El misterio de la doctora Aslan
La científica rumana revolucionó la medicina con su fórmula para conseguir la eterna juventud. Kennedy, Picasso y Neruda fueron algunos de los que probaron su tratamiento
Nacida en Braila, en 1896, Ana Aslan se graduó en medicina en 1924, y en 1945 ingresó como profesora en la Universidad de Timisoara, en Rumania. Aunque su vida terminó drásticamente, como los personajes de las novelas de Agatha Christie, descubrió una "poción mágica" que la elevó a la categoría de musa revolucionaria entre los científicos.
Corrían los años 40 cuando conoció los efectos de la procaína, un anestésico usado por los dentistas. Así, dio el primer paso de una osada carrera que la condujo al éxito y la convirtió en la elegida por las personalidades más disímiles: desde las más bellas divas del cine hasta insospechados dirigentes políticos. Marilyn Monroe, Marlene Dietrich, Claudia Cardinale, Salvador Dalí, Pablo Picasso, Pablo Neruda, John F. Kennedy, Suharto, Zsa Zsa Gabor, Omar Sharif y hasta Mao Tsé-tung fueron algunos de los que probaron su misteriosa fórmula, lanzada en 1957: el tratamiento a base de GH3, una sustancia que dilata y limpia las arterias, al mismo tiempo que mejora la circulación del cuerpo. Médicos y esteticistas subrayan que actúa en los niveles interno y externo. Con los años, las membranas celulares pierden los lípidos que mantienen su elasticidad, por lo que se vuelven más rígidas. Además, la falta de oxígeno en las células se traduce en una pérdida de luminosidad, ya que la circulación sanguínea se hace más lenta y llegan menos nutrientes. Un punto central en este tratamiento.
Aslan poseía la llave de la belleza y la felicidad. Fue directora del Instituto de Gerontología y Geriatría de Bucarest, miembro de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos y condecorada en Alemania, Francia e Italia. La abanderada del antienvejecimiento murió en circunstancias dudosas en 1988. Dicen que fue víctima de un complot nunca aclarado y se señala a la policía secreta rumana. Su descubrimiento, empero, aún perdura. Una constelación de productos cosméticos y farmacéuticos lo llevan y repiten hasta el cansancio en su fórmula (aún mantenida en el más estricto secreto). A su manera, Ana Aslan consiguió el milagro de la eterna juventud.
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Tips
1- Algunos productos derivados de la procaína se utilizan para prevenir el envejecimiento de la piel y mejorar eccemas. También, en casos de psoriasis y para la sequedad propia de ciertas pieles. Por último, para combatir las manchas oscuras.
2- Según los especialistas, las cremas que los poseen actúan por aumento de la irrigación de los vasos sanguíneos que nutren la dermis, mejorando el metabolismo celular y regenerando colágeno. Y, lo que es más importante, revitalizándola desde el interior. Para mantener la hidratación del cutis, hay que generar una delicada película que permita retener el agua.
3- Tienen principios activos extraídos del pepino e iones de magnesio. Estos serían los responsables de su acción regeneradora, nutritiva, tonificante y hasta reguladora del pH de la piel.
Recomendaciones
Los tratamientos antiedad se presentan en una amplia gama de productos farmacéuticos y cosméticos. Se aplican en inyecciones, sueros, grageas, lociones capilares y cremas de belleza. En cuanto a la doctora Aslan, su fórmula continúa siendo secreto de Estado.