El descubrimiento de una “momia de pastel” que intriga a los arqueólogos: “No está claro cómo funciona”

A lo largo de los siglos se ha encontrado una gran cantidad de momias que contribuyeron a que, en la actualidad, se pueda comprender mejor cómo era la vida centenares o miles de años atrás. Pero un nuevo descubrimiento revolucionó a la comunidad científica y no se trata, en esta oportunidad, de los restos de un ser humano. El hallazgo fue realizado en Lübeck, Alemania, y los mismos expertos que encabezaron la investigación aseguraron que “todavía no está claro cómo funciona esto”.

“La momia de pastel” es un disco irregular, completamente negro y duro con protuberancias en la superficie que, en algún momento, supieron ser nueces enteras. Esta torta hoy tan poco apetecible fue, hace 79 años, un típico postre de nuez que “sobrevivió” al bombardeo que sufrió la ciudad alemana en 1942.

La misma se encontraba enterrada en la antigua Lübeck, más precisamente en la calle Alfstrasse que atraviesa el barrio fundacional. El equipo de arqueólogos se topó con el disco ennegrecido en el sótano de una casa y a pesar de su aspecto, pudieron reconocer fácilmente de qué se trataba. Así lo detalló Manfred Schneider, jefe del departamento de arqueología de la Ciudad Hanseática de Lübeck.

La “momia de pastel” descubierta en abril fue protagonista del ataque de marzo de 1942, a mediados de la Segunda Guerra Mundial, y sobrevivió al incendio posterior que arrasó con una parte de la población. “Aparentemente, bajo las ruinas se formó una cavidad que impidió que la torta recibiera demasiado calor y se aplastara”, explicó Schneider.

Para Sylvia Morgenstern, la restauradora encargada de descifrar la pieza, fue un gran desafío ya que su experiencia se basa en otro tipo de materiales como madera y hierro. Pero nunca le había tocado analizar un postre. “Desde el punto de vista de una restauradora, es el objeto más apasionante con el que jamás me haya tocado trabajar”, expresó. Adentrándose en el proceso posterior al hallazgo, agregó: “Inicialmente hay que aguardar los análisis de laboratorio. Recién después podré decidir si puedo limpiarlo con agua y qué sustancia es apropiada para su estabilización”.

La torta, que debido a la pérdida de líquidos tiene un tamaño considerablemente menor al de su versión original, no solo generó grandes dudas en cuanto a su conservación sino también al contexto en el que se encontraba antes de que cayeran las bombas. “Posiblemente esta pastelería era para una fiesta de confirmación. Por lo general esta se realizaba durante el Domingo de Ramos”, aclaró Schneider tras señalar que, junto a ella, también había un juego de café y varios discos. “Esperamos poder aclararlo en algún momento con ayuda del archivo de la ciudad”, determinó.

El postre revolucionó los medios tanto alemanes como internacionales y ya fueron varios los museos que se contactaron con el equipo para exponerlo entre sus colecciones. Doris Mührenberg, encargada de la revista de Arqueología de Lübeck, dio su versión de por qué es tan relevante este pequeño pedazo de historia. “El hallazgo del pastel es tan especial porque se remonta a un acontecimiento, el bombardeo a Lübeck, que aún se encuentra presente en la conciencia de la ciudad”, declaró.

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