Día Mundial de los Océanos: el aporte de la vida oceánica para combatir el coronavirus
El 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos. Una fecha que fue promovida en diciembre de 2008 durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, por iniciativa de Canadá. Como suele proponer la ONU con estas jornadas, cada año hay un tópico en particular: el tema de 2020 es "Innovación para un océano sostenible".
"En los últimos 150 años se han perdido aproximadamente la mitad de los corales vivos. La contaminación por plástico en los océanos se ha multiplicado por diez en los últimos 40 años. Un tercio de las poblaciones de peces están sobreexplotadas. Las zonas muertas -desiertos submarinos donde no prospera la vida debido a la falta de oxígeno- están aumentando rápidamente, tanto en extensión como en número", explican desde la página web de Naciones Unidas.
La fecha busca concientizar sobre el papel que juegan los océanos en la vida humana, como grandes generadores de la mayoría del oxígeno del ambiente y como una fuente importante de alimentos y medicinas.
Los grandes problemas que atraviesa la vida oceánica están relacionados con el cambio climático, la sobrepesca, la exploración minera, las prospecciones busca de petróleo o gas y la presencia de plásticos.
El océano, aliado en la pandemia
Los océanos no son ajenos al la situación actual que vive el planeta con las consecuencias del coronavirus. En la búsqueda de una solución efectiva a la pandemia, mediante vacunas o tratamientos específicos, los investigadores recurrieron, en algunos casos, a la vida oceánica de organismos que viven en las profundidades para experimentar y encontrar una cura al virus que afecta a todo el planeta.
En la coferencia del año pasado, oradores de todo el mundo -reunidos en la sede de la ONU de Nueva York- compartieron sus miradas con el objetivo de construir, además, una mayor alfabetización oceánica y de género y descubrir posibles formas de promover la igualdad en actividades relacionadas.
Para la nueva década desde la ONU pretenden alcanzar los siguientes objetivos: establecer una nueva generación de oceanógrafos y técnicos, crear sistemas de observación mejorados, instalaciones e infraestructura y fortalecer la cooperación internacional para conectar la ciencia oceánica con las necesidades de la sociedad.