El varón fashionista se mete en el placard
Crece el número de hombres que, alejados de los viejos prejuicios, se interesan por la moda tanto o más que ellas
Nacho Montalto tiene más de 50 camisas, docenas de remeras y pantalones, una veintena de pañuelos y muy poco lugar en su placard. Aunque apilar ropa en espacios densamente poblados como cajones y perchas parezca un problema más bien femenino, ahora los hombres empiezan a reclamar espacios y territorios históricamente ocupados por mujeres, como estantes u organizadores de carteras y zapatos.
El nuevo varón fashionista , amante de la moda y atento a las últimas tendencias, bien sabe que la batalla no está perdida, y avanza territorialmente en el siempre escaso espacio del vestidor ante cada nueva adquisición. La moda dejó de ser un ámbito femenino y hoy los hombres la disfrutan sin prejuicios. Como Nacho, que luce una camisa entallada, jean chupín y zapatos con punta redonda con detalles calados. Se reconoce amante de la ropa -en especial de accesorios como pañuelos de seda estampados- y cuando ve algo que le gusta, lo compra sin culpa. Total, en el placard, seguramente siempre queda algún rincón sin explorar.
A la hora de comprar, para Montalto el hombre es más racional. "Compramos más por necesidad que por gusto, no nos fijamos tanto en el precio, pero sí le damos importancia a que la ropa dure varias temporadas -opina-. Somos mucho más seguros que la mujer, no necesitamos de la aprobación de nadie. Si nos gusta, lo llevamos, sin vueltas", describe.
Parte de este renacer fashionista lo explican el surgimiento de marcas que supieron interpretar la necesidad de que el hombre use ropa que lo favorezca y lo haga ver y sentirse mejor. Y no sólo a los jóvenes: el hombre de más de 45 años también busca estar actualizado en cuanto a lo que se pone y busca prendas que realcen su figura.
Claudio Zafarani, creador y dueño de Garçon García, la marca que apuesta al look parisino con camisas entalladas y estampas liberty o a lunares, dice que la moda masculina está en auge. A pesar de que su propuesta abarca también a mujeres y niños, el corazón de la marca está puesto en los hombres.
"Hoy, sin dudas, los varones están cada vez más interesados en el mundo de la moda, buscan verse bien y sentirse cómodos eligiendo prendas que, además, tengan tendencia y diseño -opina Zafarani-. Esto también puede verse en el mercado de indumentaria local, con el crecimiento de marcas para hombre con propuestas modernas y alineadas a las tendencias internacionales."
Lo que dice Zafarani tiene un sustento: según la directora de Marketing de Levi's, Carolina Gadano, una marca registrada en lo que a moda informal se refiere, "en los últimos cinco años, surgieron más marcas de ropa masculina que femenina. Es verdad que hombres fashionistas existieron siempre, la diferencia es que ahora están más atentos a lo que se ponen, a cómo les puede llegar a quedar un corte de pantalón, si los favorece o no. Aunque la media de los hombres sigue comprando más por necesidad que por gusto, hoy se fijan y gastan un poco más".
En el surgimiento de este varón que se preocupa por su imagen, también ayudó mucho el exceso y el acceso a la información. Para Federico Bonomi, creador de Kosiuko y de Herencia Argentina, "lo que se ha incrementado vertiginosamente en los últimos años es la información. Ahora resulta más fácil estar al día en este tema. Y creo que, en la construcción del estilo personal, los hombres miran a personajes de su interés que los van influyendo y, de esta manera, se van inclinando hacia un estilo u otro".
Bonomi no se considera él mismo un varón fashionista , aunque sí dueño de un estilo propio, que se traduce en varias de sus colecciones. "Hay una mezcla de grunge con rock y cultura custom . Creo que eso define un poco nuestro estilo, más allá de que cada uno le pone su toque personal. Apostamos a vestir gente con un cierto look, un estilo no a la moda -explica-. No sé si hay un perfil del hombre fashionista, pero estoy seguro de que hay tipos sin onda, con onda y con mucha onda."
Para Zafarani, hoy la calle se transformó en una vidriera que expone más que antes. "La tecnología lo que te da es una inmediatez que antes no existía. Creo que hoy los smartphones y demás dispositivos tecnológicos son un accesorio más dentro del total look de un hombre. Y con las redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram, los looks de la calle pasaron a un primer plano. Hoy cualquiera saca fotos con el celular de alguien que está bien vestido, unos zapatos que le llamaron la atención o una vidriera que lo impactó, las sube a una red social y las viraliza en segundos. Esto hace que la exigencia estética sea alta, ya que estamos mucho más expuestos", opinó el creador de Garçon García.
Tema de conversación
Por años, Francisco Sioli, que trabaja en la administración pública, soportó que sus amigos lo consideraran, no sin algo de ironía, "el mejor vestido" del grupo. Hoy muchos de ellos le preguntan dónde compra algo de lo que lleva puesto.
"Los hombres hablamos de moda. El que diga que no se preocupa por su imagen miente. Hoy no existe un hombre que no piense en su estilo. Aun el más desprolijo tiene uno", dice Sioli, que, a pesar de que le gusta vestirse bien, no se reconoce amante de la ropa ni gasta mucho en indumentaria, pero cuando algo le gusta, lo compra.
"Viví varios años afuera, donde la relación del hombre con la moda es diferente, y preocuparme por lo que me pongo es un hábito que fui incorporando -dice Sioli-. Me sirve mucho en lo laboral porque tengo varias reuniones con gente de alto rango. Lo que una persona usa dice mucho de ella", asegura quien se define con un estilo prolijo, clásico, pero con toques que llaman la atención, como medias de color.
"Vestirse bien es caro, pero aveces un solo detalle hace la diferencia", sugiere, y dice que todavía disfruta sorprender a sus amigos con alguna prenda nueva que dispare la pregunta "dónde compraste eso". Félix, Penguin, Abercrombie forman parte del staff fijo de su placard.
Leandro Carocielli siempre se preocupa por lucir impecable. Camisa entallada, pantalón chupín y zapatos acordonados forman parte de su look diario. Además de ser amante de la ropa, trabaja en un local de Palermo y eso lo obliga a estar siempre a tono con las últimas tendencias.
"Hoy el hombre de más de 40 años está mucho más pendiente de la moda que el de 20 -asegura-. La gente grande se anima más, investiga por Internet, mira las colecciones y viene buscando algo puntual. Sabe lo que quiere llevar. Eso antes no pasaba", dice Carocielli, que además agrega que muchos hombres llegan al local solos y con la idea de un cambio de look. "Quieren pasar de algo clásico a algo con más glam , con algo de diseño", dice.
Martín Medina se pasó meses buscando ese reloj Casio dorado, verdadero objeto vintage de culto de estos días, que luce en su muñeca. Acaba de avistar percheros en Félix, pero aunque salió sin bolsas el programa de ir a ver ropa es de por sí un buen plan para él. La tardecita en Palermo invita a perderse y mirar vidrieras, aunque la compra no sea su objetivo principal.
"Me gusta mucho mirar, buscar, me gusta recorrer y voy a ferias, pero también voy directo a locales que me gustan, como Félix o A.Y. Not Dead. También compro muchísima ropa de afuera por Internet. Soy ecléctico, me gusta mezclar estilos", se define.
Mauro Lagiglia no es un fashion victim, pero reconoce que le gusta mucho la moda. "Disfruto de ir a ver ropa, tal vez me gusta más que comprar", dice quien asegura que se viste según su humor y a la hora de vestirse elige el mix: algo vintage, algo de marca y un toque alocado.
A pesar de que los prejuicios hacia los varones fashionistas todavía persisten en algunos ámbitos, en general van cayendo con el mito de que la ropa y la moda son territorios femeninos. "Los prejuicios existen, pero hay cada vez menos. Hoy en día es normal que los hombres se preocupen por su look y que se cuiden. Porque -concluye Zafarani-,¿a quién no le gusta, en mayor o menor medida, verse bien y vestir canchero?"