R.J. Mitte, el actor que en la vida real padece las consecuencias de una parálisis cerebral como en la ficción, fue una de las estrellas de los Juegos Paralímpicos como notero de un canal británico. Y demostró, como los deportistas, que nada le impidió lograr lo que se propuso.
Por Julián Polo desde Río de Janeiro
En la Arena Carioca 2 del Parque Olímpico de Barra de Tijuca retumban los alaridos del público. Brasileños y británicos apoyan a David Smith, una de las figuras de las bochas, quien acaba de obtener la medalla de oro en su categoría. En una de las tribunas laterales, R.J. (por Roy Frank) Mitte mira, sonríe y le habla a una cámara de televisión. ¿Qué hace Flynn, el actor de Breaking Bad, el hijo de Walter White en la ficción, en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro?
R.J. Mitte es su nombre real y trabaja para Channel 4, un canal de televisión británico. Los Juegos organizados en Brasil son su primera experiencia periodística, en la cual cumple el rol de notero dispuesto a cubrir cualquier bache de la programación. Para R.J. no es una experiencia más. Al igual que todos los atletas de este evento, Mitte también tiene una discapacidad. En el parto, los médicos tuvieron que realizarle una cesárea de emergencia a su madre. Por un tiempo, Mitte no respiró e incluso tuvo que ser resucitado. Este inconveniente le ocasionó una parálisis cerebral, que le afectó el habla y la motricidad de sus miembros. Sin embargo, no le impidió hacer nada en su vida. “Haz lo que quieras hacer. Sé quien quieras ser. Conseguí lo que quieras conseguir. Todos tenemos las habilidades para hacer lo que queramos. Es encontrar la forma de que funcione para vos”, dice al comenzar la charla. Su discurso es inspirador.
Cuando habla, Mitte espera que lo mires a los ojos. Relojear el punteo de preguntas escrito en el anotador es casi imposible. Su mirada es penetrante. El movimiento de sus manos es intenso. Mientras revolea sus brazos, la entrevista fluye y paulatinamente se convierte en una charla motivacional. “Todos tenemos nuestros miedos. El asunto es enfrentarlos y sacar una ventaja. Crecer con ellos, superarlos y convertirlos en fortalezas. Nuestras debilidades más grandes generalmente son nuestras mayores fortalezas. Las podés ver o ignorar, pero si decidís aceptarlas, podés encausarlas y volverte más fuerte y mejor de lo que alguna vez imaginaste”, dice el actor nacido hace 24 años en Luisiana, Estados Unidos, quien durante su adolescencia fue víctima de bullying.
A la hora del desayuno, el bacon es su plato preferido. Después de verlo alimentarse decenas de veces en los capítulos de Breaking Bad, Mitte devela la incógnita. También aclara que haber actuado cinco temporadas en aquella serie no lo hizo millonario. Interpretar a Flynn o Walter Junior, el hijo discapacitado de un profesor de química devenido en narcotraficante, le dio una trayectoria. “Tengo un buen nivel de vida, pero no hice demasiado dinero. Eso terminó y ahora tengo que conseguir un nuevo trabajo. Breaking Bad me dio la oportunidad de tener una carrera. Desde que terminó no he parado de trabajar. Casi todos los días tuve algo que hacer”.
Vince Gilligan, director de la exitosa serie norteamericana, decidió incluir la discapacidad de Mitte dentro del personaje con ciertas variantes actorales: le pidió que utilizara muletas, algo que en la vida real hizo hasta los 14 años. Al escucharlo hablar, su tono de voz no difiere de aquel que oíamos cuando discutía con Walter o Skyler, sus padres en la ficción. Durante el rodaje no tenía que esforzarse por disimular la parálisis cerebral. Simplemente seguía el libreto. “Fue sencillo. Tengo esa discapacidad y sé todo sobre ella. Es mi vida, es parte de mí. Sabía lo que tenía que hacer. Trataba de esforzarme al máximo, hacer lo que me pedían e impresionarlos con mi trabajo”, comenta R.J.
Esa lógica se repitió en los Juegos Paralímpicos, en los cuales trabajó durante quince días. “Es todo lo que quiero hacer. Trabajar y disfrutar de lo que estoy haciendo. Muchas personas en este mundo no son felices en sus trabajos. Si no te gusta lo que estás haciendo podés cambiarlo, pero tenés que hacerlo vos, nadie te va a ayudar”, dice el actor, quien dio charlas motivacionales en Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña
A pesar de este presente multifacético que combina actuación y periodismo, a lo largo de su vida los médicos se cansaron de repetirle que había muchas actividades que, por causa de su discapacidad, no podía hacer. Por ejemplo, practicar deportes era algo “imposible”. Sin embargo, el “no” fue un aliciente en su vida. Durante la adolescencia jugó muchos partidos de fútbol, se subió varias veces a un skate, pedaleó una bicicleta, navegó, pescó y hasta lanzó flechas con un arco. “Si me das la oportunidad, lo haré. Siempre estoy dispuesto a jugar. Me gustan los desafíos. ¿Qué haríamos en este mundo si no tuviéramos desafíos?”.