El insólito piquete de un hombre inglés para evitar que la grúa se lleve su Porsche
LA NACION
Un hombre se sentó sobre un banquito en el medio de la calle y se puso a trabajar con notebook durante varias horas para bloquear el paso de una grúa que le estaba remolcando su vehículo, un Porsche 944, por encontrarse mal estacionado.
Peter Fennell vive en una casa en Highgate, al norte de Londres, y salió rápidamente a la calle cuando notó que un camión municipal estaba cargando su clásico auto deportivo Porsche por estar estacionado en infracción sobre la doble fila amarilla.
Entonces Peter, de 54 años, puso una silla frente a la grúa antes de que pudiera llevarse el coche, mientras su esposa Anne lo imitó del otro lado del camión, para bloquearlo desde atrás.
La tensión continuó durante al menos cinco horas, según publicó la red inglesa LAD Bible, hasta que los superiores de los agentes de tránsito acordaron liberar el vehículo y realizar solamente una multa.
Pero el bizarro episodio no terminó ahí. Cuando la grúa quiso descargar el vehículo, su motor se apagó y no volvió a ponerse en marcha, impidiendo el tránsito en la calle que Peter había cortado horas antes. En un giro inesperado, el traspié se resolvió cuando el vecino multado gentilmente le dio carga a la batería de la grúa.
Peter dijo que era bastante justo que lo hubieran multado por estacionar sobre la doble línea amarilla, pero sostuvo que habría sido un "escándalo absoluto" si la grúa se hubiera llevado su Porsche.
"Me las arreglé para continuar con mi trabajo habitual desde casa, me senté con mi computadora portátil en un banquito en medio de la calle. Todas las personas involucradas eran personas muy decentes que simplemente hacían su trabajo", relató el piquetero inglés, sin ningún tipo de rencor.
"Conseguimos una multa de estacionamiento y eso fue bastante justo, tenía la mitad del auto sobre la doble línea amarilla y olvidé moverlo por la mañana. Todos cometemos estos errores de vez en cuando", añadió.
"Pero ver que tu auto está siendo llevado a la ‘perrera’ por personas que quieren cobrar 300 libras por el privilegio es un ultraje, muy exagerado y muy poco inglés, desproporcionado e injusto", argumentó Peter.
"Me gustaría que más gente supiera que esto es todo lo que hay que hacer para evitar que se lleven tu auto, si tenés la suerte de verlos en el acto", finalizó.
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