El tesoro de la sierra madre
En la bella provincia de Córdoba, el vino se abre su camino y está siempre de temporada. Un recorrido por el circuito del vino
Uno piensa en Córdoba y evoca bucólicas imágenes de sierras y yuyos, de burritos y alfajores, de maravillosos paisajes naturales. También asoma la música cuartetera y los festivales folclóricos, el fútbol bien jugado, la cerveza de tradición germana y el culto al Fernet. Todo eso y mucho más recuerda a La Docta. Pero además existe un detalle importante en su cultura, que no muchos tienen en cuenta y que hoy, paso a paso pero con determinación, está volviendo por sus fueros: el vino.
Córdoba no sólo tiene larga tradición en la materia, sino que fue el punto de partida para la elaboración del vino en nuestro país, primero por los inmigrantes españoles y luego por la orden de padres jesuitas que creó el Lagrimilla, primer vino hecho en América para los reyes de España. Con el tiempo se transformó en una zona de producción a granel y en los últimos años las bodegas han puesto mayor énfasis en la calidad, creando de paso una opción novedosa para el turismo. Caminos Del Vino es una nueva ruta que invita a recorrer y conocer sus producciones vínicas.
Es un circuito que abarca tres regiones con nueve bodegas y cinco productores artesanales, integrados de manera uniforme.
Colonia Caroya
Aquí llegaron en 1878 los primeros inmigrantes de la región italiana del Friuli, que se asentaron al inicio en La Estancia Jesuítica de Caroya (hoy declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco) y luego colonizaron el área, dando identidad definitiva a la vitivinicultura cordobesa, con la uva isabella –conocida como chinche o frambua– como bandera. Hay pequeños productores como por ejemplo la Bodega Vittorio Papalini, en donde Benito elabora el Vino Casero 2009 (un Merlot); o Vinos Aurelio, en donde Miguel Patat ofrece un inolvidable paseo en tractor por los viñedos y notables ejemplares de Merlot y la citada frambua. La Bodega El Bosque, de la familia Fantini, está rodeada por un campito de golf y es conocida por su Cabernet Sauvignon de la marca Riulat. Los grandes productores son La Caroyense, cuya enorme bodega que data de 1834 tiene la extensión arbolada más larga del mundo (13 km) y cuyo soberbio espumoso Piú goza de justa fama; Bodega Nanini, presente desde 1929, produce un notable rosado de frambua y la Bodega Riviesse se distingue con un Merlot Roble 2007. Todos están haciendo sus primeras armas en el enoturismo y planean incorporar más servicios. El circuito se completa con el Museo Casa Copetti y con un almuerzo en el Ristorante La Friulana, cuya comida típica del norte italiano a cargo de Luis Masotta no tiene nada que envidiarle a ningún par porteño. También hay pequeños productores de delicatessen locales como Rosel (dulces caseros y vino patero), Sabores De Caroya (salames y embutidos) y Fertilia (dulces y fiambres). Por la noche se impone el restaurante Macadam y el bar Estación Caroya, de las hermanas Visintin, para beber vinos, tapear y culminar un día inolvidable.
Traslasierra
Luego de visitar el pueblo histórico de Ischilín hay que conocer al carismático Héctor Jairala Oller, ex entrenador de boxeo y fútbol (trabajó con Labruna en el River campeón de 1975). En su bodega produce galardonados ejemplares de Merlot y Cabernet Sauvignon con la clara intención de hacer el mejor vino de Córdoba. Y para ello trabaja día a día con su esposa Beatriz. Pasar luego por Barranca Yaco y visitar el Museo Jesuítico Nacional de la vecina Jesús María, en el que los religiosos hicieron los primeros vinos: un recorrido imperdible para todo aficionado al elixir de Baco.
Calamuchita
En primer lugar, conocer el encanto de La Cumbrecita, pueblo peatonal y reserva natural cuya arquitectura recuerda al Tirol. De allí, a las dos bodegas en altura: Las Cañitas, con paisajes inigualables y un notable Malbec 2010; y Finca Athos, con siete cepajes mendocinos y un expresivo Sauvignon Blanc.
Por la noche, una suculenta cena europea con productos autóctonos en el restaurante La Colina, marca el final de la aventura, o mejor dicho, el principio de otra: Córdoba y el nuevo tesoro de sus sierras aguardan para disfrutarlos.
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