Una les hace honor a las ambientaciones de los pubs ingleses; la otra, se abrió camino en busca de mayor luz natural. Las dos, a su manera, se prestan como espacios cómodos y confortables para las familias que las viven a diario.
Con estética de bar y espíritu de encuentro
"Los dueños (un matrimonio con dos hijos adolescentes) pensaron este espacio como un anexo destinado a reuniones con familia y amigos. El estilo elegido: el de un pub inglés", cuenta la arquitecta María José Franchino, del estudio Franchino-Biagioni, responsable del proyecto.
El espacio -que es mucho más que una cocina- tiene una lámpara símil cobre compuesta por seis campanas y una cuadrícula en la que se colocaron pizarrones (Julio Pretti sobre un diseño del Estudio Franchino-Biagioni).
Los cuchillos que vemos arriba tienen mango de asta y están colocados en cajones con guías Tandembox y sistema de amortiguación ‘Blumotion’ (Blum).
La barra traza un eje: a partir de ella el Estudio definió distintas áreas. Por un lado, la mesada; en el centro, la barra; más allá, un lounge con un sillón en L (Landmark), ideal para jugar a la play, mirar tele o simplemente relajar.
El mueble es una adaptación del modelo ‘Gourmet’ (De Otro Tiempo) en madera reciclada teñida de color nogal oscuro con lustre satinado. Tiene mesada y alzada de Silestone ‘Unsui’ (Marmolería Vinvimarmi). Sobre la primera, canasta y bandeja de ratán (Clauda Adorno). Completan un horno de acero inoxidable, anafe vitrocerámico (Smeg) con campana (Claudio Sosa) y lavavajillas panelable instalado debajo de la pileta.
Este sector también mantiene la estética de un bar, con dos mesas altas de madera y hierro (Landmark). Su centro de atracción es la parrilla con puertas de acero.
En la terraza, el desafío fue mitigar la intensidad del sol y el calor, dada la orientación noroeste del departamento.
Bajo la escalera, bodega abierta de hierro (Julio Pretti). Junto a ella, una columna sirve como soporte para la tele, con un sistema giratorio que llega a todos los ángulos del ambiente.
Radiante con apertura hacia el jardín
Para ganar luz y comodidad, esta cocina se sometió a una estudiada reforma, a cargo de la arquitecta Alejandra Lista, que la conectó con el jardín y le dio abundante espacio de guardado.
La simetría de las puertas es tan perfecta que parecen las teclas de un piano. Todo fue obra de un carpintero, de esos que cuesta encontrar, que hizo un trabajo maestro. Un cajón perimetral baja desde el cielo raso y marca la altura de las alacenas.
La vista al jardín se amplió mediante un nuevo ventanal corredizo con vidrio laminado y cortinas roller screen. Con un diseño de la arquitecta Alejandra Lista ejecutado por Apes Amoblamientos, todos los muebles se hicieron en MDF laqueado con detalles en enchapado de incienso. La mesada es en L con tapa de cuarzo, la pileta profunda (Johnson Acero) y la alzada de cerámicas ‘Net’ rectificadas (San Lorenzo).
"Quería que el piso fuera la estrella, por eso todo lo demás es blanco, así no le roba protagonismo".
Con cajones en el frente, la isla no está pegada a la mesa (arq. Alejandra Lista, por Apes Amoblamientos). Sobre ella, bandeja de palma trenzada y panera de palma (Quiero Norte) y florero (Claudia Adorno). En la mesa, servilletas de tussor (Arq. Alejandra Lista Interiorismo). Acompañan sillas ‘Revoira’ de petiribí y tapizado de lino, y banquetas ‘Palito’ de petiribí (todo de Talleres Sustentables).
En una de las paredes, cerca del ventanal, se hizo un nicho revestido en madera para ubicar la tele y, debajo, otro para el radiador.
"¿Cuánto me costó adaptarme a la nueva cocina? Treinta segundos. Estamos felices con la reforma. Trabajo en casa, pero al mediodía dejo mi escritorio y me instalo acá. Tengo luz natural, vista al jardín: mejor imposible", cuenta Adriana Gulone, dueña de casa.
Casi todas las paredes alojan espacio de guardado: a las alacenas, el bajo mesada y los muebles, se suman vajillero con puertas de vidrio y los estantes de placas de yeso en la salida de la cocina y una biblioteca enchapada en incienso.