año, cuando cumplió 54, pidió por sus redes sociales que en lugar de regalos prefería recibir donaciones para su fundación. En sus redes Bullrich se mostró sorprendido y agradecido por la suma recaudada: en solo un día logró reunir casi 5 millones de pesos. “No podemos competir con Santi Maratea, pero es un montón de plata que gracias a su generosidad, va a ayudarnos a seguir buscando la cura a esta enfermedad de mierda”, escribió.
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