El buque del 27, la crónica del viaje que inaugura la temporada de Punta del Este

Celebridades y pioneros se anticipan a la primera quincena; los planes para disfrutar de unas vacaciones entre el mar y los eventos

Son las 5.30 de la mañana y Buenos Aires todavía duerme, las calles están vacías y la avenida Alicia Moreau de Justo a la altura del Luna Park no da señales de lo que a pocas cuadras se verá en el puerto con barcos que van y vienen de Uruguay.

Los siete mostradores de check-in trabajan a ritmo sostenido. Declaración jurada de egreso e ingreso, PCR y seguro del Mercosur para los que viajan con auto son los requisitos ineludibles que sellan el pase a las vacaciones de, por lo menos, 1300 argentinos que abordarán el Buquebús de las 7.15 con destino a Montevideo y el de las 8.15 a Colonia.

Juana Gassiebayle, Clara Benegas y María Georgalos, de 19 años, son amigas desde la infancia y vuelven a Punta del Este después de dos años, invitadas por otra amiga que las alojará en su casa de La Barra. “Nos quedamos hasta el 5 y la verdad que este año no planeamos mucho, viene tranqui”, dice Gassiebayle, aunque agrega que sí tienen plan la noche del 31. “Vamos a la fiesta Pixel, en la zona del Jaguel”, cuenta. Banegas aporta el panorama para el día. “Nos gusta ir a la playa a Montoya, La desembocadura o La posta del cangrejo. Vamos a andar por ahí”, avisa.

El barco con destino a Montevideo suelta las amarras para salir en horario. A bordo hay 600 personas que ocupan la embarcación que cuenta con espacio para 950. En la bodega la situación es distinta: la capacidad para autos está al límite, según informa el personal de Buquebus.

En el corredor central de la embarcación está Paula Delas, una veraneante que se levantó a las 4 de la mañana en Nordelta para poder abordar el buque de las 7.15 junto a sus dos hijos, Lucas (16 años) y Juana (13), y su caniche, Vela. “Vamos hace 20 años al mismo lugar, la parada 4 de La Mansa en Punta del Este”, dice y subraya cierta preocupación por los rebrotes de coronavirus. “No tengo claro con qué nos vamos a encontrar, sabemos que en el edificio hay restricciones de tiempo y aforo para usar los espacios comunes”. La familia se completará el jueves, cuando llegue a Uruguay su marido y su sobrino con un amigo. “Planeamos quedarnos hasta el 15″, expresa y se entusiasma con poder recibir el 2022 los seis juntos en la playa como era su costumbre antes de la pandemia

Las bajas a último momento por coronavirus también se hacen sentir entre los grupos de amigos que planearon sus vacaciones en el Este. “Viajo sola porque venía con una amiga que tuvo que cambiar el pasaje porque le dio positivo el hisopado y las otras ya están acá”, dice Azul Levinton, de 27 años, hermana del cantante Joaquín Levinton, a quien planea ir a ver este jueves a Box Garden donde el artista brindará un show con su banda Turf. Para el 31 a la noche Azul y sus amigas también tienen plan. “Las entradas ya están compradas. Vamos a una fiesta en José Ignacio”, dice Levinton, quien planea alojarse en Solanas.

Diego Diamante, Micaela Carlino y Juancho Cané, parte del equipo de la agencia de comunicación de Mass, también están en la terminal portuaria con mucho entusiasmo. “La temporada viene a pleno, hay eventos mediodía y noche todos los días”, dice Diamante entusiasmado sobre la agenda que incluye comidas en locaciones súper exclusivas como el hotel Fasano, la inauguración de la galería de arte Walden Naturae, en Garzón y, entre otras cosas, un partido de polo con figuras de alto hándicap como Facundo y Polito Pieres que culminará con una fiesta en Yellow Rose.

Falta poco para llegar a Montevideo y Maximiliano Rodríguez, de 39 años, recorre con la vista los estantes de bebidas del Free Shop que planea comprar para brindar en su casa de José Ignacio. “Volvemos después de dos años”, dice y esa frase se repite en casi todos los turistas que hoy le hacen saber a Punta del Este que los argentinos están de vuelta.

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