El heroico acto de un perro con tres patas: se arrojó al río para salvar a una nutria bebé
Gus es un perro al que recientemente lo diagnosticaron con cáncer y le amputaron una de sus patas, pero eso no fue impedimento para que realizara una heroica acción
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Los perros no mienten sobre lo que sienten. Nadie ha visto ha un perro fingir alegría cuando esta triste, ni al revés. Por eso, cuando un can en Estados Unidos vio a una criatura indefensa en peligro, no dudó ni un segundo en salir en su ayuda sin importarle arriesgar su propia vida. Esta es la historia de su heroica hazaña.
De acuerdo a FOX 13, todo comenzó cuando Ella y Lucy Hammerstrand pasaron el último domingo de Pascua rodeadas de su familia cerca del banco del río St. Croix, un afluente del río Misisipi que discurre por los estados de Wisconsin y Minnesota. Junto a ellos se encontraba Gus, el adorable Goldendoodle de seis años de sus abuelos.
“Él es muy amistoso, muy listo y muy amoroso”, señaló Cleo Young, la dueña de Gus y abuela de Ella y Lucy. Ellas ayudaban con algunos quehaceres cuando vieron que el can saltó al agua y empezó a adentrarse a una distancia de 15 metros sin aparente motivo. Este accionar las confundió, ya que hacía demasiado frio.
Además, las dos tampoco sabían si Gus podía nadar ya que recientemente lo diagnosticaron con cáncer y le amputaron una de sus patas traseras en febrero pasado. “Pensamos que tenía una lesión en la rodilla, probablemente de una caída en el hielo, así que queríamos curarlo de eso”, señaló Young en el video viral que FOX 9 Minneapolis-St. Paul compartió en su canal de YouTube.
Tres patas fueron más que suficientes
Un estilista canino descubrió el tumor en uno de los huesos de Gus y, actualmente, viene recibiendo quimioterapia en el Hospital Veterinario de la Universidad de Minnesota, pero la pérdida de una de sus patas no supuso un reto para que pudiera nadar a toda marcha.
“Le va bien con tres patas. Corre tan rápido como siempre”, agregó.
Y como su familia descubrió ese día, él también nadaba igual de bien con tres patas. Cuando salió del agua, no estaba solo. “¡Primera vez que nadaba con tres patas y salió del agua con una nutria bebé en la boca!”, dijo Ella, a lo que Lucy señaló que, mientras sostenía a la cría en sus manos, intentaron encontrar a su madre, aunque sin éxito.
Con mucho cuidado, envolvieron a la cría de nutria y se apresuraron a ir al Centro de Rehabilitación de Vida Silvestre de Minnesota en Roseville. “Era tan lindo. Sus ojos ni siquiera estaban abiertos todavía. Solo podías ver sus pequeñas uñas y su pequeña cola. Casi estaba acurrucado en una pequeña bola”, contó Ella.
Un final feliz para la nutria bebé
El personal a cargo del centro estimó que la cría tenía alrededor de ocho semanas de nacido, es decir, que era demasiado joven como para que pudiera nadar por su cuenta. Por lo general, las crías de nutria suelen permanecer con sus madres durante su primer año de vida.
Desde entonces, la nutria bebé fue transferida a otro centro de rehabilitación con las piscinas específicas necesarias para su crianza. En cuanto a Gus, ha estado disfrutando de la compañía de otras mascotas.
“Creo que él (Gus) sabía que la nutria estaba dolida y que algo andaba mal... definitivamente recibió muchas golosinas después”, finalizó Ella.
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