El crecimiento de Facebook y Google
Durante mucho tiempo la estrategia de expansión de Facebook y Google me resultó un misterio incomprensible. Algunas decisiones parecían lógicas: dado que su modo de ganar dinero es mostrando publicidad, poner más y más avisos en sus páginas era un camino esperable. También, mejorar la calidad de los algoritmos que seleccionan qué avisos mostrar para maximizar la chance de que hagamos clic.
Pero otras acciones me descolocaban por completo. Un ejemplo claro de ello es que Google haya sido la empresa pionera en el desarrollo de vehículos autónomos. A partir de un proyecto iniciado en 2009 en su misterioso laboratorio secreto Google X, el gigante de las búsquedas lideró en estos casi 10 años el desarrollo tecnológico para permitir automatizar la conducción de automóviles. Hoy, Waymo –tal es el nombre de la división que se ocupa de esto– está llevando adelante las pruebas más abarcativas de esta tecnología revolucionaria.
Otra decisión extraña era la obsesión de ambas compañías en invertir enormes sumas de dinero en llevar internet a regiones remotas del planeta. A pesar de que la complejidad del proyecto parece haberlos desalentado, desde la adquisición de la empresa Ascenta en 2014, Facebook destinó cuantiosos recursos a la construcción de aviones autotripulados impulsados a energía solar para sobrevolar y brindar conectividad a la red en lugares recónditos. Google desarrolló un proyecto similar, también a partir de la compra de una constructora de aviones. Pero el que realmente parece estar dando resultado económico es el proyecto Loon. Otra de las iniciativas de Google X, Loon utiliza globos aerostáticos ubicados en la estratósfera (a 18 Km de altura) para desde allí generar una red de acceso a internet con velocidades comparables al 4G y ya está empezando con las primeras pruebas reales en Kenia. Estos globos, además de conectarse a los usuarios en tierra, pueden enviarse información entre sí a gran distancia utilizando rayos láser.
¿Qué diablos tiene que ver el desarrollo de vehículos autónomos o el lanzamiento de globos y drones con la meta principal de Facebook y Google de vender publicidad en internet? Esa pregunta me desconcertó por un buen tiempo y solo recientemente logré encontrar una respuesta. Estas compañías están sujetas a una enorme presión de los mercados para crecer indefinidamente. Apenas su ritmo de expansión parece decaer, sus valores de cotización se desploman. Y, dado que para facturar publicidad necesitan personas mirando la pantalla de sus sitios o apps, para crecer necesitan de más personas conectadas o que las personas que ya utilizan sus plataformas pasen más tiempo en ellas.
Desde ese punto de vista, resulta claro por qué la principal red social y el mayor buscador destinan tantos recursos a los drones y los globos para que más gente se conecte. Más sutil es la razón de Google para desarrollar autos sin conducción: el estadounidense promedio pasa más de 100 minutos diarios conduciendo. Liberar ese tiempo haciendo que el propio auto lo haga ¡permite sumar esas casi dos horas al tiempo disponible para estar mirando pantallas! En conclusión, una vez más debemos estar con la guardia alta para asegurarnos de que la tecnología esté al servicio de nuestras necesidades y no de la agenda comercial de las compañías que la desarrollan.
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