El show debe continuar: eventos y recitales resisten online
El sábado pasado, Hernán Cattaneo tocó para un millón de personas. No lo hizo en el Campo de Polo, como en febrero pasado, sino desde su casa. La hazaña, realizada vía streaming a través de Facebook, Instagram y YouTube, se llamó "Home Edition" y marcó un hito absoluto en una tendencia que viene en alza en tiempos de cuarentena: el show y el entretenimiento deben continuar y las redes son el mejor lugar para hacerlo. Así lo demuestran tanto eventos de esta convocatoria como recitales, obras de teatro, ballets y hasta festejos de cumpleaños y after office.
"Me enganché a ver el set alrededor de las 20, con una cervecita en la mano. La verdad es que al principio estaba un poco negada con verlo desde la compu sentada en casa, cuando un mes antes estaba bailando en vivo, pero me sorprendió todo lo que armó. La escenografía era hermosa y la música fue de otro planeta, ¡para bailar sin parar!", cuenta Eugenia Corigliano. Como ella, son muchos los que de a poco están despertándose a esta nueva forma de consumir música y espectáculos en épocas de pandemia. De hecho, hasta los propios artistas están acomodándose a este formato. "Había transmitido shows en vivo muy puntuales, pero nunca había hecho uno virtual sin público adelante mío, con todos conectados por redes", describe el propio Cattaneo, que además contó con la convocatoria de Metro 95.1, que transmitió las cinco horas de set. Así, contrarrestó la ausencia de público que le diera su feedback instantáneo con mirar a su mujer e hijas bailando, e imaginar que el resto estaba haciendo lo mismo en sus casas. "Cuando terminamos me empecé a enterar de los números del livestream y a ver los comentarios, y fue una alegría enorme saber que hubo tanta gente conectada desde tantas partes del mundo", relata.
Al día siguiente, domingo, la convocatoria migró al ballet: a las 20, el Teatro Colón emitió "El lago de los cisnes" y, a juzgar por las reacciones en redes, las más variadas edades detuvieron todo lo que estaban haciendo para verlo. Para Silvita Navajas, de 69 años, el evento significó inaugurar su experiencia con el streaming: "Le pedí ayuda a mi sobrino para que me lo conecte en una pantalla grande y lo disfruté completo. Se vio perfecto y fue lindísimo. Es gracioso cómo la cuarentena nos obligó a aggiornarnos". A su lado, su nuera de 36 lo disfrutó a la par de principio a fin.
Esta presentación fue parte de la iniciativa "Cultura en Casa", creada por el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires en busca de permitir el acceso online y gratuito a todos los contenidos culturales porteños. Además de esta joyita del Colón (del que hay más entregas de clásicos), se ofrecen obras del Complejo Teatral de Buenos Aires, talleres, tours virtuales, recitales, conciertos, audiolibros, películas, series y tutoriales. También, contenido de terceros ajenos al ministerio que eligen compartirlo. "La cultura es mucho más que entretenimiento, es una herramienta para la vida, nos conecta con nuestra identidad y nos hace mejores personas. Y en este contexto tan particular cumple un rol más que fundamental. Por eso estamos muy contentos de haber logrado que la cultura siga viva y abierta", expresó Enrique Avogadro, ministro de cultura del GCBA. Con más de 800.000 visualizaciones de contenidos destacados, la web es un trabajo permanente por actualizarse para brindar programación siempre distinta y para todas las edades –aunque el mayor rango etario es el de más de 65 años, seguido por el de 25 a 34–.
Generosidad de propuestas
Entre los mayores afectados por esta pandemia y aislamiento están los bares y boliches. Sin embargo, son varios los que proponen que cada uno siga la fiesta en su casa, generando contenidos online. Es el caso de Carnal, el histórico restó-bar de Palermo Hollywood, que está haciendo vivos en Instagram con distintas figuras cada fin de semana en plan de amenizar las noches, alternando entre sets de DJ reconocidos, bandas y solistas.
Y es que son muchos los que encuentran en estos eventos una suerte de balsa en medio de tanta angustia. "A mí la música me está salvando", apunta Florencia Quintana, "estoy muy agradecida a los artistas que están compartiendo su arte en vivo, lanzando CD y nuevo material a pesar del contexto". Amante de recitales y festivales, por estos días disfrutó desde su living de presentaciones íntimas de Emmanuel Horvilleur y Santiago Motorizado, voz de Él Mató a un Policía Motorizado, así como de Billie Eilish, Dave Grohl y los DJ agrupados bajo United We Stream, un grupo que presenta diferentes figuras desde boliches de Berlín, en pos de mantener la movida electrónica de dicha ciudad. Además, siguió de cerca la acción de la plataforma Resident Advisor, que organizó más de 30 horas seguidas de DJ sets en vivo, incluyendo charlas con algunas figuras del ámbito sobre la creatividad en tiempos de cuarentena. "Gracias a esto hice reuniones en Zoom con amigos de todas partes del mundo para bailar escuchando música nueva. Al haber opciones todos los días durante todo el día, esto nos permitió estar más conectados y unidos que nunca", resalta.
La generosidad de propuestas, sin embargo, puede tornarse abrumadora. Cuando entrar a Instagram se traduce en ver 20 avatares haciendo vivos a la vez, el resultado puede ser el opuesto. "Tengo momentos en los que quiero ver todo y otros en los que me saturo. Con el paso de los días fui aprendiendo a manejarlo, y hoy aprovecho que tengo más tiempo para ver de verdad aquello que me interesa, tomando solo cuestiones puntuales", ilustra Carla Ferretti, conductora del magazine cultural "Charlas de Café", que aunque asegura que debe mantenerse informada para nutrir su trabajo, hoy selecciona lo que ve con más frialdad. "Me gustan mucho los vivos de Iván Noble, los de las chicas que hacen el podcast de ‘Concha’ y las entrevistas de Eleonora Pérez Caressi", detalla. A la vez, su propio programa, disponible por YouTube, es una opción más en el menú cultural de la pandemia.
El costado social
Aunque con una convocatoria más íntima, otra forma de evento que mutó a lo digital son los cumpleaños y after offices. En general por Zoom, la plataforma de videollamadas del momento (dado que permite que se conecten muchos a la vez), la cita para un brindis o un momento de reunión o festejo sigue intacta. "A las 20 ya todos teníamos un trago preparado y nos sentamos delante de la computadora para sorprender a la cumpleañera. Fuimos 25 personas hablando a la vez, y aunque de a ratos se tornó medio confuso y difícil, hubo momentos de mucha atención, de contar anécdotas, soplar velitas y acompañarnos. Cuando corté después de dos horas, realmente sentí que había estado con mis amigos", relata Tomás Lente. Y tan general fue la sensación de cercanía que muchos en el grupo decidieron hacer de esto una costumbre, suerte de after office de los jueves con picada de por medio. "Si logramos mantenerlo en el tiempo, cuando esto pase movemos la rutina a la vida real", pronostica Tomás.
E incluso los chicos trasladaron sus eventos a este formato. Ya acostumbrados a usarlo gracias al colegio y sus lecciones virtuales, cuando alguno cumple años se organiza un "zoomple", en el que se pauta un horario para que el festejado sople las velitas con todos. "Después de cantarle a coro, algunos se quedan charlando y otros se van. No a todos les gusta porque se superponen las charlas y a veces acopla cuando son muchos. Mis hijas Pili y Franu sí se enganchan con grupos chiquitos", ilustra Carolina Palacios, que a su vez fue festejada en estos días de cuarentena, habiendo cumplido el 29 de marzo. "Mis papás viven en España, así que merendé con ellos por Facetime con mate y torta, después me cantaron el feliz cumpleaños las mamis del jardín por Zoom y a la noche con mis amigas tomamos un Campari y charlamos. Fue distinto, pero está bueno poder adaptarse y aprovechar las diferentes plataformas para no perder el contacto", sostiene.
Aunque los expertos coinciden en que es posible que este auge de reuniones digitales se amesete en las próximas semanas, un poco en busca de una rutina que sea productiva y otro tanto por pérdida del factor novedad, la vida sigue y los eventos sociales también, cumpleaños, nacimientos y aniversarios incluidos. Para todos ellos y también para las ganas de entretenerse con contenido y restarle angustia a estos días, las redes y el streaming flamean más fuerte que nunca.