Elección de la crema dental: por qué optar por las que protegen el esmalte
Hoy se ofrecen productos especialmente desarrollados para fortalecer el esmalte, ese tejido que recubre y protege nuestros dientes.
El esmalte dental es el tejido más duro del cuerpo, encargado de recubrir y proteger nuestras piezas dentales de los estímulos externos. Su gran problema es que no es capaz de regenerarse en forma natural: si sufre algún desgaste, será para siempre. De ahí que cuidarlo resulta fundamental.
¿Qué daña el esmalte? Pueden existir problemas de oclusión o de bruxismo, aunque éste también se puede ver afectado por la presencia en la boca de alimentos ácidos. Hablamos en este caso de la "erosión ácida".
La erosión ácida puede ser causada por factores intrínsecos (como los vómitos o el reflujo) o externos (como las comidas y bebidas ácidas). Y según explican los expertos, con solo cuatro "momentos ácidos" al día ya estamos expuestos a sufrir esta afección que con el tiempo puede devenir en la fragilidad de las piezas, cambios en el color y en el brillo y también sensibilidad dental.
Casi uno de cada tres adultos presenta en la actualidad signos de desgaste dental, característica que se potencia en las personas que tienen entre 18 y 35 años. Y este preocupante aumento se debe por un lado al cambio en las dietas (hoy consumimos más gaseosas, condimentos para ensaladas, salsas, bebidas para deportistas y en algunos casos también frutas), aunque a la vez tiene que ver con la tendencia de ingerir alimentos en pequeñas porciones, pero más veces al día.
La prevención, la clave
Sensodyne Pro-Esmalte es la marca recomendada por odontólogos para proteger los dientes contra los efectos de la erosión ácida, ayudando a fortalecer el esmalte dental. ¿Por qué? Porque su fórmula fue especialmente desarrollada para ayudar a los minerales a que penetren profundamente en la superficie de cada diente, fortaleciendo y reconstruyendo el esmalte debilitado y volviéndolo más fuerte y mejor protegido contra los ácidos que están en los alimentos que consumimos todos los días. El producto brinda protección continua contra los efectos de la erosión ácida además de que provee flúor y presenta una baja abrasividad.
Un dato no demasiado conocido es que la erosión ácida es capaz de afectar a los dientes limpios y totalmente libres de placa. De ahí que la solución no es tan simple como evitar las golosinas o cepillarse los dientes dos veces al día. Una suerte de "ranking de acidez" incluiría entre los alimentos "muy ácidos" el jugo de limón, el vino, las bebidas para deportistas, el agua tónica, las naranjas, las ciruelas, las gaseosas, el té helado, los jugos de frutas, el vinagre y los aderezos para ensaladas y salsas de tomate para pastas; mientras que otros como el yogur, las bananas, las peras, el té negro y el jugo de remolacha y zanahoria figuran entre los "poco ácidos".