El gimnasio holístico
Hace muy poquito viajé por Florida y Nueva York. Tenía la necesidad de descansar y tomarme unos días de vacaciones, pero más grande aún era la de saber qué pasaba en el mundo del entrenamiento, los gimnasios y los cuidados de la salud. Tras unos días muy interesantes, llegué a la conclusión de que la nueva moda es invertir en calidad de vida. El foco dejó de ser el lujo más ostentoso de autos, joyas y carteras para pasar a establecerse en el mundo del fitness.
Y es que hoy la gente quiere sentirse mejor para prolongar la calidad de su existencia. Vivimos más tiempo, y queremos vivir del modo más feliz y pleno posible. La clara tendencia es invertir en cremas, tratamientos de spa, personal trainers, centros de estética, nutrición y todo aquello que nos aleje del fantasma del paso de los años y, a la vez, optimice el cuerpo. Ya no se trata de estar flacos, sino de lograr el mejor estado dentro de las posibilidades de cada uno.
Somos únicos e irrepetibles. Si bien esta búsqueda de bienestar es un camino más que loable, el ejercicio físico, la comida y el descanso deben ser las bases de una pirámide sostenible en el tiempo. Es fácil creer las promesas milagrosas de entrenamientos y dietas extremas, pero no hay uno solo de estos desafíos que no conduzcan al fracaso. Entiendo que los gimnasios y centros de salud deberán convertirse en espacios holísticos que trabajen sobre una versión más integral del ejercicio físico. Y así quizás logren bajar los índices de deserción y el alarmante 70% de sedentarismo de la población.
Por fin comenzamos a entender que la clave es conservar la salud en el sentido más amplio. No es cuestión de ponernos bótox y pintar la carrocería, sino de trabajar en un cambio de adentro hacia fuera. Porque la mala comida, el alcohol, el cigarrillo, el mal sueño y el poco movimiento cuestan caro. Por eso, empoderar la vida debería estar en la agenda cotidiana. Debería ser como comer y dormir, cuestiones básicas y muy necesarias. Un cuerpo relajado y cuidado vive mejor y se desempeña con mayor eficiencia.
Albert Einstein escribió alguna vez una suerte de fórmula de la felicidad: “Una vida sencilla y tranquila aporta más alegría que la búsqueda del éxito en un desasosiego constante”. Vivir mejor no debería ser tan complicado. Por suerte, para nosotros, la mirada y aproximación más holística al bienestar ya está en camino y promete ser mucho más que una tendencia pasajera.
*El autor es personal trainer certificado por el National Council on Strength and Fitness y autor del libro Las excusas engordan