El problema de ser lindo
Considerado el nuevo Harrison Ford por Vanity Fair, nacido y criado en una familia de actores, Chris Pine dice que a veces se siente encasillado por su aspecto y que le gustaría hacer papeles de malo
LONDRES.– En la sala principal de la prestigiosa galería Saatchi, en Londres, los invitados son casi actores en una obra de teatro perfectamente coreografiada cuyo telón de fondo es una de las zonas más exclusivas de la capital inglesa. Están los modelos que sirven comida en miniatura que nadie acepta y sin embargo sonríen como si ese fuera el día más feliz de sus vidas. Las chicas de relaciones públicas, vestidas de negro perfecto, escriben frenéticamente en sus blackberries, pero no dejan translucir una gota de estrés. Y las periodistas, algunas de las cuales parecen más preocupadas por preparar sus teléfonos para sacar fotos que en asegurarse que sus grabadoras funcionan.
Es que este es el mundo Armani y hoy está de fiesta. La marca está presentando una nueva fragancia para hombres, Armani Code. Y para hacerlo decidieron usar el truco preferido de la industria de la moda: escribir una historia e ilustrarla con una cara perfecta. Y esta vez, esa cara es la del actor norteamericano Chris Pine.
La sala en la que se da la entrevista está empapelada con gigantografías suyas. Pine caminando por las calles de París, cámara en mano. Hablando con el director de arte de la campaña. Pine de espaldas. Y él siendo…, bueno, lindo.
"¿Sos argentina?, pero bueno, entonces podemos hablar español!," dice. "Es que soy un chico de California, todos tenemos que hablar español ahí. Pero todavía tengo que aprender, así que mejor hablemos en inglés."
Es fácil olvidarse de que Pine es una estrella de cine. Ahí sentado, vestido con un pantalón negro y una remera de mangas largas del mismo color, podría ser cualquier civil. Es uno de esos actores que no son conocidos por su nombre, pero cuya cara les suena familiar a todos.
Nació hace 33 años en California, en el seno de una familia de actores (su papá, Robert Pine, era uno de los protagonistas de la serie de los 70 CHiPs, y su mamá y su hermana también son actrices), la historia de Christopher Whitelaw Pine parece haber sido escrita con anticipación. "Nunca pensé en actuar como profesión, pasó naturalmente. Cuando era chico quería jugar al béisbol, pero cuando fui creciendo fue claro que eso no iba a pasar y actuar es lo que tenía más sentido. Ahora disfruto muchísimo de lo que hago. No sé qué más haría", dice.
Al comienzo fueron roles secundarios en populares series de televisión como ER, CSI Miami y Six Feet Under, hasta que llegó una oferta para participar en la exitosa El diario de la princesa (junto a la entonces poco conocida Anne Hathaway) y Golpe de suerte (con Lindsay Lohan). Pero el real golpe de suerte no llegó hasta 2009, cuando lo llamaron para personificar al icónico Capitán Kirk en la película Start Trek - El futuro comienza. Desde entonces, la cara de Pine ha visto la luz de las cámaras mucho más seguido de lo que él mismo esperaba.
En 2013 vino la segunda parte de Stark Trek y recientemente tomó la posta de Alec Baldwin, Harrison Ford y Ben Affleck para interpretar a Jack Ryan, un analista de la CIA que lucha contra los malos y, por supuesto, salva el mundo.
El mundo lo ama. La revista Vanity Fair lo describió como el nuevo Harrison Ford por las similitudes en las carreras de ambos. "Me enorgullezco de todas las películas que hice, pero hay algunas que disfruté particularmente. Como La última carta, en la que hago el papel de un asesino y me encantó. El Capitán Kirk también me gustó porque me recuerda de alguna manera a Indiana Jones. El teatro es algo que también disfruto enormemente."
El chico de los impactantes ojos azules es el nuevo niño mimado de la industria. Los fans aman su simplicidad, los directores aseguran que trabajar con él es muy placentero. Todos quieren un poco de Pine. Y ni un reciente escándalo cuando fue detenido en Nueva Zelanda por manejar borracho le ha quitado la enorme reputación de chico bueno. "Nunca miro atrás, siempre hacia delante", dice cuando una periodista le pregunta si hay algo de lo que se arrepiente, en clara referencia a aquel incidente.
Recientemente, su compatriota Rob Lowe dijo que los actores atractivos son discriminados en Hollywood, que no son tomados en cuenta para roles serios. Pine parece estar de acuerdo.
"Obviamente en este negocio me contratan para ciertos roles por cómo me veo y sé que muchas veces no me dieron papeles por eso. Es claro que tu look te puede estancar en una cierta categoría. Vivimos en una época muy diferente a, por ejemplo, los 70, cuando actores como Dustin Hoffman, Robert De Niro y Al Pacino eran las estrellas sin ser perfectos físicamente", dice. Mira a un horizonte imaginario y remata: "Si pudiera elegir, me gustaría un papel un poco más oscuro, o hacer de malo y no siempre de lindo".