¿Qué extrañás en este tiempo sin fútbol en general y sin Racing en particular?
En realidad trabajo lo mismo, pero tengo mucho más tiempo libre porque no veo fútbol. Extraño la competencia, que alguien esté jugando por algo. Y, sobre todo, el ritual de ir a la cancha, ponernos la camiseta con mis hijos, agarrar el auto e ir hacia el Cilindro, encontrarme antes con amigos y volver comentando el partido.
En tu libro describís una nueva identidad en el club y que Lisandro López los devolvió a una normalidad. ¿Qué era anormal en Racing?
Racing construyó una historia con títulos, con grandes equipos y atravesó una etapa de 35 años sin salir campeón, con una quiebra y con el descenso. Ser campeones era la excepción. En 2001 corta la racha y tarda hasta 2014 para repetir. Con la llegada de Milito hay una refundación vinculada a un Racing positivo. Cuando Lisandro toma la posta de Milito construyen esa normalidad histórica. Salir campeón ya no significa que se caiga un gobierno, se muestra competitivo, se clasifica a las copas y sale campeón en 2019.
¿Qué aprendiste como hincha luego de tantos años de sufrimiento y ahora que son felices?
Que se puede ser feliz siendo hincha en la victoria y en la derrota. Hay distintos tipos de felicidad. Cuando Racing no era campeón, sufríamos y nos íbamos al descenso, nos autogestionábamos esa épica construyendo nuestra propia fiesta. Ahora toca deconstruirnos y aprender también a ser felices en la victoria, disfrutamos de tener buenos jugadores y buenos equipos e ir a la cancha con otras expectativas.
Muchas veces escuchamos decir que la hinchada de Racing es única o especial. ¿Es tan así?
Ser hincha es más o menos igual en varios aspectos. No creo que haya cosas únicas o especiales, ahí rompo un poco con esa leyenda. Claro que cuando veo la camiseta de Racing me emociono, pero es como esa sensación de que tus viejos son únicos. Sí entiendo que la vida futbolística que atravesó el hincha de Racing en los últimos 50 años lo hizo medio Highlander.
Pertenecés al grupo de periodistas que cuentan de qué equipo son hinchas. ¿Cómo regulás tu pasión?
Nuestro rol es contar historias, no hay que confundir y no tengo ninguna contradicción con eso. Mi compromiso con el oficio es no ocultar. Tuve que cubrir clásicos con Independiente en los que nos fue muy mal o criticar a un árbitro que nos benefició. Sí es verdad que no es lo mismo estar en una tribuna que en un palco de prensa. La única vez que grité un gol fue cuando peleamos la promoción contra Belgrano. Jamás les falté el respeto a Independiente ni a sus hinchas.
¿Hay lugar para que el hincha argentino sea menos exitista?
Ser hincha es ser irracional, no se le puede pedir otra cosa, es un sentimiento primitivo. Pero no todos somos iguales. Yo soy muy hincha y, sin embargo, cuando estoy en la tribuna y un jugador nuestro se tira no grito: "¡Penaaaal!".
COMPLETÁ LA FRASE
El próximo libro sobre Racing va a ser: una sorpresa. Ni idea aún
Me gusta que mi equipo gane: jugando bien
Me vuelvo loco de felicidad cuando un jugador: le pega al arco como le pegaba Rubén Paz
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